viernes, 26 de octubre de 2012

Week picks #2

URBAN PROTOTYPING


UP: San Francisco 2012 is a festival centered around Placemaking Through Prototyping: How Citizen Experiments Reimagine the Public Realm. The festival will foster a wide array of new creative projects which blend the digital and physical to explore new possibilities in public space. Every project produced will be open source, publicly documented, and replicable in any city in the world.

Urban Prototyping is a global movement exploring how participatory design, art, and technology can improve cities. Each UP Festival uses its own strategy to uniquely address that city’s specific circumstances – soliciting, testing, and deploying digital and physical projects with high potential for impact.
UP is an initiative of Gray Area Foundation for the Arts (GAFFTA), the San Francisco nonprofit dedicated to building social consciousness through digital culture, in partnership with Rebar, IDEO, and strong local partners in cities around the globe.

MEANWHILE SPACE

Meanwhile Space works with landlords, landowners, developers and local authorities to advise and deliver projects that relieve them temporarily of liabilities (insurance, rates, security etc.) associated with holding redundant shops, offices, cleared land etc. whilst an  appropriate commercial solution is being sought. By working with local communities and other stakeholders, interim or 'Meanwhile,' uses are deployed to reanimate the space and provide opportunities for community benefit and social enterprise.

Meanwhile Space are a Community Interest Company that incorporated in July 2009, stimulated by a combination of the directors' track record for project delivery and  a central government grant to the Development Trusts Association to deliver a  nationwide initiative called the Meanwhile Project. The CIC was the delivery arm  of the Meanwhile Project which aimed to boost community uses of empty properties and sites. The project has built a 'library' of ideas and information as a resource to make it easier for both the landlord and the project sides to realise Meanwhile opportunities, including the Meanwhile Manual, Lease and Insurance policies.

BRICKSTARTER

Brickstarter is about 21st century social services. We are sketching a system that would enable everyday people, using everyday technology and culture, to articulate and progress sustainable ideas about their community. The Brickstarter project explores the ideas behind these systems, and will provide the blueprints for a platform that can turn possibilities into proposals into projects. By creating its prototype, we aim to stimulate more productive debates about 21st century governance and local decision-making.

The core of Brickstarter is a prototype for a web service that provides a shared platform for citizens to suggest and build possibilities into proposals into projects. Brickstarter is a:
  • Forum for citizens to articulate possibilities, and start aggregating attention
  • Public story-telling platform, capturing the ebb and flow of debate around proposals
  • Community fundraising tool for shared initiatives
  • ‘Real-time dashboard‘ displaying  the collective desires of a community that can be mapped against institutional strategies and legislative frameworks, enabling bureaucracy to work more effectively

Read also: Brickstarter prototype v0.1, and using sketches to ask questions

RENEW AUSTRALIA

Renew Australia is a new national social enterprise designed to catalyse community renewal, economic development, the arts and creative industries across Australia. It works with communities and property owners to take otherwise empty shops, offices, commercial and public buildings and make them available to incubate short term use by artists, creative projects and community initiatives.

Renew Australia is based on the intellectual property, experience, and case study pioneered by Renew Newcastle. In 2008 Renew Newcastle was established as a low cost, low budget DIY urban renewal scheme that has proved highly successful and generated significant media and community interest locally, nationally and internationally. Through a simple strategy based on the temporary and low cost creative activation of some of the more than 150 empty buildings in the Newcastle CBD significant parts of Newcastle have been transformed.

Week pick series features every Friday some initiatives and projects I found or want to highlight on this blog. It will help me to track new findings from community groups, startups or local governments working and delivering solutions relevant to the issues of this blog. I often bookmark them or save them on Tumblr while I wait to use them. Maybe this a good way.

jueves, 25 de octubre de 2012

Transición

Aún no había dedicado unas líneas a los últimos cambios que han implicado que este blog vuelva a su origen y que haya vuelto a la normalidad en el ritmo de publicaciones. En estas últimas semanas he abierto una nueva etapa. Se trata de cambios profesionales que llevaban un tiempo pendientes y también de cambios personales que van a implicar nuevas responsabilidades. Ambas circunstancias me han hecho plantearme una nueva etapa que no sé muy bien a dónde llevará.

Por ahora estoy en fase de transición en la que trato de definir por dónde tirar y qué fuerzas tengo para ello. Estamos viviendo tiempos excepcionales por muchas razones y he decidido recorrerlos ahora intentando cambiar la dinámica de trabajo y el tipo de proyectos, con enormes dudas.

Por supuesto, como siempre, me podrás encontrar en Twitter si quieres seguir el rastro de las cosas que me interesan y voy compartiendo por ahí; en Tumblr si quieres seguir los retazos con los que con el tiempo construiré posts para el blog; en Delicious si te apetece saber qué cosas estoy leyendo y archivando también como retazos pre-post. Pero todo gira en torno a este blog, en el que, repasando sus contenidos para la migración de hace unas semanas, están más o menos ordenados todos los temas sobre los que he investigado estos años como buenamente he podido.

La novedad ahora es que voy a crear una página más orientada a los servicios que quiero ofrecer con una imagen más real de en qué temas me muevo. Aún no tengo claro si tiene sentido. Al fin y al cabo, el blog, como decía, siempre ha sido mi principal referencia. Pero asumo que en él hay mucho más de investigación y de estudio de temas sobre los que voy aprendiendo al mismo tiempo más que de mis actividades en forma de proyectos, conferencias, etc. Seguramente, porque he tenido más necesidad de construirme una idea clara sobre algunas cosas que de disponer de un espacio para explicitar lo que hago y cómo lo hago. En este momento, un lugar organizado para saber en dónde me muevo o quiero moverme necesita un espacio propio, pero Ciudades a Escala Humana sigue siendo el mejor registro y la mejor herramienta de investigación.

lunes, 22 de octubre de 2012

El impacto del coche sin conductor en las ciudades


Reconozco que tiendo a rebajar las visiones más optimistas sobre la tecnología. “De todo lo que dicen, la mitad”. No soy buen prospectivista y tampoco tecno-determinista. Aún recuerdo una conversación con Diego Soroa hace unos meses en la que planteé que el tema del coche sin conductor me parecía una novedad aún demasiado emergente y que no veía su impacto en un futuro próximo. Sin embargo, creo que está más cerca de lo que inicialmente pensaba o, al menos, comienzo a pensar que sus dimensiones prácticas en relación al diseño de la infraestructura física asociada, a criterios de diseño interior que habrá de asumir la industria automovilística o a la redefinición de la movilidad urbana están entrando ya encima de la mesa. Estas son unas breves notas con dudas.

Imagen de Reuters tomada via CSMonitor
En junio de 2011 el estado de Nevada aprobó la primera ley que permite la circulación de vehículos sin conductor, en mayo de 2012 otorgaron la primera licencia y desde entonces y hasta agosto, el vehículo de Google ha acumulado casi 5000.000 kilómetros con varios ejemplares en pruebas. Si realmente llegan a generalizarse (de hecho, Google aún no ha anunciado ningún intento de comercialización), entiendo que se darán consecuencias no planificadas subyacentes a cambios más organizados, especialmente en cuanto a la intensidad de uso de los vehículos (y, consiguientemente, a la necesidad de compra de segundos vehículos en la unidad familiar). En algún sitio he leído que los vehículos privados funcionan sólo en un 5% de su tiempo de vida; la automatización del vehículo podría hacer que una persona vaya de A a B y en lugar de quedarse estacionado en B, el vehículo vuelva por sí mismo a A para llevar a una segunda persona a C. Expresado así, la intensidad de uso podría ser mayor, optimizando mucho más la compra. Este mismo ejemplo nos lleva a un segundo punto: la compra, la propiedad en sí misma de un vehículo es puesta definitivamente en cuestión. Desde hace años los sistemas de car-pooling y, sobre todo, los de car-sharing han intentado entrar en este terreno pero luchando contra una lógica social tan establecida como la posesión de un automóvil particular. El coche sin conductor rompe prácticamente todos los obstáculos mentales y podría significar que, definitivamente, no tenga sentido tener un coche en propiedad, sino que podría organizarse en torno a empresas proveedoras de servicios de alquiler (como son hoy ZipCar y muchos otros sistemas), pero también en torno a barrios, comunidades, empresas, etc.

Más consecuencias: ¿qué representa esto para los sistemas de seguros si ya no hay conductor? ¿Cómo asumirán el riesgo del fallo puntual de la tecnología o de un fallo masivo en el sistema de gestión? ¿Hará falta tanto espacio de aparcamiento en las calles o crear grandes espacios de parking si al final los vehículos van a estar más tiempo en funcionamiento y es previsible también que se reduzca el número de coches? ¿Se diseñará el sistema para la optimización del uso particular de un coche exclusivamente o para crear un modelo de movilidad más sostenible?


De hecho, parece que la tendencia los indicadores de propiedad de vehículos está rediciéndose, si bien es cierto que parte de esta reducción puede ser por efecto de la crisis (ventas) y es una tendencia muy particular de los países occidentales y a un determinado perfil de la población, mientras que en los nuevos espacios de la urbanización mundial el ascenso en el número de coches es imparable. Pero, en cualquier caso, supone un nuevo paso hacia la movilidad como servicio frente al modelo del vehículo como producto.
Todo esto, por otro lado, pone encima de la mesa el clásico debate sobre el impacto de las innovaciones tecnológicas en la reducción del empleo. Claramente, la industria automovilística tiene que estar asustada, y el reclamo de la pérdida de puestos de trabajo será el recurso fácil. Como en cualquier salto tecnológico a lo largo de la Historia, habrá ganadores y perdedores, empresas que quieran aferrarse al viejo modelo y hacer lobby para impedir las nuevas regulaciones y, sobre todo, el ecosistema de innovación. Que sea Google quien lance el desafío podría ser señal de que los viejos señores de la industria automovilística deberían preocuparse, pero también tendrán la opción de sumarse lo antes posible y encontrar oportunidades en las industrias conexas. El coche sin conductor implica profundas reformulaciones de la ingeniería y el diseño del vehículo como tal, pero también de las actividades auxiliares y complementarias de todo lo relacionado con la movilidad y la accesibilidad.

Casi siempre nos hemos equivocado con el futuro del transporte

Se trata de una tecnología que ya está implantada en algunos mega-sistemas logísticos (y Amazon ya ha apostado por esta tecnología) y aunque no se trata únicamente de un salto de escala sino, sobre todo, de un cambio en las condiciones en las que actúa (infinitamente más complejas), no parece un planteamiento tan futurista como pueda parecer. Quizá su implantación sea gradual, generalizándose primero en determinados subsistemas espaciales (parques y polígono tecnológicos, por ejemplo) y determinados servicios públicos (transporte público, flota de vehículos auxiliares para labores de mantenimiento). Desde el punto de vista de la gestión y el diseño urbano, implica una reconversión de elementos como los sistemas de señalización viaria, el código de circulación, el espacio dedicado a la movilidad, etc. Y todo sumado cambiaría por completo la relación de nuestra sociedad con el vehículo, pondría en cuestión la lógica de la movilidad urbana tal como la hemos concebido.

O no.

viernes, 19 de octubre de 2012

Week picks #1


SAN FRANCISCO CITIZENS INITIATIVE FOR TECHNOLOGY AND INNOVATION

San Francisco Citizens Initiative for Technology and Innovation (sf.citi) is a 501(c)6 organization created to leverage the power of the technology community around civic action in San Francisco. sf.citi supports innovative policies and works collaboratively with government to find new solutions to historic problems facing San Francisco, and consolidate a voice in promotion of tech sector interests and growth.

sf.citi is dedicated to developing and promoting key policy programs aimed at making San Francisco a better and more productive place to live and do business. Several projects are in development that focus on public safety, transportation, job creation, training, placement, and education innovation. 
sf.citi currently partners with over 320 member companies and organizations, with more coming on daily. 

THE PUBLIC LABORATORY FOR OPEN TECHNOLOGY AND SCIENCE

Public Lab is a community where you can learn how to investigate environmental concerns. Using inexpensive DIY techniques, we seek to change how people see the world in environmental, social, and political terms.

Community members develop tools and write open source instructions as research notes, wiki pages, printable guides, and videos, so others know how to use these tools, and many havestarted local groups in their area. We also provide support through our mailing lists. This works because everyone both learns from and helps each other out, and we all contribute to the growing body of documentation as we go.

The core PLOTS program is focused on “civic science” in which we research open source hardware and software tools and methods to generate knowledge and share data about community environmental health. Our goal is to increase the ability of underserved communities to identify, redress, remediate, and create awareness and accountability around environmental concerns. PLOTS achieves this by providing online and offline training, education and support, and by focusing on locally-relevant outcomes that emphasize human capacity and understanding.

NEW URBAN MECHANICS

New Urban Mechanics is an approach to civic innovation focused on delivering transformative City services to Boston’s residents. While the language may sound new, the principles of New Urban Mechanics -  collaborating with constituents, focusing on the basics of government, and pushing for bolder ideas - are not.


The office focuses on a broad range of areas from increasing civic participation, to improving City streets, to boosting educational outcomes.  The specific projects are diverse as well – from better designed trash cans to high tech apps for smart phones. Across all these projects, the office strives to engage constituents and institutions in developing and piloting projects that will re-shape City government and improve the services we provide.


GAP FILLER

Gap Filler is a creative urban regeneration initiative started in response to the September 4, 2010 Canterbury earthquake, and revised and expanded in light of the more destructive February 22, 2011 quake. It is now administered by the Gap Filler Charitable Trust.

Gap Filler aims to temporarily activate vacant sites within Christchurch with creative projects for community benefit, to make for a more interesting, dynamic and vibrant city. Gap Filler will see vacant sites – awaiting redevelopment as a result of the many earthquakes or otherwise – utilised for temporary, creative, people-centred purposes. We work with local community groups, artists, architects, landowners, librarians, designers, students, engineers, dancers – anyone with an idea and initiative! We lower the barriers, by handling the legal contracts and liability insurance, to help ideas become a reality.

SQFT

SQFT is an online platform that connects entrepreneurial renters to short-term leases and labor in San Francisco’s Mid-Market neighborhood.

SQFT seeks to activate vacant or underutilized spaces by fostering short-term use and commercial activity. Our intention is to bolster existing business by increasing foot traffic, attract new business, create employment opportunities for local residents, and bring vibrancy into the area.

P.D. Yes, this is a new series (see other abandoned series such as Serendipia or Ficciociudades). Every Friday I will try to pick some initiatives and projects I found. It will help me to track new findings from community groups, startups or local governments working and delivering solutions relevant to the issues of this blog. I often bookmark them or save them on Tumblr while I wait to use them. Maybe this a good way.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Empresas que dejan el valle y se instalan en el centro de la ciudad. ¿Tiene sentido?

Leer el libro Pastoral capitalism me sirvió para encontrar vínculos entre el modelo de expansión en las periferias urbanas en torno a parques tecnológicos y pabellones industriales y la hipótesis sobre la vuelta de las ciudades como espacios productivos. Por un lado, la crisis ha puesto en evidencia el fracaso de la expansión del suelo para usos industriales o terciarios en las periferias: triunfó como solución espacial para la generación de grandes superficies de concentración de la producción con el consiguiente impacto en el consumo de suelo y, sobre todo, derivando en unas fuertes necesidades de inversión para dotar a estos nuevos espacios de infraestructuras y servicios (principalmente, favoreciendo infraestructuras para el vehículo privado y con una infra-dotación de servicios públicos de transporte para el desplazamiento de los trabajadores a estos lugares de trabajo en las periferias). Estos espacios, además, han sido pensados en buena medida para acoger grandes empresas en algunos casos –construyendo incluso, sus propias “ciudades”- y, en otros casos, para actividades que necesitan cada vez menos grandes espacios diáfanos de concentración de trabajadores en sus puestos de trabajo.

Se trata de un modelo importado mucho menos extremo que el que analiza el libro de Louise Mozingo, centrado en Estados Unidos, con sus propias particularidades urbanísticas, histórica, culturales y de estructura económica (otra buena referencia es el reciente trabajo de Alexandra Lange, The dot-com city. Silicon Valley urbanism), pero que también ha modelado no sólo nuestro paisaje sino la organización espacial de buena parte de las economías urbanas. Los cambios tan profundos que está sufriendo la economía y la organización del trabajo, aun sin ser generalizables y asumiendo las incongruencias de cualquier transición, hacen que estas grandes concentraciones de espacios de trabajo estén perdiendo interés.

The dot-com city. Silicon Valley urbanism

Como siempre, apunto a algunos ejemplos de fuera del entorno más cercano, por si apuntan a alguna tendencia que pueda establecerse pronto o no. Pinterest deja Silicon Valley para localizar sus oficinas en el centro de San Francisco, siguiendo así a otras empresas tecnológicas como Twitter, Pulse o Zynga que hace tiempo decidieron localizarse en San Francisco en lugar de en Palo Alto, Cupertino, San Jose y alrededores. Tomando Silicon Valley como referencia de una localización periférica –lo cual, en realidad, es una reducción muy simple de la estructura más compleja de los alrededores de San Francisco, pero puede valer para este post-, estos casos podrían indicar que el núcleo más característicamente urbano de la zona, la propia San Francisco, está ganando atractivo para este determinado perfil de empresas, buscando no sólo unos precios de alquiler más bajos sino, y esta es la hipótesis, tangibles e intangibles que sólo un centro urbano puede aportar. En realidad, California no es el único caso. Chicago también está viendo cómo empresas como Motorola Mobility, BP Amoco o United Airlines ya han decidido o tienen planificado su traslado al centro de la ciudad, pero el mismo proceso no sólo de relocalización sino de emergencia de las ciudades como lugares de instalación de nuevas empresas se está dando en otras grandes ciudades como Nueva York o Londres.

Esta dinámica de vuelta a los espacios centrales de las ciudades como localización de las sedes es más fácil que se dé, de hecho, en start-ups y nuevos proyectos emprendedores de base tecnológica y con un alto componente relacionado con los servicios creativos, de industria digital o de I+D más que en grandes corporaciones establecidas, que se han localizado preferentemente en las periferias. Esto responde, en parte, a que se va popularizando el modelo de incubadoras urbanas, espacios de co-working y, en general, nuevos espacios flexibles para el trabajo. El sueño ya no pasa por disponer de una pequeña oficina en el flamante parque tecnológico en las afueras.

Tech City Map

Sería interesante confirmar si una tendencia de este tipo se está dando en nuestro entorno. Trabajar con este tipo de datos es complejo, pero merecería la pena hacerlo si es que no existen (seguro que existen papers y artículos científicos que han abordado el tema de alguna forma). De hecho, lo único que he encontrado últimamente es un desafortunado artículo lleno de errores, The Urban and Suburban Fortune 500 para el caso de Estados Unidos y basado en la lista Global 500 (sí, se confundió de índice)de las mayores empresas mundiales localizadas en Estados Unidos (132 compañías) y su distribución en diferentes áreas urbanas –Nueva York lidera la lista con 18 empresas- y su presencia en centros urbanos (88) o periferias (44), pero apenas sirve porque se refiere a grandes corporaciones.

NYC Digital Start-up index

En cualquier caso, ¿cuáles serían estas características que podrían hacer más atractivo localizar un proyecto emprendedor de carácter tecnológico, creativo, etc. en el centro de una ciudad? Al fin y al cabo, todos esos parques industriales, ¿no nacieron para huir precisamente del centro de las ciudades? ¿Será decisivo dónde localicemos nuestro proyecto?

La localización periférica sirvió en su momento para dotar de singularidad a estas sedes fuera del confuso paisaje de los centros urbanos, ofrecer un espacio abierto (y pastoril en muchos casos) a los trabajadores, crear una especialización espacial, crear incluso un símbolo icónico del poder de la empresa. Pero, con el tiempo, esto ha derivado en un aislamiento contraproducente. Los parques tecnológicos sirven de ejemplo para explicar que, efectivamente, ofrecen grandes ventajas en términos de precios asequibles de alquiler o compra de terrenos y edificios y de disponibilidad de equipamiento para actividades conexas. Ha sido el lugar más sencillo al que acudir normalmente cuando se creaba cualquier proyecto empresarial de cierto contenido tecnológico u orientado a servicios avanzados.

A cambio, sin embargo, esta localización tiene cada vez más desventajas. Además de fuertes ineficiencias en materia de transporte, sobre todo suponen un sistema aislado, monofuncional y cerrado, mientras que los centros urbanos ofrecen muchas más posibilidades de interacción con empresas y profesionales de otros ámbitos –permitiendo la hibridación y la conexión accidental o provocada-, cercanía a espacios de uso no laboral, acceso a un entorno más dinámico y versátil, facilidad para compatibilizar el tiempo laboral con la posibilidad de realizar actividades cotidianas, de diversión, familiares, etc. y, en general, participar más intensamente en la vida en la ciudad y en su ambiente, mucho más diverso, complejo y fértil para crear nuevas ideas.

martes, 16 de octubre de 2012

Adaptive urbanism for a more than a meanwhile time


The current state of permanent paralysis and widespread budget cuts which municipal policies are going through has led to a landscape of stalled projects, white elephants and stationary cranes. Residential developments will take longer to accomplish, large scale regeneration projects will need extended schedules, failed transport infrastructures and projected real estate operations will keep their doors closed waiting for better times to come. The crisis came and we are not sure yet if it will go someday. However,  “Under construction” or “Keep out” signs draw a line to prevent any alternative transitional use in these sites that will remain incomplete for years. Everything was planned but it failed and became out of date before it started to work.

What can we do with such an amount of sites, buildings and public facilities while they are being completed or there is enough public budget to run them to their potential capacity?



Rigid planning and formal regulations give narrow chances to face this unexpected situation. They were not designed to cope with the circumstances we are witnessing. They were thought out in a business as usual scenario in which usual meant the big party of iconic buildings, large developments, and massive public resources without economic and social bottom lines. But the party is over and thinking cities as hardware –just build it and things will happen- came to an end.


The crisis, much to our regret, will involve changing this perspective if we want things to happen in cities and we need an adaptive strategy that, at least until we get out of the crisis, can rescue these public assets (land, buildings and public investments) for the revitalization of community life in cities and the expansion of urban software intelligence.


In the last two decades, for example, if I'm not mistaken, almost any provincial capitals in Spain except for a few examples have built their own contemporary art centre following the pattern of the Guggenheim Bilbao, and expecting the same effect without understanding the transformation was due far beyond a mere container. They are children of an age in which it seemed so simple to dream of putting any city on the map with the excuse of art and tourism, and iconic architecture was used as an argument. Reality has shown that many of these projects have failed and these facilities are struggling to keep their programmed activities, are under-utilized or directly closed for lack of funding, burying with them all the investment and the multiplier effect promised.

From an adaptive approach, cities should avoid keeping these assets out of work and expelling any alternative use to the one they were planned for. But this requires changing the mindset, regulations adapted to the new conditions and a new possibilities for creative projects that could make suitable use of these sites and buildings in the meantime: infrastructures, public facilities, public spaces, empty shops, new urban developments, unused roofs in residential and public buildings, etc.

Cities need to manage this exceptional "meanwhile" time because it will be the new normal for some decades. It is difficult at this point to know when we will be able to recover from the crisis, but we know that it will take time, more than expected, and we have doubts as well if things will get back to the way they were. From the perspective of urban policy, it would be hard to explain to return to the practices that were a common denominator in recent years. I hope they never return because they are part of the crash we are living now.

Think of high streets, city centres and retail spaces in cities. They are undoubtedly one of the most visible effects of the crisis, both in the inner cities and the suburbs. Local businesses could not withstand the crisis and have been forced to close, leaving in each town or city a network of available resources right on the streets. There are many examples in other cities around the world that show how to give transient use to this kind of premises, convert them into social resources for community use, etc.

Image from Renew Newcastle

The same happens with vacant lots, whose owners are no longer able to build or develop. They represent an enormous inefficiency in terms of consumption of urban space. There are flexible ways to activate these spaces with minimal interventions that are able to generate effects in the form of community ownership, reactivation of social life, etc. These urban voids require imagination to mediate between all the interests involved, with a more open and horizontal logic than just saying “Something will be built here, but not sure when, so just keep out”.

The crisis has also prevented, in many cases, finishing large scale regeneration projects on former industrial sites. Projects claiming for renewal of historical cities or waterfronts have been a common urban policy, but experience shows how difficult they become when there are shortages in public budgets. Lots of cities started their regeneration plans when the crisis made the finances of the projects collapse and they will need to enlarge the schedule for years. Again, fences will be part of the landscape but, really, should we put up with this just because permits, agreements and regulations were not envisaged to cope with these circumstances?

The Spontaneous City

In all these situations, hierarchical and formalistic understanding of planning and urban policies offers definitive and permanent solutions: keep out, close, stop, interdict, etc. Planning for permanent circumstances and definite solutions is what makes us feel secure even though we know cities are more and more complex and always changing systems. This way of thinking in which outputs from public policies -not process- were the core of urban action and is the kind of framework that supported the massive obsession with buildings and infrastructures. If there was a material/physical output expected, everything was legitimate. However, in current economic constraints, even when social needs are higher, cities must keep offering solutions using flexible formulas and transitional planning, and give importance to social, collaborative and grassroot processes now that big investment cannot be part of the agenda. It will be time for the imagination. It will be time for limited resources but more creative action, time for case-by-case solutions instead of pretentious long-term planning. Over the years there is an accumulated wealth of experience and knowledge on how to address tactical interventions in cities with a more adaptive, suitable, creative and participatory approach. It is a matter of raising the shutters and tearing down the fences, exploring and testing to see if there is something that can be done on those sites and buildings apart from waiting for better times to come.

lunes, 15 de octubre de 2012

Visualizar las emisiones de efecto invernadero en tiempo real y calle a calle

Cuando presento el tema del papel de las ciudades en el cambio climático siempre insisto en las enormes dificultades para estandarizar una metodología de medición de las emisiones de gases de efecto invernadero que sea consistente, sino también relevante para entender en lo concreto los datos y que responda al funcionamiento real de la ciudad. Efectivamente, los inventarios de emisiones municipales enfrentan varias dificultades metodológicas:

  • Dependiendo de la disponibilidad de datos fiables, el inventario puede incluir unos sectores de emisión u otros (transporte, residencial, industrial, municipal, etc.).
  • Una distinción mucho más que semántica: medir las emisiones producidas en la ciudad (enfoque de producción de emisiones) o las emisiones derivadas del funcionamiento urbano (enfoque metabólico o de consumo). Para el primer caso, se contabilizarán sólo las emisiones provenientes de fuentes de emisión dentro de los límites de la ciudad, mientras que, en el segundo caso, mucho más cercano a la verdadera huella de carbono de la ciudad, se contabilizarán también las emisiones, por ejemplo, de las mercancías producidas fuera de la ciudad así como del transporte necesario para llevarlas del punto de producción al punto de consumo. 
  • El permanente problema de los límites de la ciudad: tomar como punto de referencia la ciudad como un límite administrativo o la ciudad en sus términos funcionales (¿tiene sentido la huella de carbono de Madrid sin pensar en su conurbación?), siendo esta segunda opción mucho más relevante y precisa si se quiere actuar sobre las dinámicas que originan las emisiones, pero con un claro problema de definición estadística.
  • En muchas ocasiones, ante tantas dificultades, muchos inventarios acaban siendo una agregación de emisiones derivadas únicamente de edificios institucionales y las emisiones derivadas del funcionamiento de los servicios públicos (iluminación pública, flotas de vehículos, etc.).


Existen diferentes metodologías internacionales que tratan de dar con un modelo básico que sirva para hacer mediciones en cualquier ciudad que permitan establecer comparativas, pero estas se enfrentan con problemas de origen respecto a los datos de partida, que dependen de sistemas de recopilación de datos muy diferentes de una ciudad a otra. Sin embargo, estos sistemas de estandarización son más relevantes a medida que la escala a la que se quiere aplicar el método se reduce al nivel regional (por ejemplo, el modelo de inventario de emisiones desarrollado por Udalsarea para los municipios vascos, el modelo de cálculo de la huella de carbono para los municipios andaluces o la metodología para el cálculo del sistema de indicadores de diagnóstico y seguimiento del cambio climático de la Red Española de Ciudades por el Clima).


Algunos proyectos están avanzando nuevas formas de abordar estas complicaciones con el objetivo de disponer de una imagen precisa sobre el impacto del funcionamiento de una ciudad en cuanto a su contribución a la lucha contra el cambio climático. Estos días se ha hecho público un trabajo desarrollado por un equipo de investigación de la Arizona State University dirigido por Kevin Robert Gurney que ha apostado por comprender este impacto desde un enfoque metabólico y con el objetivo de situar en un mapa estas emisiones.

El vídeo de presentación del software y del modelo de geo-localización utilizado explica bien este enfoque y su utilidad, que está ya aplicándose en Phoenix y Los Ángeles:


Como cualquier otra herramienta de visualización, la  gran virtud del proyecto Hestia es que transforma grandes bases de datos y sistemas de indicadores normalmente muy poco atractivos en información visual mucho más relevante para cualquier persona, tenga o no conocimientos sobre las complejidades del cambio climático. Localizar información como esta –algo que también intenta a una escala residencial el proyecto Open Energy, por ejemplo- ofrece un significado en el espacio más reconocible por las personas que habitan su propia ciudad, pudiendo entender mejor los flujos, las relaciones entre las actividades que se dan a lo largo del tiempo y el espacio con las emisiones, etc. De la misma manera, un modelo de estas características podría permitir diseñar mejores acciones de reducción de emisiones, ya que la información que ofrece clarifica cómo acometer las medidas de mitigación  más eficientes.  La calle es, de nuevo, el espacio de referencia en el que las cosas cobran sentido y donde es más fácil comprender las conexiones entre variables anodinamente estadísticas con la realidad cotidiana.

Más información:
La primera imagen la tomé en Nueva York hace años. Ya no lo recuerdo bien, pero era una especie de contador de emisiones o algo así.

lunes, 8 de octubre de 2012

Charter cities en Honduras, un nuevo sueño frustrado del capitalismo libertario


Otra de esas historias que he seguido desde la distancia durante un tiempo es la idea de las charter cities de Paul Romer. Una de esas ideas carne de conferencia TED. Igual estas notas te ayudan a saber algo más y a descubrir qué se esconde detrás en realidad.

Paul Romer, un reconocido economista del crecimiento y el desarrollo internacional, lleva un tiempo promoviendo las charter cities –algo muy parecido a lo que en la época medieval se conocía como cartas puebla, pero pasado por el tamiz de la actualidad y, en realidad, más parecido a la ya vieja idea de las zonas económicas especiales- como fórmula para la creación de áreas de desarrollo económico capaces de traccionar al resto del territorio. Puedes leer la descripción rápida que escribí en 2009 en Charter Cities. Demasiado simple para ser real y también otros enlaces como esta entrevista con Romer o uno de los artículos críticos más completos que he encontrado, The World´s first charter cities in Honduras: From neo-liberalism to neo-colonialism, así como los tres artículos que Greg Lindsay publicó en Fast Co.design aquí, aquí y aquí.

Imagen: The Economist
En su momento me pareció una idea simplista –ojalá el desarrollo económico fuera tan sencillo- y sigo pensando lo mismo. Pero en estos dos últimos años, lo que parecía una propuesta más o menos teórica buscando un lugar donde experimentarse encontró terreno abonado en Honduras, donde el primer episodio de intento de implantación de un modelo de este tipo ha tenido lugar.En este vídeo promocional puedes ver cómo se presentaba este proyecto:


Empecemos por el final. El Tribunal Constitucional de Honduras ha declarado inconstitucional el proyecto de las Redes Especiales de Desarrollo (REDs), nombre con el que se ha dado a conocer en este caso, aparentemente dentro de una batalla de recursos y recusaciones en un momento en el que hasta el propio impulsor de la propuesta se ha desentendido del proyecto –en realidad, parece más que le han dado esquinazo- y el proyecto continuará sin él. El origen de este conflicto, de hecho, refleja bien cómo no se pueden inventar de la nada unas reglas, instituciones y leyes porque no puedes abandonar el sustrato en el que se desarrollan y los problemas de toda la vida que afectan a muchos países. Al parecer, la hoja de ruta diseñada por Romer incluía una comisión de transparencia que debía participar en cualquier decisión pero el gobierno anunció públicamente la firma de un acuerdo con un primer grupo de inversores que desarrollarían la zona sin escuchar a esta comisión y a espaldas de Romer. El proyecto se da así de bruces con la realidad de las cosas porque las prácticas y formas institucionales que el modelo de charter cities quiere renovar no han desaparecido sin más o, como cuenta el NYT:

An internal contradiction in the theory is playing out: To set up a new city with clear new rules, you must first deal with governments that are trapped in the old ones.


De hecho, Romer ha salido a la prensa para publicar su postura de abandonar el proyecto ante la falta de cumplimiento de las condiciones que se habían establecido cuando sólo habían empezado a recorrerse las primeras fases iniciales del proyecto de implantación. En realidad, parece que le han sustituido por una oscura/fantasmal comandita formada por capitalistas libertarios (implicados en dos organizaciones, Future Cities Development Corporation y Seasteading Institute, dedicadas a cantar las excelencias de liberarnos de la pesada carga de solucionar lo que tenemos creando nuevas ciudades fuera de cualquier marco regulatorio, incluso en el mar) liderados por el cuasi-esotérico Michael Strong, sin que su supuesta capacidad inversora esté demostrada. Y Fox News, claro, se apunta a celebrar lo que hay detrás del proyecto: disolver cualquier regulación para crear un paraíso de libertad económica.

Cuando la idea de las charter cities empezó a circular hace unos años, los primeros críticos enseguida apuntaron a que no dejaba de ser una sofisticación de un clásico modelo de intervención territorial para crear zonas de libre comercio desde las que operar para facilitar los intercambios de la economía globalizada sin importar sus consecuencias. Frente a ello, el autor siempre ha afirmado que el hecho de crear un territorio de excepción con nuevas reglas –administradas por un país tercero; Canadá y Noruega suelen ser sus candidatos favoritos- crearía un efecto de extensión del crecimiento económico en el resto del país. Pero, con el paso del tiempo, parece que al menos en el primer intento serio de constituir una charter city completamente planificada desde el inicio Romer se ha topado con la voracidad ultra-liberal, las zancadillas de los pasillos de la burocracia corporativa y las vicisitudes del juego político. Nada como darse de bruces con la realidad para descubrir que sólo era una idea que quedaba muy bien en una conferencia y toda esta batalla posterior ya no queda tan bien.

viernes, 5 de octubre de 2012

Urbanismo adaptativo. La ciudad temporal en un mientras tanto permanente

He recogido en un documento la mayor parte de lo que he ido escribiendo el último año bajo la idea de urbanismo adaptativo, como proceso de preparación del paper para el congreso de Equiciudad 2012. Quienes sois habituales del blog ya conocéis bien estos posts, pero recogidos en un sólo documento dan una idea menos fragmentaria (creo).

 

jueves, 4 de octubre de 2012

30 thought-provoking picks on smart cities beyond the hype


If you are tired of the same celebratory songs, the same techno-optimistic keynotes or the same narrow vision of smart cities, maybe you can try this list. It is not a comprehensive attempt of any single article I found during the last years, but a selection of some readings that helped me to have a broader perspective on trying to understand when this buzz started, what is on it of value for citizens´ lives and how to discern the different points of view about the role of technology in urban life. Many others are missing, particularly my list of academic papers and books on the topic (I will share it next weeks), but it contains the main arguments to downsize the euphoria, the main urban issues that should be included in the smart city equation and the names of people I try to keep an eye on.


All of them were an inspiration for my post on the topic:

miércoles, 3 de octubre de 2012

Escala y perspectiva en la smart city

O cómo influye ver las cosas desde arriba o desde la calle

Si has sido habitual de este blog en los últimos años, seguro que ya has leído algunos de los posts que fui escribiendo intentando descifrar de forma crítica las smart cities como tema. Los he dejado recogidos en un documento que puedes encontrar en Sísifo en la smart city.

De la última revisión que he hecho, y con cada vez menos ganas de seguir escribiendo sobre un asunto que no da mucho más de sí, una de las grandes conclusiones de fondo que me quedan es que existe en los discursos más superficiales sobre el tema (pero también, muchas veces, los más aparentemente sugerentes) un problema de fondo con la visión tan reducida sobre la ciudad que muchas veces se presenta. Un esfuerzo inútil, un constante intento de perseguir la predecibilidad en un marco necesariamente impredecible como es la ciudad y su complejidad. Gran parte del discurso en el que se centran las smart cities tiene que ver con metas como conocer a través de la gestión masiva de información en tiempo real cualquier aspecto básico sobre el funcionamiento de la ciudad. Es una aspiración sensata, útil y, en buena medida, posible, pero sólo para ciertos aspectos urbanos, en especial para aquellos que tienen que ver con las infraestructuras y la gestión de servicios públicos. Seguridad, tráfico, gestión de emergencias podrían ser tres campos que claramente están aspirando a disponer de un control absoluto de las variables que permitan gestionar la información para adaptar y organizar la gestión de estos servicios.



Cuando la ciudad se ve desde arriba, a vista de pájaro, tal como suele presentarse en las miméticas presentaciones que se suelen hacer sobre el tema - fabulosos renders asépticos de ciudades ideales-, vemos sólo una escala en la que lo más fácil de percibir son las infraestructuras. Y cuando ves infraestructuras, aspirar a automatizar su control y gestión es la primera tentación razonable, pero la ciudad es mucho más que eso. Así, la escala, el punto de vista, determina qué ves y cómo lo ves. Es al bajar la escala hasta el nivel de la calle cuando podemos descubrir otras cosas que la visión anterior nos escondía.

Este es, en parte, el origen de la gran confusión que existe cuando se emplea el paradigma de las smart cities: dos posiciones divergentes sobre el punto de vista que no es puramente estética o semántica, sino que implica diferentes concepciones del hecho urbano, las necesidades a las que responder y las herramientas a desarrollar. Ambas son necesarias, pero creo que es conveniente descifrar bien desde qué punto de vista se está hablando para no perderse en el totum revolutum. Y comprender bien lo que significa la ciudad. Al tomar la dimensión “ciudad” -como referencia macro a vista de pájaro- como marco se corre el riesgo de perder la idea de ciudadanía, de política, de conflicto, de espacio público, etc, elementos permanentes de la vida colectiva que seguirán estando presentes más allá de los avances tecnológicos. Esto queda oculto tras las imágenes futuristas, los rascacielos, el asfalto, la forma urbana, la red viaria o la red de distribución eléctrica, los ámbitos que es más fácil encontrar desde una perspectiva macro y top-down del análisis sobre el papel de las tecnologías urbanas.

También puedes leer:

martes, 2 de octubre de 2012

La smart city sin personas, historia de un bluf


Si has seguido el tema de las smart cities en los medios más tecno-entusiastas quizá te suene el proyecto de crear una ciudad desde cero en medio del desierto de Nuevo Mexico. Una ciudad sin personas (quizá robots, quién sabe) para testear nuevas soluciones tecnológicas (por cierto, un modelo que ya se usó para probar la mejor forma de bombardear las ciudades alemanas en la II Guerra Mundial y para pruebas nucleares). Un campo de experimentación disponible para empresas que quieran experimentar sus innovaciones en un lugar pretendidamente aséptico, donde la asepsia significa excluir la interacción humana para probar tecnologías a implantar en las ciudades, espacio de interacción humana por definición. Traté de ello hace un año en Laboratorios urbanos sin personas. Del barrio alemán en Utah a la Ciudad smart en Nuevo Mexico y hace unos meses en Una ciudad sin personas no es un laboratorio urbano y ahí puedes leer lo que pienso sobre el concepto detrás de un proyecto de este tipo.

Imagen via Fast Company
Hemos leído de todo en las dos oleadas de public relations de la empresa promotora (Emily Badger escribió bastantes detalles sobre el contexto del proyecto), pero seguro que no te han llegado noticias sobre la realidad de este proyecto. Y es que la realidad es mucho menos espectacular que los renders que servían para anunciar un proyecto que parecía que iba a ser inmediato y que, sin embargo, se encuentra atascado por problemas para encontrar una localización e inversión financiera. Pegasus Global Holdings anunció en mayo que ya disponía de una localización en Hobbs para su Center for Innovation, Technology and Testing pero parece que las cosas se han torcido cuando lo único que tienes es un nombre suficientemente tentador como para que parezca una buena idea, aunque esconda detrás un modelo de investigación tecnológica urbana basado en las grandes infraestructuras y en un enfoque top-down. Greg Lindsay resumía bien esta cuestión en Not-so-smart cities:

Despite its superior computing power and life-size footprint, Pegasus’ project is hobbled by the equally false assumption that such smart cities are relevant outside the sterile conditions of a computer lab. There’s no reason to believe the technologies tested there will succeed in cities occupied by people instead of Sims.
The bias lurking behind every large-scale smart city is a belief that bottom-up complexity can be bottled and put to use for top-down ends — that a central agency, with the right computer program, could one day manage and even dictate the complex needs of an actual city.

No sabemos si finalmente se hará realidad. Habrá que verlo pero confío en que estas aproximaciones a la investigación en tecnologías urbanas dejen de dominar el debate. Seguramente es un proyecto anecdótico, pero creo que es suficientemente significativo para explicar una determinada concepción del papel de la tecnología en la ciudad. Mañana publicaré más extensamente sobre ello.

También puedes leer:



lunes, 1 de octubre de 2012

Completada la migración de contenidos

Como comenté hace unos días, una vez reactivado el dominio de este blog quedaba pendiente migrar los artículos que he escrito desde noviembre de 2009 a julio de 2012. Al final, el proceso ha sido mucho más artesanal de lo que esperaba y con algunos daños colaterales que no sé si conseguiré resolver. Además de los comentarios que han quedado por el camino -una gran problema, por cierto, por todos los que en este tiempo habéis hecho contribuciones al blog-, también hay errores puntuales en imágenes, objetos embebidos y problemas de diseño. Espero ir resolviéndolo estos días.

206 artículos que, si estás suscrito al RSS, te habrán llegado a tu lector de feeds de golpe. Perdón por la avalancha :-)

Para los que estáis suscritos por correo electrónico he desactivado temporalmente el envío para que no os lleguen todos a la vez y os bloqueen el buzón de entrada. Eso espero :-)

Y para unos y otros, a partir de ahora, todos los artículos de Ciudades a Escala Humana están integrados de nuevo aquí y accesibles a través de las etiquetas o el archivo. Con ello, poco a poco volveré a la normalidad y a volver a publicar con más periodicidad de lo que lo he hecho los últimos dos meses, mientras hago unos últimos ajustes de diseño del blog.

AÑADIDO. Ya está hecha la redirección. Entre otras cosas, supone que los que usaban la RSS de los últimso años van a poder seguir recibiendo los nuevos feeds de la RSS actual. Así que igual estás recibiendo actualizaciones por las dos vías. Te recomiendo que elimines la anterior y dejes activa sólo la nueva. Esto ha supuesto que hoy, espero que sólo por esta vez, la RSS anterior haya vuelto a enviar notificaciones de antiguos posts. En fin, perdón por el lío pero ya está todo en orden.
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