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lunes, 10 de diciembre de 2018

Mesa redonda. Ciudades inteligentes, innovación social y digital

Bajo el marco de Barcelona’gov (red de centros de investigación y formación avanzada en gobierno y gobernanza) y su oferta de cursos de invierno, del 23 al 25 de enero de 2019 se celebrará el curso Gobernanza urbana y políticas de ciudad, coordinado por Ismael Blanco y Yunailis Salazar (Instituto de Gobierno y Políticas Públicas IGOP-UAB).


El programa, pendiente aun de unos últimos flecos, es intenso y recoge una mirada amplia a diferentes realidades e iniciativas municipalistas.

Tendré el gusto de participar el día 24 en la mesa redonda titulada "Ciudades inteligentes, innovación social y digital", junto a Carles Ramió (UPF); David Sancho (UPF), Marc Pradel (UB), Ricard Espelt (UOC) y Pilar Conesa (Smart City Expo).
La actividad se desarrollará a lo largo de 3 días, cada uno de los cuales se dividirá en dos sesiones (de mañana y de tarde) articuladas alrededor de un eje temático concreto: 1) Gestión pública en el contexto de la gobernanza plural; 2) Gobernanza metropolitana y desigualdades sociales; 3) Ciudad y globalización; 4) Ciudades inteligentes y empresarialismo urbano; 5) Democracia participativa y derecho a la ciudad; 6) Movimientos sociales y vecinales: economía social y comunes urbanos.
A lo largo de las sesiones se compaginarán tres tipos de actividades: 1) Conferencias magistrales a cargo de personas de gran renombre en las materias tratadas; 2) Seminarios a cargo de expertos y de personas de referencia en su ámbito profesional; 3) Mesas redondas para la presentación y el contraste de experiencias de Barcelona con otras ciudades.
Inscripciones

lunes, 27 de julio de 2009

Escala metropolitana en época de redes

Leo un acertado artículo de opinión de Carme Miralles en Público, El año Cerdá y las áreas metropolitanas, en el que la autora sugiere aprovechar la conmemoración de los 150 años de la aprobación del Plan de Reforma y Ensanche de Barcelona para repensar la escala metropolitana para ajustar las grandes ciudades españolas a los retos de la nueva economía, de la misma forma que los ensanches sirvieron para adaptar la realidad urbana a la expansión del modelo industrial. Termina su artículo así:
¿Es posible hablar de vivienda, de transporte, de equipamientos educativos, comerciales, sanitarios, de gestión de los residuos o de política industrial sin tener presente este fenómeno plurimunicipal? El sentido común, la eficacia de las políticas públicas y la experiencia en otros países indica que se tiene que atender esta realidad cotidiana de muchos ciudadanos y, con ello, iniciar el debate del fenómeno metropolitano español, que está por hacer. Sería una cuestión nacional, transversal, pluridisciplinar, enraizada a la vida real de miles de ciudadanos y que nos permitiría reconocer nuestros problemas urbanos comunes y, con ellos, encontrar las mejores soluciones. E, incluso, ir un poco más allá y entender el fenómeno urbano, muy poco comprendido e interpretado. Aunque es en las ciudades donde la izquierda pierde las elecciones.
Algunos apuntes hemos lanzado por aquí respecto a la necesidad de abordar la escala metropolitana; posiblemente, una hipótesis excesivamente improvisada nos llevará a pensar en reducir el número de ayuntamientos y acercar la realidad institucional a la realidad funcional de las ciudades. Algo que, por otro lado, es absolutamente impensable. Hemos creado ya demasiados sillones, demasiados despachos. Pero, quizá también hemos creado demasiados polígonos industriales (cada pueblo el suyo), demasiados polideportivos (cada pueblo el suyo), demasiados planes generales (cada pueblo el suyo), demasiados nuevos desarrollos urbanísticos (cada pueblo el suyo), etc. Por supuesto, estamos en la época de las redes, de hiperterritorio, de la subsidiariedad, de la descentralización y la distribución equitativa sobre el territorio. Pero no son ideas contradictorias. Porque para que las redes se desarrollen, supongo, hacen falta menos fronteras administrativas que impiden lo que, de facto, ya existe más allá de ellas.

Foto vía satnitefever en Deviantart.

lunes, 19 de enero de 2009

Obama. El primer presidente de los Estados Unidos de perfil urbano

A escasas horas de la toma de posesión de Barack Obama como nuevo presidente de los EE.UU es bueno recordar algunas de las explicaciones de su triunfo, sobre el que en su momento dedicamos algunos posts. Explicar el triunfo de Obama es tan sencillo como entender lo que han supuesto los ocho años de desastre de George W. Bush. Sólo con mirar su larga lista de infortunios, meteduras de pata y agresiones a todos los niveles basta para entender la aspiración de cambio que ha unido a gran parte de la población estadounidense.

Más allá de esto, Obama ha introducido otros factores en la teoría y en la práctica del marketing y las campañas electorales, al haber manejado de forma sorprendentemente eficaz las herramientas de la web 2.0 y haber accedido así a la emergente cultura digital que, de alguna forma, ha ejercido de ámbito de influencia y prescripción viral de su mensaje. Esta presencia digital de Obama ha tenido enorme impacto en la blogosfera española, y seguirá teniéndola ya que Obama mantendrá en principio sus actividades en las redes sociales.

En este post veremos cómo existen también otras explicaciones de su triunfo, concretamente la influencia del voto urbano. En efecto, Obama ganó las elecciones gracias a su influencia en los entornos urbanos, y a un programa electoral en el que precisamente los asuntos urbanos, con un marcado carácter social, ocupaban un papel importante.


Photo: Based on image by Matthias Winkelmann


Ya recogí en su momento algunos mapas suficientemente representativos sobre la realidad de la distribución geográfica del voto entre demócratas y republicanos, que recogimos en este post, donde veíamos el clarísimo liderazgo de Obama en las grandes ciudades (donde se concentra, obviamente, mayor cantidad de población), obteniendo nada menos que el 71% de los votos en las grandes ciudades, que representan el 11% del total de votantes. Este factor ya tuvo importancia durante la propia campaña electoral, rescatándose un viejo esquema que dice que los demócratas son de la ciudad y los republicanos de los suburbios.

Un esquema que la revista Esquire rescata estos días para enseñar cómo la victoria rotunda en los sectores urbanos ha sido determinante para la victoria demócrata, ya que en años en los que no ha conseguido obtener tanta distancia en el voto urbano los republicanos han salido tradicionalmente vencedores. Otros mapas nos ofrecen imágenes similares.

Sin duda, un presidente que ha plasmado su preocupación por la calidad de vida en las ciudades y por la calidad de las mismas ciudades en su programa electoral y en su propuesta de fortalecer su Administración con un equipo fuerte en Políticas Urbanas. Un presidente que ha pasado a ser el primer presidente metropolitano, si atendemos al lugar donde nació, creció y se forjó como persona y, también, de alguna manera, forjó su espíritu. Un presidente que soñó un día con ser arquitecto. Un presidente que ha sabido entender que había vida más allá del discurso del miedo y la seguridad.

A partir de aquí, posiblemente, una avalancha de decepciones frente a un estado de agitación del ánimo fácil de imaginar estos días en los Estados Unidos, al menos entre quienes han deseado este cambio.

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jueves, 4 de diciembre de 2008

Momentos de la participación ciudadana en políticas públicas

El post de ayer (Fines de la participación ciudadana en políticas públicas) lo terminaba remitiendo a este nuevo que hoy publico. Dejaba con algo de intriga la cuestión sobre los alcances o fines de la participación ciudadana:
  • ¿Dónde empieza la participación?
  • ¿Cuándo podemos empezar a llamar a algo participación?
  • ¿Qué cosas son participación y qué cosas son mero maquillaje político o ejercicios tecnocráticos disfrazados de transparencia ficticia?
Mi planteamiento es que TODO VALE. Sí, todo puede ser participación EN UN MOMENTO DADO. Esa podría ser una de las claves. Veamos algunos ejemplos que se me ocurren:

¿Una encuesta ciudadana es participación?
Sí y no. Sí lo será siempre que forme parte de un proceso participativo y de una actitud abierta de la Administración Pública que lidere el proceso. Preguntar, por ejemplo, a la población de un municipio sobre sus actitudes ante la inmigración es una herramienta de participación si forma parte de una estrategia amplia de participación para la elaboración de un Plan Local de Inmigración, si antes y después de ese momento hay previstos otros canales de participación, si los resultados de esas encuestas son tratados adecuadamente e influyen en la fase de diagnóstico técnico, si además se da cuenta a la población de la forma en que ha influido esa encuesta, si las personas que han intervenido en la encuesta tienen feedback individualizado de "lo que ha pasado" con sus respuestas, si el diagnóstico cuenta también con otras técnicas o canales de participación y no se quiere cubrir únciamente el requisito participativo con uan encuesta mecánica.

¿Un mecanismo de votación popular de propuestas es participación?
Sí y no. No lo será si no hay diversidad de propuestas, si no ha habido previamente capacidad de influir en la pre-selección de las propuestas, si la forma de explicar a la población las propuestas es técnica e inaccesible a la mayoría de la población, si las formas o canales de votación son inaccesibles, si no se pueden matizar las respuestas, si la información previa con la que la población cuenta sobre el proceso en el que se inscribe esa votación no es suficiente para tomar una postura suficientemente informada, etc.

Podríamos poner más ejemplos e invitados estáis a hacerlo. La cuestión importante para mí es el momento. ¿Existe un momento ideal para la participación? Desde el punto de vista del proceso de toma de decisiones la participación sería siempre deseable. Pero sí es cierto que habrá muchos supuestos en los que no será factible y será necesario concentrar el proceso participativo en un momento determinado y, en estas circunstancias, lo que resulta fundamental será situar dicho momento participativo de manera que encaje bien en el conjunto del proceso de toma de decisiones públicas.

El momento elegido también puede estar vinculado a la ambición y amplitud del proceso. Así, si hablamos de un tema muy concreto (emplazamiento, diseño y construcción de una instalación deportiva o una zona de esparcimeinto público), es posible organizar la participación al inicio y así se puede debatir tanto la propia realización del proyecto como sus características más específicas. Por el contrario, si estamos hablando, por ejemplo, de la reforma del PGOU (Plan General de Ordenación Urbana), sería necesario un proceso participativo al inicio que permitiera debatir sobre el modelo de ciudad y otro posteriormente para hablar sobre espacios más concretos.

De esta forma, vinculando los objetivos de la participación al momento del proceso en el que estamos, es más fácil pensar en formas diferentes de participación, más sencillo introducir en cada momento la participación pensando en diferentes canales participativos. Así, siendo muy sintéticos, cualquier decisión pública abierta a la participación cuenta con varios momentos:
  • Información y documentación previa
  • Organización del proceso
  • Diagnóstico o valoración de la situación de partida o el problema a atender
  • Identificación de alternativas de actuación
  • Valoración de alternativas de actuación
  • Elección de la actuación
  • Evaluación y seguimiento del proceso

Entiendo que es una clasificación discutible, pero que puede valer para dos tipos de proceso de decisión pública: elaboración de planes, programas y estrategias, que requieren un proceso largo con pasos muy estructurados; y la decisión sobre actuaciones concretas. Esta clasificación nos ayuda a entender el objetivo que hay detrás de cada momento. Esos momentos tienen sus propias exigencias y características, que condicionan las posibilidades de aplicar unas herramientas de participación u otras. Y esta es precisamente la confusión que creo que a veces tenemos. Desdeñamos, por ejemplo, que en la fase de organización de los proceso haya "poca" participación, pero la cuestión es que quizás en ese momento sólo sea posible que haya "poca" participación. Cada momento tiene sus formas posibles de participación (no tendría sentido una asamblea multitudinaria para hacer aportaciones a un diagnóstico, por ejemplo) y a veces tenemos la imprresión de que hay formas participativas que son poco participativas.

No sé si he llegado a explicarme. En realidad, creo que con el último párrafo acabo de darme cuenta de que va a ser necesario al menos un tercer capítulo para redondear un poco la idea: ¿qué es mucha y qué es poca participación? ¿Cuánto y cómo es deseable? Eso lo dejo para mañana.


Las fotos están obtenidas del post Real life or miniature?, obtenidas a su vez de donniedark0, Modest and Jill y Kris Kros.

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miércoles, 3 de diciembre de 2008

Fines de la participación ciudadana en políticas públicas

¿Qué es participar? ¿En qué participar? ¿Para qué participar? Preguntas complejas, sin duda, pero son las que voy a intentar aclarar con algunas ideas, a riesgo de ser sintético, en varios posts. En el blog de Javier Linares surgió un debate interesante sobre la participación, en el que parecíamos estar en desacuerdo sobre hasta dónde llegar con la participación. Y como tuve la impresión de que estábamos de acuerdo en las formas, pero estábamos llamando participación a "cosas" diferentes, me he propuesto ordenar algunas ideas, a ver si nos aclaran algo o, posiblemente, introduzcan más ruido en la blogosfera.

En su momento, cuando escribí junto con otros Criterios generales para la planificación de procesos participativos, trabajamos con el concepto ya clásico de escalera de la participación. Massimo Menichineli recogía hace unos meses en un post algunas de las propuestas sobre este concepto, haciendo un recorrido desde la primera escalera de la participación hasta una última utilizada para la web 2.0. Incluso antes Alorza en Administraciones en red ya había trabajado estos asuntos y Julen por su lado se encargó de apuntar a esa escalera de la Web 2.0. En realidad, hay multitud de propuestas de escaleras de participación, porque se supone que cada tipo de participación está en un nivel superior de profundización democrática y de implicación en el objeto central de "lo participado". Así, una fórmula algo más simple (simplista) que desarrollamos en aquel artículo nos ofrece cinco fines principales de la participación ciudadana:



  • Información. Nos referimos aquí tanto a la información de tipo descendente, de las autoridades a la ciudadanía, como a la ascendente, de la ciudadanía a las autoridades. En lo referente a la información descendente, no resulta suficiente su inserción en los boletines oficiales ni el cumplimiento de las condiciones mínimas exigidas por las legislaciones vigentes. La información debe ser visible y accesible y llegar a toda la ciudadanía, incluso a aquellas personas que no parecen mostrar interés alguno por los asuntos públicos. Se trata de proporcionar información en cantidad y calidad suficiente para permitir y facilitar la comprensión de la actividad pública y la formación de una opinión propia sobre ella. La información, disponible en las oficinas de atención ciudadana o mediante la difusión a través de los medios de comunicación locales o de Internet, y la elaboración de documentación específica sobre los planes en marcha deben evitar su utilización propagandística e incluir información detallada sobre las distintas alternativas y las razones existentes para la adopción de una determinada decisión. Por información ascendente entendemos la gestión activa de sugerencias, quejas y reclamaciones, que facilite una verdadera pedagogía de la participación y que siente las bases de un amplio y sólido proceso participativo.
  • Consulta. La consulta puede considerarse como un segundo paso en la escala ascendente de la participación ciudadana y puede ser legalmente preceptiva (como en algunos procedimientos administrativos donde existe la información vecinal o pública) o voluntaria, cuando las autoridades locales deciden mejorar sus decisiones teniendo en cuenta la opinión de determinados grupos o individuos afectados o del público en general. Su propósito es recoger una opinión que será o no tenida en cuenta pero que debe contribuir a la toma de decisiones. Existen variados métodos para ello (encuestas de opinión, encuestas de satisfacción, estudios de impacto ecológico, reuniones públicas, referendos consultivos, consejos ciudadanos deliberativos, consultas directas a través de los nuevos medios que ofrecen las tecnologías de la información…) y la calidad de los datos obtenidos depende en buena medida del grado de calidad de la información con la que cuente la población para emitir su juicio u opinión.
  • Concertación. Las autoridades reconocen a la ciudadanía como experta o interesada en las cuestiones que le afectan e implica su intervención permanente en estructuras sectoriales o territoriales, en los procedimientos administrativos o en la formulación de las políticas públicas locales, facilitando ciertos mecanismos de consenso pero sin comprometer obligatoriamente a las autoridades en ellos.
  • Codecisión. Es la inclusión de la ciudadanía en la adopción de decisiones vinculantes para las autoridades, lo que implica compartir el poder y un compromiso contractual con un elevado grado de implicación. Algunas fórmulas de codecisión son los referendos decisorios, los consejos ciudadanos vinculantes, los presupuestos participativos, etc.
  • Cogestión. La aplicación de una política pública también tiene su modalidad participativa mediante la cogestión o coparticipación de las autoridades y la propia ciudadanía en la gestión de los asuntos colectivos. A veces, se produce como consecuencia de un proceso de codecisión, pero también pueden adoptarse acuerdos de partenariado entre la institución pública y el tejido social, organizados sobre programas de acción previamente decididos, al menos en sus objetivos, por las autoridades; en algunas ocasiones, los ciudadanos y ciudadanas se apropian del proceso, dando paso a la autogestión.

Normalmente he tendido a pensar que este modelo tan lineal nos distrae demasiado. Es muy lógico, muy secuencial, pero nos lleva a pensar en términos de máximos, a descartar algunas opciones intermedias, a pensar que siempre nos dejamos algo. Siempre seré un aspirante a los máximos en estos temas -aún no me han convencido de lo contrario-, pero creo que hay que jugar con un poco de realismo y tratando de integrar de la forma más eficaz posible la participación ciudadna en los procesos de decisión y de gestión pública.

Por eso, creo que es más importante fijarse en otras cosas, de las que hablaré mañana para no hacer muy largo este post.

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martes, 28 de octubre de 2008

¿Por qué es necesaria la participación ciudadana en el urbanismo?


Siguiendo con el post de ayer, relativo a la participación ciudadana, rescato algunos párrafos de aquel trabajo. En esta ocasión, se trata de algunos argumentos sobre la necesidad de integrar en el proceso urbanístico perspectivas ciudadanas. Eso sí, revisando este texto me doy cuenta de que, en realidad, no es este uno de los capítulos de los que me ocupé; aún así, supongo que a Antxon no le importará leer esto si algún día lo vuelve a leer.

La ciudad- además de edificios, calles, parques, monumentos, transportes, trabajo y ocio- es, ante todo, una comunidad de personas que no puede limitarse a compartir un espacio físico mejor o peor resuelto, sino que necesita compartir emociones, ideas, aspiraciones, logros…que tengan una plasmación real. La evidente carencia de la dimensión de “proyecto en el que poder participar” hace que nuestra necesidad de intervenir se vuelque cada vez más en la casa y los bienes personales, y nuestra necesidad de decidir se circunscriba a la parcela más íntima de cada cual. Todo ello se traduce en una actitud de repliegue en lo individual que favorece el incremento del número de personas insatisfechas que habitan ciudades insatisfactorias.

Los hábitats humanos proyectados por arquitectos y urbanistas no han conseguido satisfacer las necesidades y/o deseos de los habitantes a los que estaban destinados al no tener en cuenta en el proceso de diseño sus verdaderos intereses, necesidades y preferencias. Esta percepción conduce a una sensación de desapego y desarraigo y a una falta de identificación con el medio urbano.

Nuestro sistema social, basado en la concentración del poder sobre el espacio en un reducido número de personas, impide que la ciudadanía experimente la sensación de apropiación del medio. Las ciudades, cada vez más impersonales, con una excesiva cantidad de información que la población no puede dominar y una organización del espacio construido sin ninguna relación con sus necesidades y aspiraciones reales, se oponen a la apropiación del entorno, pasándose de una dinámica de solidaridad a unas estrategias individuales de supervivencia que caracterizan las últimas décadas y que originan un individualismo exacerbado que no duda en maltratar, agredir y/o vandalizar todo aquello que escapa a la gestión directa del sujeto. Resulta evidente, por lo tanto, que dejar en manos de un número muy reducido de personas la responsabilidad de decidirlo todo acerca del lugar donde vivimos está acarreando consecuencias graves tanto para los espacios como para la propia ciudadanía.

Ante esta situación, y para analizar en mayor profundidad esta problemática, parece lógico preguntarse… ¿Serían como son muchos de los edificios, barrios, parques y servicios de nuestras ciudades si hubieran intervenido en su diseño las personas que diariamente los utilizan?

Parece obvio que no se puede pretender hacer arquitectura sin contar con los hombres y mujeres, sus motivaciones y pulsiones más vitales y sin plantearnos que el sujeto y su mundo no son entes abstractos e inanimados, sino portadores de carga emotiva, simbólica, cultural, vivencial, pasional y vital que les posibilita como creadores y forjadores de su propio entorno.

(...)

Cuando la población no participa en la transformación espacial, no sólo tiene lugar una producción del espacio de manera diferente sino que también se producen un tipo de relaciones humanas distintas que dificultan la participación en la transformación paisajística.

(...)

La participación es necesaria como fuerza innovadora porque sólo a través de ella tenemos acceso a informaciones precisas de lo local y garantizamos la satisfacción de los actores y actrices al lograr la identificación de la ciudadanía con la actuación implementada. Asegura la “esperanza de eficacia” de nuestras acciones, nos permite diseñar acciones para el aquí y el ahora, incluye la confrontación de necesidades y proyectos, posibilita la complementación entre lo distinto, abre el campo de lo comunitario, hace aflorar la red de las redes, la relación de las relaciones y permite la comunicación directa y el intercambio informal de conocimientos necesarios para innovar.

La participación ciudadana que, en función del contexto, puede ser considerado un elemento dinamizador o amenazador de las prácticas urbanísticas o del ordenamiento territorial, ha de ser considerada como un instrumento técnico de primera magnitud que proporciona información útil al personal técnico y un elemento importante en la toma de decisiones a fin de configurar un marco adecuado a las necesidades colectivas, evitando el mero decisionismo administrativo que impone a la ciudadanía modelos ajenos a sus necesidades reales.

Permite asegurar que los problemas y soluciones consideradas y las carencias y necesidades identificadas son correctos e integra los diferentes puntos de vista, que el análisis sea más fiable al ser realizado por personas que, aún no siendo “expertos temáticos” sí ejercen de “expertos convivenciales” fruto de su experiencia vital en el medio sobre el que se pretende actuar, que se eviten o minimicen las soluciones equivocadas , que se prevean los posibles conflictos al estar presentes todas las personas directa o indirectamente implicadas y fomenta una mayor sensibilización y preocupación por parte de la ciudadanía y una mayor transparencia que mejora la imagen de la actuación política.

La riqueza real y el activo esencial de una ciudad o territorio es su gente y, ante los recursos naturales finitos, sólo cabe aprovechar el potencial casi ilimitado de las personas y su capacidad para crear redes de colaboración y confianza social.

La complejidad de los problemas a resolver y la diversidad de actores y actrices implicados hace inevitable la utilización de fórmulas participativas y públicas basadas en compromisos que sepan conjugar la legitimidad democrática de la representación con la soberanía popular generando una nueva ciudadanía, recuperando el sentido de la democracia y construyendo colectivamente las ciudades.

La ciudad es intercambio, comercio y cultura. Es concentración física de personas y edificios, diversidad de usos y de grupos. Es el lugar del civismo, donde se dan procesos de cohesión social y se perciben los de exclusión, de pautas culturales que regulan relativamente los comportamientos colectivos, de identidad que se expresa material y simbólicamente en el espacio público y en la vida ciudadana. Es, en definitiva, donde la ciudadanía se realiza mediante su participación en los asuntos públicos de la ciudad, en sus asuntos.

El desafío presente y futuro del sistema político y de la convivencia democrática no consiste sólo en recomponer su relación con la ciudadanía, sino en apostar porque ésta sea agente de su futuro individual y colectivo. Significa pasar de una conciencia de los derechos a otra de los deberes y responsabilidades a través de la asunción de un rol activo en la esfera pública.

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Participación ciudadana en época de Política 2.0

Hace unos años escribí junto a dos compañeros de trabajo un pequeño estudio de sistematización de los criterios para organizar procesos participativos especialmente en procesos de planeamiento urbanístico, con el apoyo de la Escuela Vasca de Estudios Territoriales y Urbanos. Eran tiempos en los que desconfiaba de la web (y creo que, a pesar de todo, sigo desconfiando en cierta medida) y estaba más involucrado cara a cara, in situ, con personas reales y no avatares.

Así que he decidido revisarlos para ver si siguen siendo válidos en su aplicación a modelos de participación pública tipo 2.0. El estudio completo se puede encontrar aquí y fue publicado por Bakeaz. Con el tiempo, trataré también de rescatar en una serie de posts algunas de las experiencias a nivel europeo que identificamos, que creo pueden ser interesantes compartir de aplicación de procesos de participación ciudadana en la planificación y el desarrollo urbanístico.

El trabajo inicia con una serie de aspectos introductorios, entre los cuales están las ventajas de introducir la participación ciudadana en el proceso de decisiones públicas. Rescatando esos contenidos:

  1. La participación aporta elementos de información que sería imposible obtener de otra manera; puede ser una buena estrategia para la anticipación de conflictos y otorga mayor legitimidad a las decisiones públicas, pues crea un sentido de corresponsabilidad entre la ciudadanía y los agentes económicos y sociales; así mismo, contribuye a generar sinergias de diálogo y de acuerdo entre agentes y poderes públicos.
  2. La participación no aparece sólo como solución de problemas, sino como «construcción de problemas». Permite decidir cuál es el problema, construir problemas conjuntamente.
  3. Permite crear el hábito de participación entre la ciudadanía y el propio equipo municipal.
  4. Facilita la ampliación del ámbito de participación, llegando más allá de los líderes de opinión tradicionales.
  5. Posibilita la formalización de canales de comunicación entre los distintos sectores de la población.
  6. Contribuye a una resolución más eficaz de los problemas al lograrse mejores diagnósticos de las necesidades, mayor riqueza en la búsqueda de soluciones y movilización de recursos; además, es la llave para problemas cuyas respuestas están sólo en la comunidad.
  7. Fomenta la integración social, reforzando y estructurando las comunidades.
  8. Desarrolla el sentido de pertenencia y la identificación de las personas con su medio.
  9. Permite comprender mejor las decisiones alcanzadas.
  10. Puede facilitar la continuidad de las intervenciones decididas.
  11. Posibilita estrategias a largo plazo.

Como decía, en 2005 yo aún no había entrado a valorar las posibilidades del uso social de las nuevas tecnologías, así que el trabajo es claramente de orientación 1.0. sin embargo, descubro que hay elementos en esa clasificación de "bondades" de la participación que deberían inspirar la aplicación de herramientas basadas en redes sociales y en la colaboración a la hora de introducir la participación ciudadana en las decisiones públicas. He marcado en negrita las palabras o expresiones que me suena al "nuevo lenguaje 2.0":

  • Mejorar el proceso de decisión introduciendo en el debate público intereses e informaciones sub-representadas es una de las ventajas que encontramos en la aplicación de herramientas 2.0 a la política, por ejemplo.
  • "Diálogo", esa palabra que tanta esperanzas genera como razón de ser de la red.
  • Lared como "habíto", como realidad en el comportamientos social de cada vez más personas (aún minoritarias, eso sí).
  • La red como plataforma para superar liderazgos tradicionales, jerarquías monolíticas basadas en la partidocracia y otros reductos de la sociedad no-conectada; la red como oportunidad para el nacimiento de nuevos liderazgos descentralizados, más incontraolados, más inestables y más abiertos a lo inestable.
  • La red como canal permanente, maleable, autónomo pero permeable también a la interacción con lo público.
  • Sin duda, el punto 6 da de lleno en la cultura red: crear respuestas desde el trabajo colaborativo, comunitario, desde diferentes puntos de vista, y generando conocimiento práctico, compartido y más creativo que la suma de las partes.
Como decía antes, seguiré revisando algunos de los planteamientos, por ver si podemos rescatar algunas cosas. Por ahora, intuyo que encontraremos más cosas útiles. Posiblemente, lo 1.0 y lo 2.0 son sólo conceptos que ordenan, pero detrás de ellos lo que hay son VALORES, y si son los mismo en 2005 y en 2008, tiene sentido que nos vayamos a encontrar con más coincidiencias.

Para terminar, puestos a rescatar viejos trabajos, también hace un par de añitos el Centro de Investigación del Medio Ambiente (CIMA) del Gobierno de Cantabria nos publicó un trabajo, menos teórico y con un sentido más práctico, relacionada con la participación ciudadana, en este caso vinculada a los procesos de sostenibilidad local. El manual se puede encontrar en este enlace. En este caso, se trata sobre todo de una exposición muy sintética de técnicas sencillas de organización de talleres en un contexto de escasos medios (entidades locales, gran parte de ellas de tipo rural). Obivamente, talleres 1.0 al máximo. Ahora lo que "pega fuerte" es el unconferencing, Pecha Kucha Nights, Barcamp, World Cafe, y otros derivados. Apuesto a que los criterios para aquellos estos "inventos" (inclusividad, sencillez, dinamismo, alto rendimiento y eficacia, promoción de la creatividad personal, construcción en grupo,..) están también presentes en aquellos más tradicionales.

¿Será que está todo inventado? ¿Será que la tecnología cambia (de las tarjetas y papelógrafos al video streaming) pero la actitud y los valores permanencen?

jueves, 16 de octubre de 2008

Sociedad red. Comunicación (política)

¿Un diálogo entre Josu Jon Imaz y Miquel Iceta? Para empezar, una alegoría de la política desde la química, a cargo de Antoni Gutierrez-Rubí.

Empieza Josu Jon Imaz:

  • De las naciones a las redes, de David de Ugarte.
  • "Internet no crea la red", hay que disociarlos. "La sociedad red es algo previo", me alegra escuchar esto, he tenido la impresión por ahora en el curso que estamos demasiado centrados en la tecnología.
  • "No hay centro, cada uno puede poner su centro donde quiera". Suena bien, pero no sé, no termina de convencerme. ¿Estamos demasiado metidos una "élite" en estas cosas pero la realidad es más tozuda? ¿No estaremos hablando demasiado de nosotros mismos? Quizá nos creemos que somos nosotros el centro, pero sigue habiendo poderes fuertes, poderes clásicos.
  • "Construirse la identidad frente a otro es muy fácil y ya no vale. Ahora, cuantas más conexiones con otros, más fuerte soy y más fuerte es mi identidad". -serían las implicaciones para el concepto de nación, y aplicables también a las "identidades nacionales minorizadas".
  • Y ahora toca el partido en red y el candidato en red. Barack Obama como paradigma del nuevo candidato que aprovecha la tecnología y la red como maquinaria politica.
  • Por fin hablamos de "los más indefensos de la sociedad", me alegra oirlo, y que lo plantee además como un riesgo. En este blog he insitido bastante en que esto de la red, lo 2.0., tiene claros riesgos de exclusión, de multiplicación de la exclusión.
Continúa Miquel Iceta:

  • Citan los dos a Daniel Innerarity. He leido algún libro de él y merece la pena, porque incluso a pesar de su densidad literaria, propone conceptos muy influyentes.
  • La incertidumbre como nuevo paradigma. Y además el receptor ya no tiene sólo libertad para elegir, sino que tiene la posibilidad de crear sus propios contenidos, y "discutir la autoridad del emisor". Vuelve a salirme un impulso de duda. Pienso en la cultura política y me cuesta; precisamente, como dice Innerarity, frente a la enorme capacidad de innovación social de otros sistemas sociales, el sistema político-partidista-institucional va muy por detrás.
  • "La libre opción de desconectarse". Ante la saturación, ¿Cuántos han decidio desconectarse ya de la tecnología conectadora? Y, sobre todo, ¿cuántos están desconectados socialmente, más allá de tecnologías?
  • Política 2.0: la gente sólo escuchará a quien haya demostrado que es capaz de escuchar. Pienso en todos esos blogs institucionales y de candidatos políticos que han surgido últimamente y no sé si escuchan.
No he podido preguntar, pero tenía ganas de sugerir algunas cosas. Entre ellas, mi impresión sobre el funcionamiento de la blogosfera en cuestiones de posicionamiento ideológico y partidista. Tengo la sensación de que hay un claro riesgo de endogamia y condescendencia, que entramos a dialogar, a conversar con los iguales, con los que compartimos ideas, y tendemos a alejarnos de quienes piensan diferentes. Creo que es un elemento generalizado en cualquier temática que se mueve en la web. Pensemos qué fuentes agregamos: prácticamente siempre son blogs que nos gustan, que nos son afines. Sería bueno, quizá, que por cada diez blogs con el que compartimos ideas y añadimos a nuestro lector RSS añadiéramos al menos uno con el que no estamos de acuerdo o, simplemente, mira las cosas desde otro punto de vista, desde otra disciplina técnica o científica. Y admito que soy el primero que no lo cumple.

Ahora continúa Andrew Rasiej, del Personal Democracy Forum:

  • Presenta un mashup de los eventos de la campaña de Obama.
  • Cuenta una anécdota muy gráfica sobre la llegada de internet a las elecciones americanas, a partir de la organización autónoma y ajena a la oficina electoral de Howard Dean de un movimiento de apoyo en internet a partir de un simple artículo en un periódico.
  • Youtube ha destruido campañas de candidatos al Senado simplemente por la reproducción viral de un vídeo.
  • "¿Is Obama using the internet or is the internet using him?" Interesante pregunta.
  • Buscando "Obama" en Google, los diez primeros enlaces son contenidos producidos por Obama, todo en positivo; si se hace el mismo ejercicio con "MaCain, el resultado incluye en las diez primeras entradas contenidos críticos con él. A eso se le llama ganar una batalla.
  • Otro ejemplo, en este caso de la batalla H. Clinton vs. B. Obama, y cómo un vídeo creado en dos días rompió en un segundo el discurso (vacío de contenido) de la primera relativo a la "conversación", utilizando para ello el símbolo de 1984 y el Gran Hermano (caracterizada como H. Clinton).
  • Otro "piece of crap" de la campaña de Clinton: un vídeo bien facturado, con las ideas claras, contenía una frase ("los blogs se vuelven locos") que fue percibida como negativa por la red y perdió toda su capacidad de contrarrestar el ascenso del vídeo "Yes we can" de Obama. Así, se creó la sensación de que Clinton "no es una de nosotros" para toda una generación de jóvenes - posiblemente, más influenciables que poli-fluentials - y empezó a perder terreno en la carrera de las primarias.
  • Insiste: "dejamos la economía de la escasez y estamos en la economía de la abundancia" y vuelvo a pensar que no es cierto. Estamos NOSOTROS en un entorno de abundancia de aparatitos, vídeos, aplicaciones Facebook, contactos en redes sociales,...pero sólo eso es lo que abunda, inunda. Es la Economía de la Inundación para unos pocos. Gran parte del mundo vive (y muere) en la economía de la escasez, en Etiopía y en Barcelona, en Detroit y en Bilbao. Lo siento, en este punto empiezo a diferir mucho de ese discurso.

miércoles, 8 de octubre de 2008

E-gov 2.0. Citiwiki de Pittsburgh

Un post corto para dar la información de un nuevo ejemplo de utilización de herramientas colaborativas en la línea del 2-Gov 2.0. En este caso, se trata de la ciudad de Pittsburgh, que ha abierto un wiki para invitar las ciudadanos/as a ofrecer sus ideas para desarrollar un sistema de transporte más funcional, inteligente y fácil de usar, accesible a todos los colectivos.


Se trata de una de las muchas experiencias que vamos identificando. En su momento, desde Administraciones en Red se hizo un buen trabajo de recopilación de experiencias (véase el wiki de eadmin) y también de conceptualización (sobre el open government, el O-Government). También Roc Fages y Ramón Sangüesa han recopilado experiencias en su wiki y a través de tags y favoritos de unos y otros se puede ir tirando del hilo para quien se acerque a este tema por primera vez, así como en el blog de David Osimo.

Del caso que nos ocupa destacaría en un primer vistazo el evidente esfuerzo de documentación, en forma accesible, tendente a eliminar tecnicismos, y bien procesada para ser digerida por el público no experto. Me parece no sólo un buen detalle, sino también un síntoma de buena actitud. La participación ciudadana (en formatos 1.0 ó 2.0) ha tendido a veces a hacerse demasiado tecnocrática por no desligarse de tics de jerga técnica. Esto siempe ha sido un obstáculo porque la información que se introduce en un proceso no puede convertirse en una barrera de acceso. He insistido mucho en ello allí donde he "predicado" sobre el tema de la participación ciudadana, en tiempos no tan lejanos en los que me dedicaba más intensamente a ello.

En fin, vamos sumando ideas, recopilando informaciones, y añadiendo motivos para seguir contando con este tema como algo que YA ESTÁ AQUÍ.

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lunes, 29 de septiembre de 2008

Dream Team USA. Departamento de Asuntos Urbanos

Monocle, revista del estilo de vida de la posmodernidad, suele ser una referencia para pulsar algunos temas candentes y cómo se ven desde los Estados Unidos. Enfrascados ahora en las últimas semanas de la contienda electoral, la revista se ha atreviso a publicar un artículo sobre quiénes serían las personas adecuadas para cubrir los diferentes puestos de la nueva Administración.


Así, surgen propuestas como la de Steve Jobs como Director de Innovación o Amory Lovins para el Departamento de Energía y Medio Ambiente, además de otros también interesantes. Me detendré ahora en los asuntos más centrados en este blog, ya que en el artículo se incluye un Departamento de Asuntos Urbanos. En primer lugar, vemos que se contrasta la hipótesis de que la agenda urbana sigue aumentando su interés en los Estados Unidos. Y, en segundo lugar, vemso que la persona elegida para este puesto es el actual alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg. Literalmente, se le propone porque

As Mayor of New York, he rides the subway from his Upper East Side apartment to City Hall in Lower Manhattan. A small gesture maybe, but his support of mass transport speaks of his wider passion for turning the once-untameable Gotham into a city that works.

He has also dared to tackle urban environmental concerns with zeal. High poll numbers suggest he is doing it right, so why not use his talents across the map? Detroit, New Orleans... the list is long and they need you, sir.

Paula Scher, principal at Pentagram, goes further: "I would create a 'Department of Cities' that would merge urban housing development with inner-city infrastructure planning, healthcare, security, mass transportation, energy and education. The point of this new department would be to help cities solve their problems through holistic planning and programming. The various agencies in the department would work collaboratively with local mayors to advise, support, monitor performance and make appropriate aid available. I would select Bloomberg to be its head."

Se trata de una figura política controvertida (un resumen de la discusión en su entrada de Wikipedia), y no dispongo tampoco de información suficiente de primera mano para saber de sus éxitos como líder urbano, pero sin duda es una figura de referencia a nivel mediático. El debate sobre las ciudades en Estados Unidos está prácticamente todos los días en los dirarios de tirada nacional y Juan Freire recoge hoy precisamente este interés en relación con la disputa centro-periferia, de la que también hemos hablado en este blog.

jueves, 18 de septiembre de 2008

Mejorando nuestras ciudades desde la colaboración

Estamos, no es una novedad, en tiempos de blogs, etiquetas, cartografía digital, creación de contenidos por parte de los usuarios y recomendación colectiva, y estas herramientas están empezando a usarse también para generar cambios, nuevos procesos sociales y nuevos canales de comunicación y participación en lo público desde lo local. Las promesas (siempre eternas) de que las nuevas tecnologías supondrían un avance en la cercanía ciudadano-política quizá estén empezando a ser realidad o, al menos, disponen poco a poco de algunas herramientas que pueden acercarnos a ello, con todas las limitaciones que podamos discutir.

Algunas de las experiencias más destacables que conozco (seguro que conocéis muchas otras) de experiencias de utilización de herramientas 2.0 en relación a lo urbano son:

GREEN MAP: una plataforma para el mapmarking de zonas verdes. (aquí el mapa de Swansea), como forma para dar a conocer y ser conscientes del espacio que ocupan las zonas verdes recreativas en las ciudades.

FIX MY STREET: un espacio para identificar problemas de todo tipo (asfaltado, iluminación, falta de espacio público, aparcamiento invasivo, mobiliario urbano deteriorado, etc.) también mediante mapmarking. En España ha surgido ARREGLA MI CALLE también con el mismo propósito de servir de plataforma de información (y, potencialmente, de expresión de descontento y, por tanto, quién sabe si de creación de corrientes locales de opinión que incentiven la acción de los respectivos responsables políticos). Esta última tiene como objetivo ser el lugar de encuentro de todos los ciudadan@s que quieran denunciar el mal estado de sus calles y barrios, con el objetivo de que sirva como canal de comunicación entre ayuntamientos y vecinos para construir barrios y ciudades más habitables.

UNA CIUDAD MEJOR: aplicación multimedia basada en 2.0 que nace de la pregunta ¿qué pasaría si nunca nos impicáramos?, circunscrita a la realidad urbana de Madrid y basada también en la geolocalización de problemas sociales, cutlurales y urbanos de la ciudad. Es una iniciativa nacida al abrigo de las actividades de Medialab-Prado (en concreto, del 2º encuentro Inclusiva-net: redes digitales y espacio físico), quienes, precisamente, tienen abierta ahora una convocatoria de comunicacione4s de trabajos teóricos de visualización de datos urbanos. (Database City 08).

CASAS TRISTES: aplicación de geolocalización de viviendas vacías en España, también abierta a la aliemntación por parte de los usuarios a través de Google Maps.

CIUDADES KYOSEI: asociación dedicada a la promoción de la participación ciudadana por medios electrónicos de software libre.

CANAL ACCESIBLE: una propuesta para identificar mediante fotografías de teléfonos móviles lugares que obstaculizan el movimiento de las personas con discapacidad física en la ciudad de Barcelona.

Quizá haya tiempo en el el próximo Encuentro Sociedad red: cambios sociales, organizaciones y ciudadanos, para analizar el potencial que pueden tener estas iniciativas. Por ahora, termino citando una película de 1993, La estrategia del caracol, que ya entonces supo mostrar con enorme talento y delicadeza las virtudes del trabajo colaborativo.


lunes, 7 de julio de 2008

Sociedad Red

Algunos de los promotores (Juan Freire, Enrique Dans, Genís Roca, Antoni Gutierrez-Rubí, Ismael Peña-López y Marc López, si no me dejo a nadie) del encuentro Sociedad Red. Cambios sociales, organizaciones y ciudadanos han movido estos días el programa definitivo y cómo van las inscripciones. El programa es atractivo, por las personas que forman parte del cartel, entre los cuales se encuentran algunas que no se suelen pasear por estos lares, y porque, por una vez, no nos encontramos ese totem moderno, el "2.0", aunque en el fondo, se hablará mucho de todo ello: interconexión, nodos, conversaciones, diálogo, etc.


Y para mí, será la oportunidad de salir un poco a la luz, tal vez encontrar cara a cara a algunas personas con las que me gustaría charlar tranquilamente. Esa escala humana requiere de las redes: para deslocalizar los mega-centros, para cohesionar, para poner en relación a las personas, para construir espacios colaborativos, para definir formas de relación flexibles multidireccionales, etc.

Nos vemos en Barcelona!

martes, 10 de junio de 2008

Shanghai 2010

La Exposición Universal Shanghai 2010 se está acercando. Se inaugurará el 1 de mayo de 2010 y tenemos que recordar que inventos como el teléfono, las salchichas, el asecensor o la cremallera fueron presentados al público en este tipo de eventos. Esta vez quiero destacar que cuatro ciudades españolas estarán presentes en la sección de Mejores Prácticas Urbanas:
  • Madrid
  • Barcelona
  • Santiago de Compostela
  • Bilbao
Estas ciudades han sido seleccionadas a través de un concurso internacional en el que 113 ciudades de 87 países han presentado su candidatura para presentar sus propuestas de renovación y activación urbana y 55 ciudades han sido finalmente elegidas. Sin duda, es destacable que cuatro ciudades españolas hayn sido seleccionadas por parte del jurado, compuesto por miembros de diversos organismos internacionales: -PNUMA, PNUD, UNESCO, Banco Mundial, OCDE, entre otros-, y representantes de diversas ciudades, de las autoridades chinas y de Expo 2010.

Este área de buenas prácticas urbanas se ha titulado "Better City, Better Life" y pretende recoger por primera vez en una exposición de este tipo el papel de las ciudades en la calidad de vida. El recinto UBPA ocupará un área de 15 hectáreas en una antigua zona industrial con un espacio expositivo divido en cuatro secciones: Ciudades habitables, Urbanización sostenible, Protección y uso del patrimonio histórico e Innovación tecnológica. Específicamente, Bilbao ha sido seleccionada en la sección de Ciudades habitables, al igual que Barcelona, mientras que Madrid y Santiago participarán en la sección de Urbanización sostenible, el primero, entro otras cosas, por el Ecobulevar de Vallecas. Sólo he podido acceder (por ahora) a la documentación de la candidatura de Bilbao:
Por otro lado, el Pabellón de España ha sido también adjudicado a la arquitecta de origen milanés Benedetta Tagliabue, que dirige el estudio Miralles-Tagliabue en Barcelona, con una propuesta que conjuga los elementos tradicionales españoles y chinos presentes en los utensilios de mimbre con la simbología de la plaza uy los espacios públicos abiertos como representación de un espacio articulador de la vida urbana.

Por último, en cuanto a las iniciativas relacionadas con este evento, quiero destacar el proyecto 19.20.21, mediante el cual una serie de promotores individuales, vinculados en su mayor parte al activismo social en los mass media y en la web, quieren llamar la atención sobre los desafíos del cambio urbano. Me parece una iniciativa muy singular, por su sencillez y por su visión sobre los retos urbanos a los que tenemos que enfrentarnos. Quizá, diría que se centra excesivamente en los temas demográficos y que ignora una cuestión de escala fundamental como son las ciudades-región y las grandes metrópolis de aglomeración (¿dónde están el corredor Boston-Nueva York, o los ejes urbanos europeos,por ejemplo?).

lunes, 2 de junio de 2008

The endless city

Las ciudades preocupan, y aún no sabemos si son el problema o la solución. De entre los optimistas, siempre me he quedado con el enfoque entre pragmático y soñador de Jose Ángel Cuerda, una persona entrañable y lúcida que abrió muchos caminos para entender la política local con su paso por la alcaldía de Vitoria-Gasteiz, que insiste siempre en hablar del derecho a la ciudad y la ciudad de los derechos.

Y porque preocupan, son muchos los lugares donde andan o andamos pensando cómo convertirlas en solución. Hoy quiero reseñar una investigación actualmente activa, Urban Age, que está planteando un análisis desde el cambio urbano con experimentaciones analíticas en diversas ciudades de todo el mundo (Nueva York, Shangai, Sao Paulo, Londres, Johanesburgo, Ciudad de México, Mumbai, Berlín y Estambul). Desde su web ofrecen un amplio espectro de contenidos resultantes de las investigaciones que está realizando el equipo de trabajo en cada una de las ciudades, esepcialmente en el apartado de conferencias. Al mismo tiempo, han publicado ya un libro -The endless city- altamente recomendable, ya reseñado en A daily dose of architecture, con cierta querencia hacia el optimismo también. A pesar de los cambios acelerados por los procesos económicos globales, aún hay optimistas, quizá más de los que pensamos, justo en un año en el que la población mundial ha pasado a ser mayoritariamente urbana, tal como ha declarado el State of World Population 2007.
Pero siguiendo con algunas reseñas actuales, recojo algunas de las últimas novedades identificadas en la blogosfera:

What is a City? Rethinking the Urban After Hurricane Katrina (Rob Shields and Phil Steinberg).
Library of Dust (David Maisel).
Night Vision: The Art of Urban Exploration (Troy Paiva)
The Transparent City (Michael Wolf).

Como siempre, ni son todos los que están ni están todos los que son y, sobre todo, ¿de dónde saco tiempo para leerlos o revisarlos al menos?

miércoles, 28 de mayo de 2008

Propuestas e-gov 2.0

El desarrollo de las nuevas tecnologías de la comunicación y, principalmente sus recientes aplicaciones 2.0 han abierto una intensa actividad en diferentes foros académicos y redes de blogs sobre la necesidad de avanzar en su aplicación a nivel de instituciones públicas. De alguna forma, parece que se abre una puerta tecnológica para poner freno a la desafección democrática en términos de participación política de la ciudadanía y para mejorar la prestación de servicios públicos por parte de la Administración.

A nivel conceptual, el eGovernment o Administración 2.0 se basa en la incorporación de soluciones tecnológicas a la práctica de las instituciones públicas, acompañando así a la Administración en el proceso de cambio de las actuales sociedades abiertas. Estas soluciones se basan en conceptos como:

· Administración ciudadanocéntrica: situando al ciudadano en el centro de la configuración de los servicios públicos (véase la iniciativa e-Citizen Charter del Gobierno de Holanda)

· Gobierno relacional y abierto: creando formas de gobierno en red.

· Coproducción de servicios: modelo en el que los usuarios de servicios públicos participan de forma activa en su configuración, su adaptación y su alimentación.

· Funcionario web: como forma de expresar la necesidad de implantar nuevas destrezas, habilidades y, sobre todo, maneras y actitudes de trabajo más basadas en la escucha, la apertura y la colaboración con lo usuarios.

· Facilidad de uso: adaptabilidad de los servicios para adecuarse a diferentes circunstancias desde criterios de flexibilidad organizativa de los recursos públicos.

· Eficiencia en los servicios y automatización de procesos.

Respecto a las aplicaciones del egovernment, entiendo que podemos distinguir al menos dos tipologías:

· Aplicaciones dirigidas a facilitar el acceso y mejorar la provisión de servicios públicos: servicios de información actualizada sobre criminalidad (Chicago), procesos de revisión de patentes (Peer to Patent), información sobre procedimientos urbanísticos (Planning Alert), generación de información pública (Gapminder), sistemas de diálogo con los usuarios para la mejora de los servicios públicos (Patient Opinión), etc. Incluso las agencias de inteligencia estadounidense utilizan este tipo de sistemas para racionalizar parte de su sistema de información a través de Intellipedia. Estas y otras referencias se pueden encontrar en el Joint Research Centre, que de la mano de David Osimo ha publicado un informe de benchmarking sobre prácticas 2.0 en las Administraciones. Otras referencias también se pueden encontrar en el Global e-Government Survey 2008 publicado por las Naciones Unidas.

· Aplicaciones dirigidas a mejoras las políticas públicas. En este caso, los ejemplos podrían ser variados, con cierto bagaje ya en nuestro entorno, aunque hay que reconocer que “no es 2.0 todo lo que reluce” si somos muy puristas. A nivel teórico-práctico, una de las iniciativas más interesantes en este sentido es el proyecto TicCities, promovido por la Generalitat de Cataluña sobre cómo utilizar los avances en las TIC para mejorar las políticas públicas de competitividad local. A través de este proceso se han generado propuestas y reflexiones de mucho interés, en especial un estudio recopilatorio sobre mejores prácticas en eGovernment local.

A nivel de herramientas, algunas soluciones 2.0 ya se están aplicando en la práctica. El blog de Administraciones en Red ha propuesto una posible sistematización, con una ventana abierta a compartir experiencias en nuestro entorno más cercano. Como podemos observar, se trata de herramientas ya existentes (blogs, wiki, podcasting, herramientas para compartir, mundos virtuales, redes sociales, micro-blogging, etc.). Más allá de la valoración sobre el efecto real de estas herramientas a día de hoy, interesa más en este artículo abrir el debate sobre el potencial que encierran este tipo de planteamientos.

En principio, estos planteamientos enlazan con las tendencias actuales en cuanto a las formas de comunicación, relación y generación de contenidos que con cada vez mayor naturalidad vemos y vivimos en nuestras vidas. Por tanto, debería ser deseable una Administración que también asumiera estas nuevas formas de relación, estas nuevas formas de generar y compartir información y conocimiento. Precisamente en un momento en el que el debate sobre la modernización de la Administración está en auge, vemos cómo, por ejemplo, la Dirección de Modernización de la Administración del Ministerio de Administraciones Públicas pasa a denominarse Dirección para el Impulso de la Administración Electrónica. Es, más allá de la valoración sobre este cambio, una prueba de que la incorporación del vector tecnológico a todo el conjunto de retos de la Administración (calidad, innovación, mejora continua, etc) es un hecho hoy en día. No en vano, países como Australia han ido más allá de los planes de modernización ya conocidos a nivel estatal o autonómico (en Castilla-León, Andalucía, País Vasco, etc) y han desarrollado ya programas de egovernment, planteando así la necesidad de centrarse de manera específica las aplicaciones 2.0.

A nivel organizativo, sin duda una de las iniciativas más interesantes se está produciendo en la Diputación Foral de Bizkaia. Desde el Servicio de Innovación del Departamento de Innovación y Promoción Económica, un grupo de trabajadores de la institución ha creado un blog para compartir su experiencia de implantación de la cultura 2.0 en el desarrollo de sus funciones. De esta forma, a través del blog del Servicio de Innovación, están poniendo en práctica una nueva forma de relación con sus clientes, proveedores y colaboradores, a partir de criterios abiertos y colaborativos que buscan facilitar y mejorar el servicio que presta el Departamento. Como ejemplo, han abierto un wiki para establecer un mecanismo de información colaborativa sobre sus servicios y sus programas de subvenciones. Lo mismo ha ocurrido con otras organizaciones que han puesto en marcha programas que permiten a través de herramientas colaborativas la reducción de costes de la Administración, y sus impactos negativos, desde el tráfico y congestión, hasta la descentralización de servicios y reciclaje, o consumos energéticos. Por tanto, tenemos ejemplos centrados tanto en lo interno como en lo externo a la organización.

En definitiva, estamos en un momento de efervescencia y de altísima producción de nuevas propuestas, algunas de ellas alejadas aún de las prácticas tradicionales de la Administración y de la propia ciudadanía, pero que están suponiendo un importante esfuerzo de innovación política. Obviamente, no todos los servicios públicos requiere este tipo de herramientas, pero sí podemos pensar en algunos que realmente mejorarían la práctica de la Administración y mejorarían los servicios prestados. Y más allá de ello, subyace un debate social. La aplicación de este tipo de soluciones no es inmediata, requiere, al menos:

· En primer lugar, garantizar el acceso ciudadano a la tecnología intermediaria (ancho de banda, estándares de accesibilidad W3, GPRS, Wi-Max). ¿Quien no esté conectado widgets y demás pierde calidad en el servicio, no podrá ser usuario de determinados servicios, queda fuera de los márgenes del espacio público ciudadano?.

· Mucho más importante, que la práctica social y las habilidades sociales avancen hacia la utilización cada vez más habitual de este tipo de herramientas en nuestras actividades privadas.

Si ambas condiciones no se cumplen, sí temo que, frente a las visiones más optimistas sobre estos temas, corramos el riesgo de dirigirnos hacia una aristocracia de las elites con mayores e-habilidades, y diseñemos nuevos servicios y posibilidad inalcanzables para la mayoría de la población que, al menos hoy, no ha oído ni mucho menos usado, la mayoría de las cosas que se han mencionado en este artículo.


miércoles, 30 de abril de 2008

Apuntes para un gobierno relacional


Definir los tiempos actuales en términos de complejidad, de nuevos desafíos institucionales, de sociedad del conocimiento, de creciente demanda de nuevos derechos y servicios ciudadanos, de desaparición de algunas de las funciones tradicionales de los gobiernos, de creciente competencia entre territorios, etc. es prácticamente un lugar común hoy en día. Se trata de un diagnóstico pluridimensional compartido por diferentes campos de actuación e incluso por diferentes tradiciones ideológicas.

En el campo de la gestión del territorio y del desarrollo regional, estas cuestiones implican un reto fundamental a la hora de dotar de eficacia a la actuación de los poderes públicos. Por ejemplo, el Cuarto Informe sobre Cohesión Económica y Social de la Unión Europea, recientemente publicado, es un buen reflejo de los retos a los que se enfrentan las regiones como espacio de desarrollo y confirma la apuesta por extender diferentes tipos de alianzas públicas y público-privadas como elemento estratégico de una buena gobernanza y de innovación institucional.

Esta gobernanza trata del gobierno relacional, del gobierno interactivo, del gobierno multinivel, del gobierno de la fragmentación, del gobierno de la complejidad, del gobierno facilitador,…como nuevo paradigma emergente Desde esta perspectiva, disponer de mecanismos de relación intergubernamental pasa a ser una estrategia imprescindible en el éxito de las políticas públicas. Estas prácticas de colaboración son necesarias al menos desde dos perspectivas:

• El despliegue de las políticas públicas requiere, cada vez más, la interacción de los diferentes niveles de gobierno.

• La asignación jurídico-administrativa de responsabilidades y competencias puede ser imperfecta y, de hecho, lo es en muchas ocasiones, porque existen solapamientos y responsabilidades compartidas.

En el caso de la Comunidad Autónoma Vasca, escenario de intervención de diferentes agentes públicos sobre un territorio reducido, la colaboración inter-gubernamental es ya hoy intensa en muchos aspectos, mejorable sin duda, tanto horizontal como verticalmente, y prevista legalmente en muchos procesos administrativos (informes preceptivos, consultas, etc.) o en momentos concretos del diseño de políticas públicas (comisiones interadministrativas, consejos sectoriales, foros inter-institucionales, etc.).

Sin embargo, el gobierno relacional es mucho más que eso, implica también la difuminación del principio de jerarquía administrativa a favor del principio de cooperación, implica un mayor esfuerzo por dotarse de herramientas de información interna y externa, implica una mayor relación con el entorno (y especialmente con la ciudadanía), implica generar canales más flexibles y rutinas más creativas en la relación entre los diferentes departamentos y niveles de gobierno, implica gestionar desde la proximidad, implica promover la iniciativa del personal de la Administración para que desarrolle a su vez redes formales o informales de comunicación con las personas de otros departamentos para crear comunidades de conocimiento, etc.

Esta mejor gestión de la complejidad institucional relacionada con el desarrollo regional necesita basarse en un nuevo modelo de gobernanza basado en la información y la coordinación/cooperación:

  • La toma de decisiones públicas requiere diagnosticar mejor la información antes de tomar decisiones y para poder valorarlas mejor, en un modelo de generación de información que discurre en diferentes direcciones y con flujos multi-direccionales de carácter formal e informal, cuantitativo y cualitativo, que requiere instrumentos flexibles y rápidos para ser integrada dentro del sistema de conocimiento.

  • La actual complejidad implica, entre otras cosas, una mayor exigencia social hacia las propuestas públicas de innovación territorial. Es una aspiración de empresas, personas e instituciones, que interactúan formando un capital social que es necesario poner en valor homogeneizando sus mensajes, coordinando sus actividades y potenciando proyectos que cuenten con una mayor masa crítica.

Por todo ello, empieza a plantearse la necesidad de dos estrategias complementarias: la gestión de las redes de actores públicos y la gestión pública a través de redes, siempre en entornos de colaboración, de creación y gestión de conocimiento, pero también de respeto a la autonomía de cada institución pública. Y, en todo caso, hace falta capacidad de innovación institucional y flexibilidad en la configuración de nuevas formas de deliberación en la toma de decisiones públicas para que estas sean más integradoras, más eficientes y más cercanas a las necesidades de la ciudadanía.

De alguna manera, este planteamiento -excesivamente teórico, lo sé- lo ecnuentro plasmado en algunas iniciativas que se están mvoiendo actualmente como iCities, y sobre todo, en una inciativa de gente relacionada con el Departamento de Innovación y Promoción Económica de la Diputación Foral de Bizkaia (BFA Mugalariak), que están realmente innovando y siendo un enorme empuje para alentar otras formas de relación y de transparencia de la Administración con la sociedad.
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