miércoles, 30 de enero de 2013

Hackathons y solucionismo, o por qué importa más el proceso que el resultado

Unas notas sobre un debate de hace unas semanas que, de alguna forma, ya aparecía en lo que comentaba en Ya tenemos open data, las preguntas son las mismas en septiembre del año pasado. Ahí apuntaba algunas posiciones de gente activa en el mundo del open data, el internet de las cosas y el desarrollo de aplicaciones móviles, que pedían una postura más crítica ante la tentación de la asepsia del dato. Cuando montamos UrbApps el enfoque, aun sin tener esta perspectiva tan desarrollada, iba en esa línea, y adelantaba un poco el debate que comentaba al principio.

Este surgió a raíz del post de David Sasaki, On hackathons and solutionism en el que, partiendo de la idea de solucionismo que por lo visto aparece en el próximo libro de Evgeny Morozov (el enfant terrible de internet),  To save everything, click here, plantea desde su posición activa en la promoción del open government en América Latina, una crítica al modelo establecido de hackathons y concursos de aplicaciones.  Merece la pena leer el texto y los enlaces que lo acompañan (algunos de ellos ya mencionados en mi artículo de septiembre). De nuevo, sobrevuelan dos ideas con las que intentamos montar UrbApps y que compartí en diciembre en EQUIciuDAD 2012 con la comunicación El valor cívico de las aplicaciones móviles:
  • Por un lado, las aplicaciones que quieren ser significativas para intervenir en problemas urbanos de cualquier tipo necesitan hacerse muchas preguntas antes de centrarse en la solución (el desarrollo de la aplicación). Pero esa presión por el solucionismo, por orientar todo el esfuerzo en el desarrollo técnico y en crear en tiempo record o de forma competitiva aplicaciones que apenas alcanzan masa crítica, puede estar resultando infructuoso.
  • Por otro lado, y derivado de lo anterior, centrar el foco en el desarrollo técnico en este tipo de eventos hace que resulten interesantes únicamente a un determinado perfil de personas, colectivos y organizaciones, centrados evidentemente en el mundo de la programación de aplicaciones. 
Sin embargo, esto hace que se pierdan dos oportunidades quizá mucho más interesantes que la aplicación en sí:
  • La posibilidad de crear contextos de colaboración donde el debate y el análisis previo a la fase de desarrollo creen una mejor comprensión de la complejidad del problema urbano en el que la aplicación quiere intervenir. Cualquiera de las temáticas (residuos, transporte, acceso a recursos, intercambio, espacios públicos,…) tiene aristas que pueden ser fundamentales no sólo para tener una visión más amplia del problema (y, por tanto, facilitar procesos de aprendizaje colectivo) sino también para mejorar los requerimientos técnicos y de diseño de la aplicación (experiencia de usuario, relación de la aplicación con los procedimientos burocráticos, usabilidad, funcionalidades, etc.).
  • La posibilidad, consecuencia de lo anterior, de que estos eventos no sean una actividad fugaz y puntual, sino procesos con valor por sí mismos donde el interés no caiga únicamente en la solución técnica sino en integrar a más perfiles de personas, colectivos y organizaciones a una actividad –la exploración de formas de acción cívica – que se puede beneficiar de una participación más diversa y plural centrada también en la reflexión colectiva.
El valor cívico de las aplicaciones móviles
Manuel Portela dejó hace unas semanas unos apuntes en este sentido y también hay aquí algunas otras notas. David Eaves publicaba en noviembre también un artículo en el que ponía en cuestión esta popularidad de los concursos de aplicaciones cuando se dirigen a afrontar cuestiones sociales o ambientales, dudas que, por otro lado, no son nuevas y que gente como Jake Levitas, de GAFFTAya han trabajado, sobre todo a partir de una de las iniciativas más sugerentes que conozco, Summer of Smart. Creo que son cuestiones muy relevantes para un ámbito que va cogiendo fuerza desde hace un tiempo. Cuando montamos UrbApps, casi sin saberlo, estábamos tratando de promover que el desarrollo de herramientas móviles para la activación cívica sea una excusa y no una solución.

Preparando la intervención de diciembre en EQUIciuDAD recordé una frase con la que quise resumir el planteamiento. Una frase de Jeff Hammerbacher, ex-empleado de Facebook que, refiriéndose en general al mundo de internet de los social media, decía: The best minds of my generation are thinking about how to make people click ads. Todo un lamento sobre la burbuja tecnológica que, al final, desvía gran parte del talento a intentar conseguir que hagamos click en la publicidad digital de cualquier tipo y por cualquier vía. De la misma manera, el interés por desarrollar aplicaciones digitales para intervenir en problemas cívicos o comunitarios puede hacer que nos centremos en crear aplicaciones y que el modelo de participación social que promuevan se base en usuarios haciendo click, usuarios alimentando pasivamente aplicaciones con los datos que suben en forma de “me gusta”, “denuncio”, etc. en lugar de promover un modelo de compromiso activo más allá del click en el que las apps formen parte de estrategias de participación creadoras de vínculos más estables.

lunes, 28 de enero de 2013

Berreibar. Reutilización de edificios industriales vacíos en Eibar

Hace unas semanas comentaba el proceso e reflexión y participación abierto en Urretxu (Gipuzkoa) para activar un área industrial obsoleta. Un proceso en la misma lógica, aunque con una escala diferente, está abierto también con la colaboración de M-etxea, monoDestudio y el Ayuntamiento de Eibar. El objetivo del proyecto BERREIBAR es promover la reutilización de edificios industriales vacíos de Eibar "para crear espacios útiles para las personas que las necesiten, como talleres, oficinas, lugares de trabajo, etc. respetando siempre el patrimonio industrial de Eibar", un planteamiento que en Eibar es completamente crítico por su propia fisionomía y su vocación industrial.

La presentación del contexto y la justificación del proyecto explica bien porqué esta reutilización activa de edificios que están en su mayor parte en la ciudad consolidada (frente a otros casos donde esta obsolescencia tiene un componente más periférico) tiene un sentido en términos urbanísticos, sociales y económicos. El proyecto está lanzado desde hace unos pocos meses y celebró en diciembre los primeros talleres, en los que se quiso analizar opciones y redescubrir el patrimonio industrial eibarrés.

Para el 31 de enero se ha organizado una nueva jornada en la que tendré oportunidad de presentar algunos ejemplos y la lógica detrás del urbanismo adaptativo. Nerea Mendikute hará una aproximación histórica al desarrollo urbanístico de Eibar desde su fundación y después me tocará a mí presentar las ideas básicas de utilización adaptativa de edificios industriales en desuso para, posteriormente, abrir un tiempo amplio de debate. Al igual que en el caso de IRIMO en Urretxu, la idea es presentar la lógica general y poner encima de la mesa algunos casos, más como inspiración para los participantes en el proceso Berreibar que como ejemplos a considerar necesariamente.


viernes, 25 de enero de 2013

Week picks #12


OPEN CITY

Open City is a group of volunteers that create web apps with open data to improve transparency, efficiency, and decision-making for governments and our democracy.

CITISENSE

With the proliferation of personal mobile computing via mobile phones and the advent of cheap, small sensors, we propose that a new kind of "citizen infrastructure", CitiSense, can be made pervasive at low cost and high value. Though challenges abound in mobile power management, data security, privacy, inference with commodity sensors, and "polite" user notification, the overriding challenge lies in the integration of the parts into a seamless yet modular whole that can make the most of each piece of the solution at every point in time through dynamic adaptation. Using existing integration methodologies would cause components to hide essential information from each other, limiting optimization possibilities. Emphasizing seamlessness and information sharing, on the other hand, would result in a monolithic solution that could not be modularly configured, adapted, maintained, or upgraded.


ICRI - Intel Collaborative Research Institute on Sustainable Connected Cities

This new institute - a cooperation between University College London (UCL), Imperial College London and Intel - is concerned with how to enable future cities to be more connected and sustainable. This will entail investigating, developing and deploying adaptive technologies that can optimize resource efficiency, and enable new services that support and enhance the quality of life of urban inhabitants and city visitors. There are many fundamental technical, social and urban challenges and opportunities that need to be addressed to accomplish this. Our approach is interdisciplinary, combining methodologies from computer science, the social sciences, interaction design and architecture to improve how cities are managed and maintained in order to ensure and enhance citizen well-being.




Week picks series features every Friday some initiatives and projects I found or want to highlight on this blog. It will help me to track new findings from community groups, startups or local governments working and delivering solutions relevant to the issues of this blog. I often bookmark them or save them on Tumblr while I wait to use them. Maybe this a good way.

miércoles, 23 de enero de 2013

MiCiudadAC2 (Málaga). Financiación y gestión de acciones urbanas en un nuevo contexto de las políticas locales

El proyecto europeo MiCiudadAC2 celebra el próximo 18 de febrero su jornada de cierre con unas conferencias públicas sobre regeneración urbana y cambio climático. Hace unos meses ya tuve oportunidad de participar en sus inicios, en la fase de definición de criterios de intervención en las cuatro áreas urbanas que servirán como pilotos del proyecto, en otras jornadas públicas en las que planteé algunas estrategias y acciones para los nuevos tiempos de crisis.

En esta ocasión tengo de nuevo la oportunidad de participar con el objetivo de centrar el tiro en nuevas fórmulas de financiación y gestión de proyectos urbanos en los nuevos tiempos y, en la medida en que sea capaz, aplicables a la definición final que se ha hecho de los cuatro proyectos piloto . De nuevo, Filippo me ha puesto encima de la mesa un buen reto, porque no son buenos tiempos, en teoría, para acometer procesos de regeneración urbana. La idea es tratar de romper esta tentación poniendo encima de la mesa nuevas formas de acometer estos proyectos con una lógica menos jerárquica, más flexible, más imaginativa y más realista.

En la jornada se presentarán las propuestas de regeneración urbana integral que se han definido en el proyecto:
· Vila Nova de Gaia: Centro Histórico-Jardim do Morro
· Burgos: Área de Rehabilitación Integral “San Cristóbal”
· Toulouse: Barrio “Les Izards Tríos Cocus”
· Málaga: Campus Universitario “El Ejido”

Y junto a estas presentaciones habrá oportunidad de conocer la experiencia de Rivas-Vaciamadrid y el proyecto Rivas Ecopolis (Natalia Doblado, arquitecta urbanista del Ayuntamiento de Rivas-Vaciamadrid).y la de Vitoria-Gasteiz y el diseño y ejecución de Supermanzanas (Eduardo Fraile, jefe de estrategias y proyectos de espacio público, Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz).

Puedes encontrar más información aquí, y puedes echar un vistazo al programa y acceder al formulario de inscripción.





martes, 22 de enero de 2013

LentSpace. Si no podemos construir, ¿por qué no dejar que pasen cosas en el solar?

Otro caso que suelo utilizar para explicar la idea de urbanismo adaptativo, en especial para destacar que incluso los propietarios o desarrolladores privados pueden estar interesados en asignar usos transitorios a terrenos que aún no han podido urbanizar o edificar en ellos. Como otras veces, seguramente hay muchos más casos anónimos y además más representativos, pero este es el que ha tenido más visibilidad.

Photo: Michael Falco for The New York Times
Se trata de LentSpace (puedes ver aquí unas fotos), un parque público creado en el sur de Manhattan en 2009 tras un periodo en el que los propietarios, debido a la crisis económica y después de demoler el edificio preexistente, no eran capaces de desarrollar el proyecto constructivo previsto. Para empezar, es cierto que lo de propietario privado tiene algo de truco, ya que la propiedad corresponde a la Trinity Church, significativo ya que podemos sospechar una cierta propensión –al menos respecto a un propietario privado estándar- a ofrecer cierta utilidad social-comunitaria a sus actividades (incluso las inmobiliarias). En cualquier caso, la opción A era no hacer nada, esperar e impedir que allí se hiciera nada, pero por las razones que sean, tomaron la opción B: mientras no podamos hacer nada, algo se podrá hacer.

De esta idea surge una cesión temporal por tres años, utilizando como mediador a una institución cultural, Lower Manhattan Cultural Council (LMCC), para dar un presupuesto al proyecto, contratar un equipo de diseño urbano y gestionar el programa cultural y artístico. Desde entonces, además de un equipamiento básico pensado para la utilización de materiales poco costosos y ligeros, este parque temporal ha acogido diferentes instalaciones, actuaciones y propuestas artísticas como reclamo (un ejemplo aquí). También, entre otras cosas, alcanzó relevancia en el Occupy movement, ya que LentSpace fue el lugar donde se refugiaron algunos activistas tras el desalojo del Zucotti Park.

Photo: Lower Manhattan Cultural Council
De hecho, este episodio ha aflorado una de sus contradicciones, ya que no sólo es un espacio regulado por horarios de apertura sino que, en esta ocasión, la propiedad utilizó su derecho de exclusión para exigir que también fuera desalojado, mostrando su carácter híbrido público-privado. En cualquier caso, el proyecto posiblemente encierra ciertos aspectos positivos: la lógica de dar un uso transitorio a un espacio supuestamente residual, el origen de la iniciativa (iniciada por los propietarios), la utilización de estrategias de mobiliario y diseño no excluyentes con los usos posteriores, el uso con flexibilidad de licencias urbanísticas, el esquema de financiación de las actividades, etc.



lunes, 21 de enero de 2013

NDSM Wharf en Amsterdam. Cuando lo transitorio se convierte en permanente

En el norte de Amsterdam, en un área tradicional de localización de industrias pesadas de astillero vinculadas a actividades portuarias y que sufrió una grave crisis económica en los 80 del siglo pasado, el NDSM Wharf vio cómo los intentos para revitalizarlo en los 90 por la vía clásica fueron en vano.
Localización e instalaciones
Ante la imposibilidad de conseguir un proyecto viable de regeneración urbana,  la autoridad municipal convocó en 1999 una convocatoria abierta de ideas para otorgar usos transitorios a este espacio y resultó ganador el proyecto presentado por una alianza de artistas y arquitectos (Kinetisch Noord Trust) que dividía el área en diferentes funciones deportivas, artísticas, vivienda, de exhibición, etc. y que distinguía entre los costes de la infraestructura básica (encargada al proyecto ganador) y la posterior adecuación y diseño final de cada equipamiento (que correría a cargo de los usuarios finales). Por su parte, la autoridad municipal se comprometía a ofrecer ciertas prestaciones para la funcionalidad del área (accesibilidad por ferry, subsidiar ciertos usos, restaurantes y el permiso para instalar contenedores como viviendas temporales para estudiantes). Con ello se inició una de las experiencias más amplias y con más recorrido de utilización de contenedores (container city) para dar cobijo no sólo a necesidades de vivienda sino también a espacios culturales, de forma que con el tiempo se ha convertido en uno de los centros principales en Holanda en artes escénicas, festivales musicales, teatro experimental y artes visuales gracias a sus diferentes espacios e iniciativas:

Where dozens of famous ships and supertankers slid off-ramp in the twentieth century, events such as Over het IJ Festival, Valtifest and NDSM Vrijhaven are hosted today as well as monumental art in public space. In the massive NDSM hangar, artists are working in the Kunststad (Art City), the largest breeding site in the Netherlands. In ancient workshops (IJkantine) and new temporary buildings (Noorderlicht, Pllek) you can eat, drink and party at the river bank, enjoying the best view of Amsterdam. National Historic Landmarks such as the Timmerwerkplaats (Carpentry Workshop) and the Smederij (Blacksmith) and be transformed into the trendy offices by top architects and host MTV, Red Bull and IDTV among others. Where buildings were demolished, new offices (hosting HEMA, VNU Media and Rough Cookie for example), residents, restaurants, retail, a marina, social facilities, etc.

Over Het IJ Festival
Este modelo de intervención sirve como referencia a la hora de entender cómo pueden darse procesos de concertación entre los movimientos de base de los agentes locales que desde el principio apostaron por mantener el carácter de la zona (evitando procesos especulativos) y las autoridades públicas (que han sabido dar margen al desarrollo de este proyecto), no sin fricciones, supongo.  De esta forma, NDSM se ha acabado convirtiendo en un proyecto con capacidad de acoger tanto la escena de creadores más cercana como a sedes europeas de compañías como Red Bull, Discovery Channel o MTV, de manera que surgen los consabidos riesgos en este tipo de procesos. Pero, en cualquier caso, resulta de todo ello un equilibrio muy difícil de encontrar: utilización adaptativa de infraestructuras ya existentes sin necesidad de llevar a cabo una renovación destructiva, dinamismo de la escena local para responsabilizarse de dotar de contenido a este espacio, flexibilidad de las autoridades locales para crear marcos institucionales y jurídicos que den soporte a un proceso no estandar, llegada de inversiones desde el exterior basadas en el atractivo preexistente (frente a la opción "paracaidista" que se da casi siempre), etc.


Noorderlicht Cafe 
Es la historia, también, de cómo procesos locales son capaces de dar respuesta en forma de actividad y regeneración ligera a procesos de obsolescencia industrial que no consiguen encontrar vías de financiación para llevar a cabo la tradicional regeneración masiva, que ha sido la respuesta casi automática en las dos últimas décadas.  Es especialmente singular cómo ha podido mantener su actividad y seguir desarrollándose (una de las últimas iniciativas es la creación de un espacio para el pequeño comercio en un pabellón, utilizando también contenedores) durante más de diez años - de hecho, el ayuntamiento ha extendido la cesión recientemente por otro diez años-, demostrando cómo el mientras tanto puede ser permanente y no ser, simplemente, una second-best option. Un caso como este es una buena forma de explicar las posibilidades del urbanismo adaptativo para crear oportunidades económicas desde la propia ciudad y la capacidad de los agentes locales. Un distrito creativo que ha crecido de forma orgánica y no a base de bulldozer y hormigón con una estrategia alternativa a la tradicional en este tipo de situaciones.

viernes, 18 de enero de 2013

Week picks #11


CENTRE FOR LONDON

Centre for London is a new politically independent, not-for-profit think tank focused on the big policy challenges facing London. It aims to help London build on its long history as a centre of economic, social, and intellectual innovation and exchange, and create a fairer, more prosperous, democratic and sustainable city. Through its research and events, the Centre acts as a critical friend to London’s leaders and policymakers, promotes a wider understanding of the challenges facing London, and develops long-term, rigorous and radical policy solutions for the capital.
The Centre is politically non-aligned, but is devolutionary in its values and wants to see London being given more powers to manage its own affairs. Its interests range across economic, social, environmental and social issues.
Centre for London was incubated by Demos, before becoming independent in January 2013. It has been warmly welcomed by organisations and leaders across the capital, and has worked in partnership with the city’s business groups, charities, campaign groups and national and London government.

PLACECHECK

Placecheck is a method of taking the first steps in deciding how to improve an area. There are many other ways of doing this, but most of them need to be led by someone trained or experienced in a particular method, and they can take considerable time and resources. By contrast a Placecheck can be done by anyone, without much preparation. Placechecks are often able to kick-start change in a way that might not otherwise be possible. Other methods and studies can follow later.
Placecheck’s simple idea is that much of what needs to be known about a place can be seen and understood by looking at it, or is in the heads of the people who live, work or play there. Placecheck is the simplest, quickest way of finding out what the place and its people can tell us, and starting the process of making change happen.
A Placecheck can help a community take control of its destiny. It can lead to anything from litter clear-up days and street parties, better planning and effective neighbourhood plans, right through to community-led groups that buy local assets such as banks, pubs, shops and libraries, and run local services.

NEW LONDON ARCHITECTURE

Located at The Building Centre in central London, NLA is a focus for the debate and discussion of issues facing architecture, planning, development and construction in the capital.
A year-round programme of conferences, talks, round-table discussions and exhibitions attracts leading decision-makers in London government, property, planning and design. This broad audience of architects, engineers, developers, agents, planners, councillors, officers and community provides an unrivalled environment for discussion, learning and debate.
Public galleries - open to all, free of charge, six days a week - tell the story of London's development through a giant scale model of central London, displays on major development activity across all of London's 33 boroughs and regularly changing exhibitions. We are open six days a week and receive over 10,000 visitors each month from London, the UK and abroad.



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jueves, 17 de enero de 2013

Tres libros que leeré en 2013: civic coders, the city as interface y ubiquitous computing

Este año, si se cumplen las previsiones, tendremos la suerte de poder leer los libros de tres nombres que forman parte de mi lista particular de gente que dice cosas sensatas sobre el papel de las tecnologías digitales en la vida urbana. Lo comento por si quieres estar pendiente y, sobre todo, por si quieres seguirles la pista si aún no lo haces.

BIG DATA, CIVIC CODERS, AND THE QUEST FOR A NEW UTOPIA parece que será el libro que Anthony Townsend publicará en octubre de 2013. Sus conferencias y sus escritos sobre las smart cities son un cuestionamiento coherente y solido de este tema, así que el libro promete desarrollar en especial una de las líneas de trabajo que está desarrollado desde el Institute for the Future sobre planet of civic laboratories.
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THE CITY AS INTERFACE. HOW NEW MEDIA ARE CHANGING THE CITY es el libro resultante de la tesis doctoral de Martijn de Waal y que nai010 publicará en marzo de 2013. Implicado en The Public Matters y en The Mobile City, desde donde ha organizado en los últimos años actividades de exploración del papel público de la esfera de objetos conectados y la posibilidad de apropiación cívica de estas tecnologías, le sigo la pista desde hace tiempo, así que el libro promete ser una buena referencia.
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THE CITY IS HERE FOR YOU TO USE: URBAN FORM AND EXPERIENCE IN THE AGE OF UBIQUITOUS COMPUTING es el prometido libro de Adam Greenfield, del que además ya tenemos un adelanto en forma de 100 proposiciones. Aún no hay una fecha esperada para la publicación, pero sin duda, al igual que Everyware, será un lectura central e influyente.
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miércoles, 16 de enero de 2013

The future of masterplanning

Lucy Bullivant has completed and published in Masterplanning futures a comprehensive outlook on some of the most relevant large scale developments in the world that are configuring a new understanding on the role of master plans. In a time of rapid urbanization, changing economic patterns, growing demands for more democratic processes in urban policies and shifts in objectives and preferences in urban contexts, the traditional modernist planning model might be transitioning to a new stage and this is the hypothesis and starting point of the research.


As such, it means a new contribution to have a wide overview of some of the most prominent projects developed in the last decade and those already undergoing to be completed in the next years. The collection of cases  (24 plans in 22 cities in 17 countries in 6 continents) is structured in sections that reflect different typologies of large scale design processes considering physical features (waterfronts, infrastructure-driven urban materplans, city-centres), overall objectives and impacts beyond traditional planning priorities (social equity, eco-cities), conditions (post-disaster regeneration, post-industrial sites) or functional goals (science and technology districts, landscape, urban growth).  All cases are covered in-depth giving light for those interested in the backgrounds and institutional settlements of some projects mostly known for their final production of space while the process is sometimes misunderstood or not well-known.  To that extent, the collection –HafenCity (Hamburg), One-North (Singapore), PRES  Sustainable Reconstruction Plan (Constitución, Chile), Medellín, Masdar City (Abu Dhabi), MRIO (Madrid), Almere Structure Vision,...- comprises different approaches and contexts in which masterplanning is being used with new instruments and goals as an evolution of urban practices.

This new generation of masterplanning is testing renewed strategies to understand and plan cities and neighbourhoods and in the different cases covered in the book traces of new democratic discussions, the intersection of the digital and physical, open source networks, evolutionary and organic approaches, scientific tools or social issues considerations can be found.

The next video shows Lucy Bullivant at Strelka Institute explaining some main ideas and cases from the book:


Lucy Bullivant: Masterplanning Futures: the ideals and processes of masterplanning in the 21st century from Strelka Institute on Vimeo.


lunes, 14 de enero de 2013

Artículo. Urbanismo adaptativo: crisis, transición y temporalidad

Dejo aquí una versión ampliada de la comunicación presentada en el pasado congreso EQUIciuDAD 2012. Todas las comunicaciones han quedado recogidas en el libro del congreso.

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El proceso de expansión territorial que hemos vivido en las dos últimas décadas y de forma particular en los años anteriores a la crisis económica es uno de los elementos que mejor contextualiza no sólo las causas de esta crisis sino también los importantes efectos que ésta tiene. Desde la perspectiva de las políticas públicas de ordenación del territorio, de la planificación urbanística y, en general, la gestión pública local, la dimensión territorial y urbana es, hoy en día, una importante incógnita en las políticas para salir de la crisis.

La forma en la que se ha entendido la política local y el papel de los proyectos de desarrollo urbano han dejado un complejo mapa de infraestructuras infrautilizadas, de equipamientos sin uso posible por incapacidad financiera para mantenerlos abiertos siquiera, de desarrollos de vivienda fallidos, de espacios a medio urbanizar, etc . Un diagnóstico que, desgraciadamente, sólo hemos sabido entender cuando ya era demasiado tarde. Salir de la crisis implica dar respuesta a estos recursos públicos que se han convertido en una losa patrimonial de gestores públicos y privados y un pasivo que lastra la capacidad de recuperación. Salir de la crisis implica, necesariamente, abandonar de una vez el pensamiento de hardware respecto a la gestión del territorio y el desarrollo urbano. Este pensamiento de hardware ha priorizado la construcción de infraestructuras como vía única e inexorable para el desarrollo económico. Y bien que sabemos que ese desarrollo económico era un gigante con pies de barro. Puertos de mercancías, puertos deportivos, estaciones de tren de alta velocidad, centros de arte contemporáneo... han sido la promesa permanente para traer prosperidad, una prosperidad que como vino se fue.

La agenda de las políticas urbanas necesita reinventarse para un tiempo que no fue el previsto en las normativas que rigen las dinámicas del urbanismo tal como lo hemos conocido. El marco tradicional del urbanismo ha perseguido siempre fijar usos y dar respuestas sólidas y con vocación de permanencia con herramientas de planificación que buscan dar estabilidad. Sin embargo, en un momento de cambio como el que vivimos, esta aspiración de permanencia necesita flexibilizar su lógica para poder ser permeable a proyectos y dinámicas de expresión social mucho mejor adaptadas a la realidad social actual y a la urgencia por ofrecer valor social a tantos recursos ociosos en las ciudades.

¿Qué hacemos mientras tanto? Por un urbanismo adaptativo 
La crisis, muy a nuestro pesar, va a implicar cambiar esta perspectiva de un urbanismo defensivo y jerárquico frente al dinamismo social y el cambio de escenario en el que nos encontramos. Seguramente, no será por convencimiento y la tentación constructora seguirá esperando su oportunidad. Pero poco espacio le va a quedar. Frente a este modelo de desarrollo que sólo ha pensado en grandes proyectos como forma de hacer ciudad, necesitamos una estrategia mucho más inteligente y no expansiva. Una estrategia adaptativa que, al menos mientras conseguimos salir de la crisis, pueda rescatar ese pasivo y convertirlo en activo público para la dinamización de la vida colectiva en las ciudades y la expansión de inteligencia de software.

El estado de parálisis permanente y de recortes generalizados en el que están las políticas municipales puede convertirse, así, en detonante de una manera de enfocar las políticas públicas locales, y especialmente en lo que tiene que ver con el espacio construido, en la que se promuevan tácticas de intervención y formas de mirar a los problemas mucho más abiertas, frente al modelo agotado de la planificación jerárquica, centralizada e institucional de la ciudad que en esta fase de crisis va a necesitar fórmulas imaginativas y flexibles de gestión.

En este sentido, la crisis va a precipitar (ya lo está haciendo, de hecho) la emergencia de nuevas tipologías de proyectos de intervención y activación de capacidades urbanas que hasta ahora tenían poca cabida en las políticas públicas locales. Se trata de proyectos que, en muchos casos, en la época del urbanismo expansivo y de los grandes proyectos urbanos apenas tenían eco o eran directamente consideradas como outsiders a contracorriente. Sin embargo, en esa época y en condiciones de escaso apoyo institucional, los colectivos y organizaciones que las impulsaban han sido capaces de comprobar su valor social como dinamizadores de la vida urbana. Y, ahora que la crisis impide la formulación de grandes proyectos de intervención jerárquica, aparecen más visibles como el mejor catálogo de seguir reactivando la vida en las ciudades desde una lógica de "bueno, bonito y barato". Esta última expresión no trata de menoscabar su valor sino, precisamente, de destacar el valor de estos proyectos. Se trata de acciones capaces de generar grandes impactos en clave de dinamización social a un coste muy bajo y un alto significativo.

En las dos últimas décadas, por ejemplo, si no me equivoco, prácticamente todas las capitales de provincia en España a excepción de una han construido su propio centro de arte contemporáneo siguiendo el patrón del Guggenheim de Bilbao, esperando el mismo efecto y sin entender que la transformación iba mucho más allá de un mero contenedor. Son hijos de una época donde lo sencillo -al fin y al cabo, había financiación disponible-, para soñar con poner a la ciudad en el mapa con la excusa del arte y el turismo, era utilizar la arquitectura icónica como argumento. La realidad ha hecho que muchos de estos proyectos hayan fracasado, como propuestas artísticas sólidas y también como instrumentos de impulso de la ciudad. Hoy estos equipamientos tienen dificultades para mantener su programación, se encuentran sub-utilizados o directamente cerrados por falta de financiación. Entierran con ello toda la inversión realizada y el efecto multiplicador que prometían.

Desde un enfoque adaptativo, son hoy pasivos –en términos de valor social- que la crisis ha dejado y el objetivo tiene que ser convertirlos en activos públicos. Y para ello hace falta cambiar la mentalidad. Se trata de una lógica aplicable igualmente a otros recursos: infraestructuras, equipamientos, espacios públicos, locales comerciales vacíos, nuevos desarrollos urbanísticos, solares sin uso, tejados en viviendas y edificios públicos, etc. ¿Qué hacemos con todo ello? ¿Cómo podemos aprovecharlos al máximo para no tener que volver a necesitar seguir consumiendo territorio o justificando nuevos proyectos inviables en estos tiempos?

Hace falta una gestión del "mientras tanto". Es difícil a estas alturas saber cuándo conseguiremos salir de la crisis, pero sí sabemos ya que llevará un tiempo, y tenemos dudas además de que las cosas vuelvan a ser como antes. Desde la perspectiva del territorio y las políticas urbanas, es difícil que vuelvan las prácticas que fueron común denominador en los últimos años. Ojalá no vuelvan nunca. Pero, de mientras, la agenda de políticas urbanas sigue necesitando disponer de soluciones que ofrecer. Ese "mientras tanto" es el que podemos dotar de contenido a través de nuevas tipologías de iniciativas y una nueva forma de entender la ciudad.

Pensemos en los locales comerciales . Son, sin duda, uno de los efectos más visibles de la crisis, tanto en los centros de las ciudades como en las periferias. Negocios que no han podido soportar la crisis y se han visto obligados a cerrar, dejando en cada pueblo o ciudad una red de recursos físicos disponibles sin actividad. Para enfrentar este problema existen muchos ejemplos en otras ciudades del mundo que muestran cómo poder dar usos transitorios a estos locales, convertirlos en recursos sociales para usos comunitarios, artísticos, comerciales, etc.

Lo mismo sucede con los solares vacíos, solares cuyos propietarios ya no están en condiciones de edificar o urbanizar y que representan una enorme ineficiencia en términos de consumo de territorio. Existen fórmulas flexibles para activar estos espacios con intervenciones mínimas que son capaces de generar efectos en forma de apropiación comunitaria, de reactivación de la vida social, etc. Desde usos deportivos hasta huertos comunitarios, estos espacios requieren de imaginación para poder intermediar entre todos los intereses en juego, con una lógica más abierta y horizontal.

La crisis también ha impedido, en muchos casos, la urbanización o la renovación de espacios industriales, grandes pastillas en la trama urbana a las que en los últimos años se les ha dado salida con el gran proyecto de renovación urbana a gran escala, normalmente en espacios de usos portuarios o industriales. ¿Qué hacer con ello? ¿Permitir que siga sin un nuevo uso hasta que sea posible conseguir una gran inversión para poder renovarlo? ¿No podemos hacer nada mientras tanto a un bajo coste? ¿O pensar en usos alternativos?

Otro efecto de la crisis es que puedan quedar abandonados proyectos de grandes espacios comerciales en las afueras de las ciudades, otro de los rasgos comunes de la economía urbana de las últimas décadas. Tenemos la opción de dejarlos cerrados. Tenemos la opción de derribarlos. ¿Tenemos más opciones? ¿No podemos reconvertir sus usos y aprovechar que ya están construidos para abrirlos de nuevos como activos?

Para todas estas preguntas, el modelo de urbanismo expansivo, jerárquico y formalista prevé soluciones extremas y definitivas: derribar, cerrar, clausurar, impedir, etc., desde una visión de la agenda urbana en la que domina el gran proyecto definitivo. Frente a esta óptica, la salida a la crisis pasa necesariamente por adoptar fórmulas flexibles y abiertas para la gestión del espacio urbano, que no impida o limite la utilización al máximo de todos los recursos públicos. Va a ser la hora de la imaginación, porque se acabó la época de la arquitectura espectáculo y de los grandes desarrollos urbanísticos. A lo largo de estos años se ha acumulado una enorme experiencia y conocimiento sobre cómo abordar tácticas de intervención en la ciudad más útiles, creativas y participativas. Es cuestión de querer mirar con otros ojos las ciudades.

Temporalidad y permanencia en la ciudad en crisis
La aspiración de permanencia es una de las condiciones clásicas que ha perseguido el urbanismo a lo largo de la historia porque las intervenciones físicas en la ciudad persiguen durar a lo largo del tiempo y dar solución definitiva. La normativa urbanística se dirige, entre otras cosas, a dar estabilidad al proceso de desarrollo urbano tratando de crear condiciones de estabilidad y permanencia. La estabilidad es el ámbito preferente del urbanismo, porque es el escenario en el que la normativa, los criterios y las decisiones ofrecen claridad y dan soluciones persistentes. Por ello, la temporalidad, cualquier solución transitoria es una rara avis en la intervención urbanística porque el ejercicio planificador huye de estos espacios grises donde las decisiones no se vinculan a la producción de espacios y recursos urbanos, sino a procesos de equilibrio temporal donde las soluciones y la normativa ha de adaptarse con el tiempo con flexibilidad.



El libro The temporary city , escrito por Peter Bishop y Lesley Williams, es un recorrido muy bien organizado a través de las diferentes tipologías de proyectos de naturaleza temporal en la ciudad, sea cual sea las nombres que tomen (temporary, transitional, interim, pop-up o meanwhile). Aunque el libro es, básicamente, una revisión de experiencias británicas, el marco analítico es perfectamente válido para otros contextos en los que el urbanismo dispone de herramientas de formalización y solidificación de usos. Y, aunque no pretende una utilidad como guía práctica, es una de las aproximaciones más completas que he encontrado sobre esta cuestión que está teniendo tanta atención últimamente. Tanto que hay quienes ya se apresuran a rechazar tanta atención. En cualquier caso, el texto plantea con claridad las razones de la efervescencia de este tipo de proyectos urbanos y las vías por las que se van colando como instrumentos relevantes para la gestión urbana.

Siendo como es la crisis económica uno de los motores que pueden estar extendiendo este tipo de prácticas, no son los problemas financieros las únicas razones. Fenómenos como los de las shrinking cities (Detroit, Flint,..) nos han hecho preguntarnos qué hacer con tantas extensiones urbanas literalmente abandonadas. Las grandes industrias en declive en las economías más avanzadas han generado en las dos últimas décadas grandes solares industriales en los que a veces se han probado nuevas fórmulas de regeneración más allá del proyecto uniforme. Las calles de nuestras ciudades han visto cómo se cerraban locales comerciales y ha habido que hacerse la pregunta de qué hacer con tantos recursos. Pero no es sólo esto. El cambio en los patrones de la organización del trabajo está creando nuevas formas de ocupación del espacio público y de diversificación de los espacios de oficinas, mientras que el avance en la sociedad conectada está intensificando la organización de nuevas actividades en el espacio público (festivales, happenings, instalaciones o flashmobs, por ejemplo) utilizando las tecnologías digitales como favorecedores. De la misma forma, el activismo y las contraculturas siguen luchando por encontrar en la ciudad las respuestas que el urbanismo formal y el mercado inmobiliario no ofrecen.

Son muchos los proyectos casi emblemáticos que circulan por las redes y van ganando atención, hasta el punto de convertirse algunos en iconos. Algunos de ellos aparecen en el libro y son significativos precisamente aquellos en los que los propietarios privados entienden estos proyectos como alternativas viables. No son las barreras legales, financieras o urbanísticas la gran dificultad. La traba es el conservadurismo a la hora de afrontar los problemas urbanos cambiando la lógica. Es la falta de visión de que se pueden atajar desde otra perspectiva. Son proyectos que ponen en crisis y afloran las contradicciones entre el procedimiento regulatorio y formalista del urbanismo y el enorme dinamismo de las necesidades sociales y la ciudadanía. Esas contradicciones seguirán existiendo, siempre. La cuestión es si el marco regulatorio necesitará aprender a incorporar lógicas de corto plazo frente a la mentalidad de largo plazo del masterplan, lógicas transitorias frente al rigorismo de la urbanización. Sólo así podrá darse salida, caso a caso, a los pasivos que llenan las ciudades y que tienen que activarse cuanto antes.

Esta dinámica para favorecer usos espontáneos , temporales, accidentales o informales en los intersticios de la regulación formalista y planificadora puede alcanzar a todas las funciones de la ciudad. Encajan aquí los espacios temporales de consumo en forma de pop-up restaurantes o tiendas, que activan espacios abiertos o cerrados para dar vida a lugares o calles en declive o abandonados, pero también las intervenciones capaces de ampliar la gama de "escenarios" urbanos como espacios públicos, como espacios marginales de uso residual ganados como atractores de atención en tejados, infraestructuras subutilizadas, solares abandonados o espacios entre edificios. Son usos que en la investigación Post-it City ya fueron bien explicados y definidos también como formas de resistencia ante la normalización de los comportamientos públicos en el espacio urbano al renovar el carácter urbano de estos espacios en términos de acceso, libertad, densidad e interacción, enfatizando el valor de uso frente al valor de intercambio. Son espacios donde pueden volver a surgir o se amplían usos deportivos, como espacios de juego infantil, como cines o espacios de exhibición artística o, sobre todo, como espacios de protesta y manifestación.

Son intervenciones que ensanchan las posibilidades de expresión del compromiso social y en sí mismos, experimentos de innovación social llevada a la calle al ampliar nuevas formas de participación y organización ciudadana a través de herramientas y contextos de diálogo y confrontación.

Usos temporales en grandes proyectos de intervención urbanística 
A veces tendemos a circunscribir las posibilidades de la lógica del urbanismo táctico y temporal a lugares de tamaño limitado (solares) o con vocación de espacio público (parques, plazas, calles, etc.), pensando únicamente en su utilidad como intervenciones de pequeña escala. Sin embargo, en estos tiempos de crisis en los que buena parte de los grandes proyectos urbanísticos están paralizados o simplemente han visto cómo la ejecución del plan se va a llevar más tiempo del previsto inicialmente, no podemos permitirnos mantener estos espacios urbanos esperando a que vuelvan tiempos mejores para que el promotor termine la edificación o se complete el plan urbanístico durante años y años. ¿Se puede hacer algo más que contemplar las vallas que encierran estas obras paralizadas?

Un proyecto ilustrativo en este sentido es el de la remodelación de la zona de King´s Cross en Londres, una gran extensión de terreno asociada a la estación de alta velocidad y que acogerá diferentes usos a través de un amplio periodo de tiempo. Argent, la entidad ganadora del concurso, propuso desde el inicio un master plan muy flexible, asumiendo, por un lado, que todo master plan es obsoleto desde el principio y, segundo, que merecía la pena el aprovechamiento de los terrenos mientras cada ejecución se fuera terminando. De esta manera, el lugar es capaz de acoger actuaciones de transición y experimentación mientras se completa el master plan con una estrategia de hacer accesible el terreno en construcción y acoger actividades e instalaciones temporales. De entre todas las intervenciones que ha ido acogiendo a lo largo del tiempo quizá sea el Electric Hotel, un teatro pop-up impulsado por entidades culturales que vieron en terrenos que aún no estaban siendo reurbanizados una oportunidad para instalar una sencilla estructura para desarrollar actuaciones nocturnas de sonido y danza, dando así una utilidad temporal a este espacio. En la misma zona de la ciudad también tenemos otro ejemplo similar: el aprovechamiento de una gasolinera ya en desuso en un solar que en su tiempo se convertirá en uso residencial pero, mientras llega ese momento, se ha reconvertido en una instalación temporal, The Filling Station, que acoge un restaurante a partir de la reutilización de la infraestructura básica ya existente. También en Londres, en Newham, se está desarrollando otro proceso muy similar: un proceso urbanizador extremadamente largo resuelto con la liberación del lugar para acoger actividades mientras tanto a través de un proyecto, Canning Town Caravansei desarrollado por AshSakula.



Otro proyecto de interés es el desarrollado en Gante (Bélgica), en una antigua área industrial que, antes de pasar a ser de uso residencial a través de un proceso de regeneración urbanística acoge desde hace unas semanas un amplio espacio cultural al aire libre. Identificado como Espacio DOK, la introducción de la lógica temporal ha permitido liberar un espacio para uso comunitario que, de otra manera, simplemente habría quedado como un lugar vallado con el “under construction” imposibilitando cualquier otro uso que no sea su destino final. De nuevo, estamos ante un master plan que asume la posibilidad de lo temporal no como un obstáculo frente a la tradicional pretensión exclusiva, permanente y expulsiva sino como una oportunidad para ampliar las posibilidades de disfrute de la ciudad e incluso, generando ingresos temporales para el propio promotor (incluye cafeterías, mercado y espacios de exposición artística junto a actividades musicales, deportivas, cine al aire libre, huertos comunitarios, etc.). De nuevo, una forma de crear utilidad social en un proceso de transformación urbanística complejo y extendido en el tiempo mediante la introducción de permeabilidad en los usos transitorios.

La experiencia de ZAWP es otra buena forma de explicar el potencial de este tipo de lógica frente al master plan. Bilbao tiene abierto su último gran proceso transformador en el área conocida como Zorrozaurre, para la que está aprobado un master plan diseñadopor Zaha Hadid. Pensemos cómo la regeneración de Abandoibarra apenas se acaba de terminar por completo y ha sido un proceso que ha durado casi dos décadas en una época de gran bonanza económica. Así que es de esperar que un proceso igual de complejo como el de Zorrozaurre, y ahora desarrollado en un escenario económico mucho más difícil lleve también mucho tiempo (¿2030?). Por eso, desde ZAWP supieron ver la oportunidad que representaba, sin renunciar la posición crítica frente a los planes del ayuntamiento, desarrollar un proceso de reutilización de los espacios y posibilidades que ofrece este barrio industrial, Con un marcado carácter de promoción cultural y de visibilización de la memoria del propio barrio, este proyecto es una buena forma de entender las posibilidades de introducir lo transitorio en los procesos urbanísticos más complejos, incluso como fórmula para influir en el diseño final resultante.

Son unos pocos ejemplos de los que se podrían mencionar. Todos apuntan a la capacidad de flexibilizar la intervención urbanística de cierta escala para dar utilidad a espacios que no pueden quedar simplemente en suspensión porque están pendientes de su urbanización o regeneración. Es evidente que la tradición del urbanismo más formalista busca cobijo en lo permanente, la gran escala, el largo plazo y la planificación jerárquica. Es la estabilidad administrativa propia de nuestra tradición jurídica pero cada vez es más evidente que no responde a los cambios mucho más rápidos de la realidad y a las necesidades sociales. La crisis ha paralizado tantos proyectos urbanísticos es nuestras ciudades (y lo estarán durante mucho tiempo previsiblemente) pero sería una enorme pérdida no encontrar utilidad para esos espacios con propuestas capaces de activar la capacidad creativa de la sociedad y de generar activos públicos flexibles y muy poco costosos.

Nuevas dinámicas adaptativas 
I. Recuperar lonjas comerciales sin actividad para usos comunitarios 
Los efectos de la crisis sobre los espacios construidos de la ciudad empiezan a ser más que visibles. Entre ello, uno tiene una especial incidencia en la vida urbana, el cierre progresivo de locales de uso comercial a pie de calle. Negocios que no han podido soportar la bajada del consumo o las dificultades de acceso al crédito para mantener su actividad han ido cerrando sus puertas y bajando sus persianas. Indudablemente, el primer efecto es que el comerciante o impulsor del negocio ve trastocados sus planes empresariales y los/as trabajadores/as pierden su empleo. En segundo término, el propietario del local ve cómo la renta de su arrendamiento desaparece. Y, en tercer lugar, el abandono de la actividad añade un punto más de pérdida de vitalidad en la calle o plaza donde está situado el local.

Se trata de una situación que, me temo, va extendiéndose poco a poco, con mayor incidencia en determinados entornos urbanos. En este blog otros corresponsales ya han ido trabajando mucho sobre los vacíos urbanos y otros efectos derivados de la crisis pero, haciendo un juego de palabras, nos encontramos con un aumento constante de los vaciados urbanos, espacios de uso comercial que dejan de cumplir -coyunturalmente, en principio- una función dentro de la ciudad y pasan a nuevas obsolescencias urbanas. Vaciados de la actividad para la que fueron pensados, ¿volverán a tenerla alguna vez? ¿Volverán a tener el mismo tipo de actividad comercial? ¿Pueden tener un uso transitorio mientras capeamos la crisis?

Via sustainablecitiesnet

Algunas iniciativas relevantes en este sentido son:
• Art in Unusual Places es una iniciativa basada en Leeds que busca convertir locales desocupados en galerías de arte temporales. Lanzado en diciembre pasado, es un programa de colaboración entre el Ayuntamiento de Leeds, la comunidad empresarial (propietaria o gestora de locales) y el sector cultural, que permite a los artistas para mostrar su trabajo en los escaparates de los locales desocupados. La iniciativa ofrece estos espacios sin coste para los promotores de proyectos o artistas para la celebración de exhibiciones temporales en varios locales que ya han sido incorporados a la iniciativa, y junto a ello ha habilitado también otro local para que artistas residentes durante tres semanas realicen sus trabajos y puedan exponerlos.

• Meanwhile Project es un programa de actuación impulsado por el gobierno británico con el objetivo de impulsar la recuperación de los centros históricos urbanos que han visto reducirse su atractivo comercial en la actual crisis económica. A través de un sistema de colaboración público-privada y de un fondo de intervención, se busca generar actividad transitoria para espacios y locales comerciales inactivos mientras sus propietarios no los vuelvan a activar o no tengan usos reconocidos. Con ello, se centra en mantener el valor de los activos inmobiliarios de la ciudad en beneficio comunitario, evitando la sensación de abandono del centro histórico, reactivando la vida urbana y social y ofreciendo oportunidades de instalación de actividades económicas y cívicas emergentes. La iniciativa la lidera la Development Trusts Association en el marco del programa Advancing Assets for Communities impulsado por el departamento de Communities and Local Government (CLG). Bajo el programa han surgido diferentes actuaciones locales, como el Noiselab(Manchester), The Old Still (Peterborough), Nomad (Hastings) o Market Estate Project (Londres).

• Changing Spaces trata de una iniciativa conjunta del ayuntamiento de Cambridge y la agencia público-privada de la ciudad para el impulso de proyectos de colaboración y desarrollo. El proyecto busca activar espacios en desuso por la crisis económica para usos transitorios de exhibición y creación cultural, con el objetivo de dinamizar la capacidad de expresión de los artistas locales, atraer creadores de otros entornos y generar un mayor clima de confianza social. En poco tiempo dispondrán de siete locales "liberados" y ha utilizado hasta ahora 15 locales para dar salida a las actividades de de cuarenta artistas y grupos locales.

• Empty Shops Network es una red de actuaciones que buscan, al igual que las anteriores, activar y reutilizar locales sin uso actual para dotarlos de actividades culturales y de ocio que pueda server como focos de reactivación social de las calles que más pueden estar sufriendo la crisis a nivel comercial. Bajo el paraguas de esta iniciativa se han reactivado más de setenta locales en todo el Reino Unido, aunque en este caso, la red va más allá de actuar únicamente sobre locales comerciales y ha realizado también intervenciones sobre los espacios públicos y sobre solares abandonados.

Estos ejemplos, junto a otros que están surgiendo en ciudades como San Francisco, Newcastle (Australia) y otros forman parte de una nueva dinámica basada en la cesión inmobiliaria para crear nuevos espacios distribuidos de carácter cultural, pero quizá es más novedoso que se liguen a una táctica de lucha contra la crisis y sus efectos en la vida urbana. Seguro que la fórmula también puede encontrar "insuperables" trabas administrativas en las ordenanzas y regulaciones locales sobre licencias de actividad y de apertura, sobre condiciones mínimas de uso,....pero sospecho que son salvables si existe un interés real y se gestionan convenientemente.

II. Repensar el suelo dedicado a aparcamiento 
No es fácil acceder a estadísticas fiables, pero cualquiera que mire con un poco de profundidad la ciudad y el modelo de ocupación del territorio sospechará que dedicamos una gran parte del suelo disponible a asfaltarlo para un uso único e inconstante para depositar esos electrodomésticos llamados coches. Como cifra aproximada, en algunas ciudades alrededor de un tercio de las tramas metropolitanas están ocupadas por espacios dedicados al aparcamiento. Esta tendencia, en cualquier caso, puede variar bastante en función de la tipología de la ciudad de la que tratemos pero nos puede valer como referencia para entender el alto coste de oportunidad que tiene la ocupación del escaso espacio urbano para dedicarlo a superficie de parking. No hace falta irse a los casos más extremos para entender que la disponibilidad de espacio de parking ha sido una prioridad en la organización espacial de la ciudad, constituyéndose casi como una especie de derecho y una petición constante a las autoridades. ¿Tiene sentido cómo hemos pensado y diseñado las políticas de aparcamiento?

Sean grandes superficies comerciales de las periferias con amplios parkings en superficie pensados para acoger el máximo de clientes en sus horas punta (lo cual significa que la mayor parte del tiempo están infrautilizados), aparcamientos alrededor de las sedes corporativas de las grandes empresas de las afueras de las ciudades o de parques industriales y tecnológicos y, también, los márgenes de la mayoría de los viarios de las ciudades para aparcar en línea y en batería. Todos estos espacios tienen un enorme potencial de transformación que podrían tener desde el diseño urbanístico para dotarles de usos alternativos y un menor impacto social y ambiental. De hecho, la idea de repensar el aparcamiento no ha calado apenas en el parking en superficie, al contrario que el parking subterráneo, que sí que ha dado lugar a mejoras significativas, bien tecnológicas (poco a poco, este tipo de parkings van incorporando sistemas de automatización para indicar el número de plazas disponibles y orientar de alguna forma al cliente), bien de diseño. La cuestión es si estos espacios pueden diseñarse de forma más atractiva y estética, si se pueden incluir consideraciones ambientales en su diseño y dinámica de funcionamiento y si pueden admitir otros usos alternativos al simple contenedor de coches. Dado que ocupan tanto espacio y tienen tantas implicaciones sobre la percepción que tenemos de la calidad del espacio en la ciudad, a pesar de ser un elemento tan pasivo y al que prestamos tan poca atención (de hecho, sólo lo "vemos" en ese 5% de tiempo de media que nuestros coches están realmente en funcionamiento), necesitamos pensar más allá de la zonificación, los ratios y los requerimientos mínimos de diseño, las tres patas a través de las cuáles pensamos estos espacios. La regulación del estacionamiento de vehículos en la vía pública es, de hecho, una constante en la Historia, y el autor rescata los primeros vestigios en Asiria y en la época del Imperio romano, pero no fue hasta la llegada del automóvil privado de combustión y su extensión desde principios del siglo XX cuando las primeras ciudades empezaron a sistematizar las zonas exclusivas de aparcamiento (parking lots) y, posteriormente, con la llegada del urban sprawl, su utilización como reclamo en la suburbanización de la ciudad.

Estrategias para una mejor integración espacial de estos espacios en el continuo de la ciudad (en lugar de cómo barreras o discontinuidades), acondicionamiento y equipamiento para su uso recreativo (por ejemplo, en los parkings de las grandes superficies comerciales o los estadios deportivos), su flexibilización para usos compartidos de aparcamiento y plazas públicas, la utilización de nuevos materiales en lugar del simple asfaltado, admitir su utilización como espacios para exhibiciones culturales, utilización como huertos solares en sus cubiertas, su reclamación temporal al estilo de los Park(ing) Day o iniciativas parecidas,... son algunas de las alternativas que el autor propone.

III. Los callejones también existen 
Melbourne es una de las ciudades más reconocidas por su calidad de vida, entre otras cosas por su vibrante vida cultural y la alta calidad de sus espacios públicos y calles, al menos en comparación con la imagen típica del urbanismo de tradición norteamericana y que tanta influencia tiene en Australia. El centro de Melbourne (el Central Business District) tiene una morfología cuadricular que acoge prácticamente en todas las manzanas callejones que unen sus calles principales. Son pasos relativamente estrechos pero, la mayoría, abiertos de un lado al otro, entre edificios de alturas moderadas en la mayor parte de los casos. Estos callejones están condenados, casi en cualquier ciudad, a ser espacios residuales, de poca actividad, oscuros y de escaso valor social y económico. En el caso de Melbourne, esta estructura de la trama urbana en forma de parrilla ha dado lugar a espacios casi ocultos entre sus calles concebidas como grandes avenidas y esos callejones funcionan como articuladores y manifestaciones de diversidad cultural y de usos alternativos más allá del bullicio de las calles principales. Pequeñas tiendas, estudios de arte, cafés, espacios de innovación social, murales, instalaciones de arte urbano,...es lo que puedes encontrar, haciendo de esto una de las señas de identidad de la ciudad al pasear por ella y encontrar tanta vida en una tipología de espacios que normalmente encontramos abandonados y sin un uso definido.


Se trata de una estrategia que empezó en los años ochenta del pasado siglo, con el proyecto de revitalización urbana Postcode 3000 diseñado por Rob Adams, Director de diseño Urbano de la ciudad, que proyectó, entre otras cosas, la necesidad de poner en valor y reutilizar los edificios y espacios del centro urbano que estaban sin uso por aquel tiempo. Desde entonces, los callejones han ido acogiendo poco a poco pequeños negocios locales mediante la integración de estos usos en el planeamiento, pero también una actividad creciente de acciones artísticas, culturales y comunitarias en torno a ellos. De hecho, el propio ayuntamiento acoge apoya estas actividades a través del programa anual Laneway Commissions, que busca dinamizar estos espacios a través de actividades temporales. Se trata de una experiencia, obviamente, difícil de trasladar a otros contextos; primero, por la propia forma urbana que ha permitido la existencia generalizada de este tipo de espacios, que en otras ciudades es más difícil de encontrar. Es más relevante la lógica que hay detrás de ello: aprovechar, activar al máximo todo lo que sea posible, las capacidades en la ciudad. En este caso, son unos recursos físicos que, sin embargo, posibilitan la expansión de capacidades sociales, de generación de actividad y espacios públicos.

IV. Mapeando recursos ociosos en la ciudad 
A través de herramientas de crowdsourced mapping construir colaborativamente mapas mediante la agregación de aportaciones de usuarios se convierte en un método de trabajo que ensancha el alcance de los proyectos. Pero el mapa siempre es un medio o, casi mejor, una excusa para crear dinámicas de cambio reales en el entorno físico (y huir así del peligro de convertir a los usuarios en meros agregadores pasivos de contenido). Ese es el planteamiento de tres iniciativas que buscan mapear estos recursos para visibilizarlos y socializar la oportunidad de darles salida activa, creando contextos de compromiso individual y colectivo sobre espacios concretos de la ciudad.



Algunos proyectos internacionales que mejor están trabajando en esta línea son:

• 596 ACRES. Un proyecto focalizado en Nueva York (creo que nació con Brooklyn como primer objetivo y de ahí se deriva su nombre, ya que cuando empezaron localizaron 596 acres de terrenos públicos vacíos y sin uso en Brooklyn) con el objetivo de ofrecer nuevos espacios comunitarios en barrios donde las zonas verdes. Para dar a conocer la enorme cantidad de espacio disponible y sin un uso asignado han construido un completísimo mapa de espacios, catalogados además en función de la etapa de apropiación en el que se encuentran (sin actividad aún, con grupos trabajando sobre ellos, en los que ya hay acceso comunitario o incluso espacios privados con usos comunitarios). El apartado de recursos en su web también es un buen compendio de herramientas para trabajar desde esta perspectiva.

• [IM]POSSIBLE LIVING. Este proyecto acaba de lanzarse y no tiene la trayectoria del anterior, pero también es una iniciativa que a través del mapeado quiere crear sensibilidad hacia los recursos infrautilizados en las ciudades. En este caso, su objetivo son los edificios y no necesariamente en las ciudades, sino cualquier edificación en ciudades, periferias, montes o campo que sea susceptible de un uso más intensivo. En este caso el planteamiento es construir un mapa colaborativo mediante la contribución de usuarios de cualquier parte del mundo que quieran localizar en el mapa edificios abandonados. Lanzado desde Italia, en las últimas semanas ha ganado atención y el mapa ya localiza más de 500 edificios, definidos a través de diferentes categorías según su uso previo, su propiedad o sus condiciones. De nuevo, la idea es que el mapa ayude a visibilizar esta cuestión y sirva para catalizar procesos de colaboración entre personas y colectivos que quieran dar soluciones creativas

• 3SPACE. Esta es una de las iniciativas relacionadas con intervenciones desde el urbanismo táctico en el Reino Unido más interesantes, y eso que hay bastantes organizaciones públicas y privadas trabajando en esta línea de poner en uso locales comerciales, suelos y equipamientos. Aunque el mapeado colaborativo en este caso no es su principal instrumento, sí que podemos ver en un mapa las diferentes propiedades con las que están trabajando para tratar de reactivarlas. 3space es una plataforma de intermediación entre necesidades sociales y propietarios privados que busca facilitar a organizaciones comunitarias acceso gratuito a recursos infrautilizados para proyectos temporales o pop-up mientras los suelos o los locales no vuelvan al mercado. De esta manera, desde una perspectiva de mientras tanto y a través de un esquema bastante sencillo de reglas para su utilización, estos espacios se convierten en activos útiles.


Conclusiones 
El escenario en el que se han movido las políticas institucionales relacionadas con el urbanismo en las tres últimas décadas al menos ha dejado de existir. Un modelo expansivo vinculado a la expansión y burbuja inmobiliaria ha dejado un denso paisaje de infraestructuras y recursos públicos de todo tipo con un nivel de actividad, ocupación y uso muy bajo. Todo ello representa un enorme coste de oportunidad mientras no sean re-activados para su uso social. Ante una crisis que tiene más de estructural que de coyuntural, la única opción viable es responder con herramientas adaptadas a la nueva situación y, en este sentido, el urbanismo ha de ser capaz de ofrecer herramientas viables. El enfoque adaptativo presentado en este artículo es un marco para construir estrategias públicas de intervención en la ciudad en su conjunto allí donde existan recursos ociosos para dotarlas de usos transitorios. Lo transitorio no es, sin embargo, una segunda opción, o la opción menos mala tal como están las cosas. Es una opción de primer orden capaz de dar respuesta a una nueva realidad.

viernes, 11 de enero de 2013

Week picks #10


THE PLACE STATION

The Place Station introduces public and private sector owners of land and buildings across the UK to social and community entrepreneurs with ideas for transforming their local area.
The Community Right to Bid is now in force, introduced in the Localism Act 2011, it places a new duty upon local authorities in England and Wales to “maintain a list of land in its area that is land of community value”, as nominated by the local community. If any land or buildings on this list then comes up for sale, the local community will be given six months to prepare a bid to buy the land. This new Community Right gives local communities more time to help them buy key assets that are for sale on the open market, promoting community empowerment and enabling big society solutions to flourish. A guide to the Community Rights and the Localism Act can be found here.
Local communities usually have strong views about which buildings and services they care about, and the mapping of community assets is likely to be of interest to a wide range of local people and groups. The Place Station website helps to illustrate the nature and scale of local community ambitions, and to prioritise assets of community value for nomination to formally held lists held by Local Authorities. This can also be of value to a range of stakeholders with an interest in take-up of the Right to Bid. The site also aids local authorities in identifying which of their assets may have potential for community asset transfers.

DESIGN TRUST FOR PUBLIC SPACE

The Design Trust for Public Space is a nonprofit organization dedicated to improving public space in New York City.
We are urban visionaries, who think systemically about how cities work. From parks, plazas and streets to city buildings, transportation systems and entire neighborhoods, the Design Trust has been at the forefront of shaping New York City's public realm since 1995.
These projects are initiated by community groups, city agencies, and nonprofit organizations who look to the Design Trust's long experience engaging multiple stakeholders —and deep familiarity with how New York City really works— to influence city policy or design practice, improving the built environment.

URBAN FABRIC PROJECTS

Urban Fabric brings together independent analysis with lectures by academic, practice and policy experts from across the country. The project presents case studies from around the world that offer successful strategies for elevating textile cities, and other cities that are looking to fill the void left by failing or relocated industries.
The textile city – its past, present and future – is prototypical of cities shaped by departed industries. In America, and worldwide, textiles profoundly altered physical and social landscapes. Entire cities grew around rivers where mills could draw power, and slave populations swelled to cultivate vast territories of cotton. Like many industries that once underpinned the United States’ economy, textiles gradually faded. And yet the cities and people remain, often disenfranchised and struggling.

INSTITUTE OF NETWORK CULTURES

The Institute of Network Cultures analyses and shapes the terrain of network cultures from the inside. No innocent bystander, it actively contributes to the field through events, publications and online dialogue. The sphere of new media has huge potential for socio-technological change – the mission of the Institute of Network Cultures, the INC, is to explore, document and feed this potential.
Established in 2004 the INC takes as its focus the Internet and other new forms of media. The INC is a framework for the realisation of a diverse array of projects, with a strong emphasis on content. Its goal is to create an open organisational form where ideas from both individuals and organisations can be given an early institutional context.
A key INC focus is the establishment of sustainable research networks. Following from this the INC seeks to identify emerging critical topics and to then initiate and steer dialogue and exchange in order to shape the way these new forms develop. Differentiating the INC from Information Technology research is its emphasis on the interaction between aesthetics and social relations within technological environments. Attention is also paid to the intercultural aspects of the field. The INC views theoretical developments and self-reflection as vital to the creation of the rich autonomous language that this new area of knowledge deserves.



Week picks series features every Friday some initiatives and projects I found or want to highlight on this blog. It will help me to track new findings from community groups, startups or local governments working and delivering solutions relevant to the issues of this blog. I often bookmark them or save them on Tumblr while I wait to use them. Maybe this a good way.



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