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martes, 10 de enero de 2017

Participación ciudadana. Hacia un enfoque creativo

El primer número de 180º, el primer número de una nueva revista que ha lanzado Global CAD, ya está aquí. Tuve la oportunidad de escribir una contribución hace ya unos cuantos meses, en la que abordo cómo se están superando los modelos más tediosos, rígidos e institucionales de la participación ciudadana. Este primer número, titulado Back to Local, tal como lo presenta así Fernando Casado, busca analizar "tendencias alternativas que reflejan un cambio de mentalidad comprometido a cambiar nuestros hábitos: desde nuestros modelos de consumo y producción a la forma en que gestionamos el conocimiento y cómo interactuamos entre nosotros.(...) Ante esta situación, la identidad de barrio ha recuperado su razón de ser, las asociaciones están en el punto de mira y las cooperativas están otra vez de moda. Unidos por la necesidad y respondiendo con creatividad y solidaridad a los retos de un futuro que amenaza con colapsar, los ciudadanos han vuelto a centrarse en ellos mismos, en el vecindario. Han regresado a lo que es local. El terreno de juego para esta revolución es la ciudad, la cual se esfuerza en adaptarse a una ciudadanía que ya no acepta ser representada, sino que solicita y demanda un nuevo modelo de gestión urbana basado en políticas de participación pública con un carácter más inclusivo."

En la revista puedes encontrar contribuciones de Antanas Mockus, Javi Creus, Raons Públiques, Gemma Soles o Lea Rekow, entre otros. Abajo puedes leer mi texto (una traducción ddel original en inglés) y la revista completa la puedes leer aquí.

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La participación de la comunidad en la  planificación urbana empieza a ser urgente.  A pesar de que las sociedades buscan  más acceso a información y transparencia  en las decisiones públicas, se enfrentan muchas veces con sistemas de  planificación oscuros y complejos cuando  se trata de desarrollo urbano. La participación  ciudadana necesita un proceso de  diseño que considere estratégicamente  cómo hacer de sus promesas una realidad.



El mundo en desarrollo está  siendo testigo de unas tasas  de urbanización sin precedentes.  Esto trae aparejada  una necesidad creciente por  generar nuevas herramientas  que ayuden a atender las demandas de las  comunidades a partir de un criterio inclusivo  y creativo que hagan de la planificación  participativa una estrategia de  alto impacto.

El diseño participativo ha ampliado  sus límites durante la última década. Las  encuestas, las audiencias públicas, las reuniones  de espacios abiertos, las consultas,  los diagnósticos participativos, ... eran  parte de las herramientas tradicionales  hace algunos años y siguen siendo lo que visualizamos cuando pensamos en participación.  Salas de reuniones, papeles, pizarras,  post-its y personas que se reúnen  para hablar, debatir, sugerir, dar su consentimiento,  etc. Además, esto se produce  en torno a temas específicos designados  por las autoridades como participativos.  Aunque esta breve descripción puede parecer  demasiado simplista e incluso injusta  dada la amplia gama de técnicas heterogéneas,  enfoques y herramientas, este ha  sido el marco general de la participación pública en las decisiones locales.

Después llegaron las tecnologías en  red y su generalización no sólo cambió  nuestra vida cotidiana, sino también  nuestra forma de pensar y nuestras expectativas.  La externalización abierta  de tareas, la producción entre pares, el intercambio  colaborativo, los bienes y servicios  comunes y otros conceptos e ideas  se están convirtiendo en parte de la forma  en la que entendemos cómo funcionan las  cosas y cómo los proyectos deberían ser  diseñados, gestionados y evaluados en diferentes esferas de la vida, desde el periodismo  y los medios de información hasta  el acceso a la producción cultural y el consumo.  Así que, ¿por qué los gobiernos y las  políticas públicas están tardando tanto  tiempo en adaptar sus procedimientos a la  forma en que vivimos? La respuesta es que  la innovación y el cambio local requieren  profundas mutaciones y liderazgos que  todavía son escasos.
La participación, así como todo tipo  de implicación en asuntos públicos, deben  ser entendidos detalladamente para  evitar las falsas expectativas y el síndrome  de fatiga participativa. Aquí es donde  debemos establecer una diferenciación  crucial, como Thomas J. Lodato abordara perfectamente en su artículo “Tres posturas  sobre el hackeo cívico”. Aunque el  texto está vinculado a un enfoque particular  de la participación cívica, el hackeo  civíco, también puede adaptarse perfectamente  a una visión más amplia de los  procesos participativos. La participación  en, la participación por y la participación  a través, conforman tres marcos diferentes  para entender el nivel de implicación  en asuntos públicos que los procesos particulares  de participación están promoviendo.  Tener esto presente es una forma  de establecer límites, el alcance y la ambición  de cómo se concretará la toma de  decisiones y la participación ciudadana.
Antes de mostrar cómo estas tendencias  están remodelando nuestro conocimiento  sobre el compromiso cívico en políticas  locales, podemos resumir algunos criterios  que aún son relevantes en el diseño de  procesos participativos:

POR QUÉ. DEMOCRACIA Y MEJORES  DECISIONES
La participación comunitaria  en políticas locales y las cuestiones  sociales, por lo general, vienen precedidas  por una respuesta negativa predecible:  “malgasta dinero, tiempo y recursos  que no nos podemos permitir. Hay una necesidad  urgente de tomar una decisión”.  Antes o después, aquellos que pretenden  promover un proceso participativo tendrán  que hacer frente a esta crítica y vale  la pena diseñar un proceso que abarque los  riesgos, el escepticismo y las desventajas.  La participación comunitaria puede suponer  más tiempo hasta que se tome una  decisión, mantener los conflictos paralizados,  implicar una pérdida percibida  de la autoridad de los organismos públicos  o añadir incertidumbre en el proceso  de toma de decisiones. Estas barreras,  entre otras, son problemas potenciales  a los que un diseño deliberado y sensato  puede enfrentarse. La planificación participativa  sin embargo, es más propensa  a producir mejor decisiones respecto al  entorno construido y la gente que lo disfruta.  Estas decisiones en conjunto están  mejor informadas, anticipan conflictos  potenciales, ponen de relieve la legitimidad  de las decisiones públicas, y crean  un sentido de corresponsabilidad en la  creación de los espacios urbanos. Pero, sobre  todo, perfeccionar la participación y  el compromiso cívico es la mejor manera  de adaptar el trabajo institucional y la burocracia a las expectativas crecientes  de las sociedades alrededor del mundo a  expresar su opinión a la hora de dar forma  a su propio entorno.

QUIÉN. TRANSPARENCIA E INCLUSIVIDAD
El principal reto de los proyectos  urbanos tiene que ver con la necesidad de  diseñarlos de un modo transparente e inclusivo,  diferenciando los papeles que los  distintos actores deberían desempeñar en función de su posición. El mapa de actores  involucrados en el proyecto no tiene  que ver con un largo listado de nombres.  El reto crucial es asegurar que desempeñen  su papel de un modo equilibrado  y que definan un conjunto diferente de  herramientas de participación, eventos  y maneras de contribuir de tal forma que  la mayoría de los intereses sociales estén  incluidos. Ciertas herramientas como los  sociogramas -un instrumento que mapea  las interacciones entre los diferentes grupos de personas- o las herramientas  de mapeos de actores son útiles para comprender  el papel que cada actor puede tener  en el proceso y definir la contribución  correcta en cada etapa del proceso. Nos  ayudan a profundizar en las relaciones  dentro de la comunidad y facilitan a los  diseñadores formas para involucrar a los  participantes.

QUÉ. DISEÑO PARA CADA CASO ESPECÍFICO
A pesar de que la planificación  participativa es una rama consolidada y ha  sido utilizada en diferentes áreas de las políticas  públicas, debe tenerse cuidado con  las copias. Existe la tentación de pensar  que lo que funcionó en un lugar podrá ser  implementado de forma mimética en otros.  Por supuesto, gracias a la amplitud de iniciativas  precedentes, las organizaciones  pueden inspirase de ellas, no hay necesidad  de empezar de cero. Los facilitadores  pueden encontrar fácilmente distintas guías, ejemplos inspiradores y consejos  prácticos. Pero una de las recomendaciones  más importantes que los planificadores  comunitarios y los facilitadores de la participación  dan es la adaptación del diseño  para cada proyecto. El diseño caso a caso  es la única manera de iniciar un proceso  que puede variar en función del tema, la  problemática urbana, las circunstancias  sociales, los recursos disponibles, etc.

Teniendo presentes estas primeras  ideas como principios del diseño para garantizar  la incorporación de la conciencia  del contexto a los procesos participativos,  necesitamos integrar una mejor comprensión  de las nuevas necesidades sociales y  expectativas de lo que en realidad llamamos participación. Hubo un tiempo  en el que la planificación participativa  representaba sólo una serie de reuniones  vespertinas aburridas. Probablemente esa  aún sea la principal imagen que visualizamos  a la hora de analizar un proceso  participativo. Las reuniones internas, que  son en realidad una manera muy limitada  para que la gente se involucre, son una  pequeña fracción de las diferentes herramientas  que pueden usarse para despertar  los intereses sociales y las contribuciones.  Aquí es donde la creatividad puede inspirar  a aquellos a cargo del diseño y la facilitación  de procesos, para entender que las  ideas pueden surgir de formas diferentes  y que la implicación en cuestiones locales y comunitarias pueden ser más proactivas:  ¿por qué no hacer ejercicios de dibujo  para incluir las visiones infantiles?, ¿por  qué no contar historias para incluir a las  personas mayores?, ¿por qué no salir de  los espacios cerrados?, ¿por qué no deshacerse  de los papeles y cuestionarios y usar  las paredes u otros formatos para recoger  ideas?, ¿qué hay de transformar físicamente  el espacio que se está discutiendo  para imaginar su uso potencial?, ¿qué pasa  con la participación de otros profesionales  además de arquitectos y urbanistas (artistas,  novelistas, fotógrafos,…) y pensar con una perspectiva diferente alejada de mapas,  ordenanzas y códigos? Llegados a este  punto, podemos mencionar un proyecto  que ilustra bien esta idea, Green My Favela  (Río de Janeiro, Brasil) como forma, entre  otras, de ejemplificar el tipo de programas  orientados a la acción que incluyen en su ADN un enfoque participativo basado en la  apropiación real y creativa de la ciudad. La participación ya no es cuestión de obsesionarse  con la representatividad e invitar  a otros para personalizar los intereses de  individuos o grupos, sino una cuestión de  quién puede aportar y contribuir con sus propias manos.

Los procesos participativos digitales  y los modos de involucrar colectivamente  están impulsando la planificación  comunitaria y la participación ciudadana  en asuntos públicos. Acoger nuevas herramientas digitales (desde las redes  sociales hasta la ciencia ciudadana, las  aplicaciones móviles, el código abierto y  la visualización espacial) han transformado  la forma en la que la participación cívica es diseñada, ampliando el alcance,  las personas involucradas, el tipo de contribuciones  y, en resumen, mejorando la  calidad de la participación comunitaria  en las ciudades. Esto puede tener una función  instrumental (haciendo un mapeo de  lo invisible en comunidades marginales),  pero ha resultado ser también una herramienta  poderosa, como en el caso bien  conocido de Kibera (Nairobi, Kenia), que  impulsa la construcción y el compromiso  de la comunidad.  Las tecnologías cívicas también han  tenido un gran impacto en la facilitación  de proyectos de crowdsourcing que demuestran cómo los ciudadanos pueden  transformar sus ciudades con sus  propias manos. Desde proyectos cívicos  de crowdfunding a través de Spacehive  y otras plataformas que recogen ideas (Change by us, por ejemplo), hasta intervenciones  tácticas para construir ca rriles bici de guerrilla, pasos de cebra,  huertos urbanos y reactivar espacios desocupados.  Todo esto, estas herramientas, proyectos y tendencias nos muestran un  nuevo equilibrio al alza sobre la relación  entre ciudadanos y gobierno. Con respecto  a estos cambios, vale la pena señalar el  criterio de diseño establecido en el documento  Governance for the Future: An  Inventor’s Toolkit, del Institute for the  Future como una buena guía en esos principios  previamente descritos que han  sido renovados mediante la expansión del  movimiento de innovación social. Nuevas  metodologías de implicación y enfoques  están siendo probados para entender  cómo la participación trabaja en una sociedad  interconectada (ver, por ejemplo,  Citizen Canvas).

La tecnología está impulsando la  innovación y la gobernanza no es una excepción.  Las instituciones y sus burocracias  son maquinarias pesadas que tardan  más en adaptarse que la colectividad a las nuevas demandas de sociedades abiertas  y gobernanzas democráticas más profundas.  Como tal, la tecnología es sólo un facilitador  de un cambio en la mentalidad  cultural subyacente. Este cambio está relacionado  con el movimiento colaborativo  y el movimiento de ciudades compartidas  (ver el Sharing Cities Toolkit, por ejemplo)  que es la manifestación de un nuevo  enfoque en la participación: no me digas  que no puedo hacerlo.

martes, 26 de marzo de 2013

Batallitas Kotkin vs. Florida

Cada cierto tiempo, Richard Florida y Joel Kotkin miden sus egos y me divierte seguir el rastro que dejan en sus respectivos altares para alimentar su batalla personal. Hace unos días Kotkin dió primero con un artículo provocador, Richard Florida concedes the limits of the creative class, (nótese cómo siempre acuden a la alusión personal para que quede claro desde el principio) llevando a su terreno -atacar la idea de la clase creativa pero, sobre todo, a su autor y, de paso, otras visiones sobre la ciudad que no sean las que defiende desde su particular visión neoliberal y conservadora- un artículo de enero de Florida, More losers than winners in America's new economic geography. En este artículo, Richard Florida repasa el impacto de la clusterización del talento en determinados entornos más capaces de atraer a sus clases creativas y llega a la conclusión, más o menos, de que los efectos positivos en el conjunto de la población son más bien escasos y que, en cambio, produce un aumento del esfuerzo general para acceder a la vivienda.

En el posterior  Richard Florida concedes the limits of the creative class, Kotkin  aprovecha ese artículo de enero para quedarse a gusto, al hacer su lectura particular sobre el post en el que Florida hace balance de quién ha salido ganando y perdiendo en la crisis. Tirando de estadísticas (como otras veces, a su manera y de forma bastante endeble), Florida, en efecto, reconoce las desigualdades crecientes entre las personas mejor formadas y en los sectores que él suele incluir entre las clases creativas, hecho que Joel Kotkin aprovecha para lanzar su diatriba personal en la que afirma que Florida reconoce los límites de la clase creativa y aprovecha para saldar cuentas con las ciudades que han seguido en estos años los consejos de Florida y poner en cuestión algunos de los temas más recurrentes de los últimos años (densidad vs. sprawl, distribución racial, mercado inmobiliario, desigualdad, crecimiento económico, etc.). Claro que Kotkin coge la parte que le interesa para sacar sus propias fobias (todas esas referencias a los hipster que, todo hay que decirlo, es una visión reduccionista de las tipologías de trabajadores que normalmente Florida incluye en su clase creativa).

Como el titular elegido era suficientemente hiriente, Florida no ha tardado en contestar con un artículo, Did I abandon my creative class theory? Not so fast, Joel Kotkin, que empieza con un Joel Kotkin is at it again, que ya marca el nivel de la batallita y que, como no podía ser de otra manera, ya no es más que una sucesión de auto-justificaciones, alusiones personales y juicios ideológicos. Entre otras cosas, además de llamar a Kotkin "cheerleader for suburban sprawl" -cosa que ya sabíamos- pone en evidencia muchos prejuicios y obsesiones con los que funciona Kotkin.
Houston Tomorrow
En realidad el tema no da para más, entre otras cosas porque en buena medida, es una batalla entre posiciones extremas vinculadas a claves ideológicas significativas sólo en Estados Unidos, las grandes ciudades vs. las áreas rurales y las ciudades suburbanas y sus respectivas vinculaciones ideológicas. Cada uno de estos dos autores tiene su propia agenda y unas concepciones muy orientadas a proteger sus intereses y las posiciones que han defendido en los últimos años, así que ya no es momento de bajarse del burro. Pero para ambos, la realidad de la profunda descomposición económica les tiene a los dos muy desorientados y entretenidos buscando las estadísticas que les justifiquen. Después de tanto tiempo, las ideas de Florida apenas se sostienen porque han demostrado muy poco en la práctica (por no hablar de la endeblez de algunos de sus supuestos teóricos y otros problemas metodológicos) y las de Kotkin siguen queriendo defender un Estados Unidos que ya no existe y con una clara agenda conservadora. Sin embargo, no es menos cierto que Kotkin ha acertado a entrever que Florida se está dando de bruces con los reproches que durante años los críticos de la teoría de la clase creativa han lanzado. 

lunes, 10 de agosto de 2009

La Cantine par Silicon Sentier, coworking en el sector de las industrias digitales

Aprovecho estos días de verano para sistematizar algo de información que ha ido quedando atrás durante el año. Es el caso del viaje que hice junto con Katixa y Alessandra a Londres y París para conocer de primera mano algunos espacios de eso que se llama co-working.


Empezaré por un espacio similar en ciertos aspecto al Medialab-Prado y al Citilab, que son los ejemplos, que conozco más de cerca, aunque posiblemente en los detalles se diferencien bastante, especialmente en que esta inciaitiva parisina está promovida desde el lado de la industria privada. Silicon Sentier es una especie de asociación cluster de empresas de la Ile de France relacionadas con el sector TIC y la economía digital, especialmente volcada a promover la innovación a través de nuevos esquemas abiertos de investigación colaborativa (Mobile Monday, BarCamp, MashPit, Speed Consulting…) y promueve en el entorno urbano de París a su vez el polo de competitividad Cap Digital. Silicon Sentier desarrolla proyectos colaborativos asumiendo el papel de interfaz con las empresas asociadas creando así un espacio de unión e información hacia las start-up y los innovadores.


Uno de los servicios que ofrece Silicon Sentier y que era el motivo de nuestra visita es La Cantine, un espacio urbano planteado como punto de encuentro para el trabajo colaborativo y flexible entre las personas, organizaciones e instituciones que giran alrededor de las industrias digitales del entorno (traducción de Katixa, gracias):

La Cantine esta imaginada como un lugar destinado a:
Crear un entorno propicio al “hormigueo” de ideas en una atmósfera de libertad y de creatividad
Poner en práctica nuevos métodos colaborativos y pluriculturales para favorecer el desarrollo de software y de aplicaciones informáticas, de investigación, de formación, de contenidos educativos, así como blogs, videos, fotos, audio y toda creación digital en línea.
Como su nombre indica, lo primer que llama la atención de este espacio es el lugar que ocupa la zona de cafetería, que en realidad sirve de excusa para favorecer los primeros encuentros informales. Lo segundo que llama la atención, al menos el día que estuvimos, es el bullicio que había, la actividad frenética y organizada al mismo tiempo que parecía existir en las diferentes zonas de trabajo. Zonas con mayor o menor privacidad, zonas con mayor o menor disponibilidad de equipamiento informático, zonas de trabajo formal y zonas de encuentro informal, etc. Sensación de que ahí estaban pasando cosas, cosas tan interesantes que posiblemente por eso organizaciones como Google u Orange están detrás de su sostenimiento, porque les sirven para estar cerca de donde suceden muchas ideas nuevas y muchas innovaciones, de las cabezas de las personas usuarias del centro y del encuentro entre ellas. También forman parte de su red de apoyos el ayuntamiento de París y la propia región Ile de France.

Así, entre encuentros, talleres de formación, charlas, tiempos de encuentro bilateral, etc. se ofrece en el entorno urbano un espacio de colaboración abierta en un sector muy concreto, el de las industrias digitales, que necesita -supongo- de espacios intermedios para encontrar o hacer que se encuentren ideas, personas y proyectos.

Dejo un par de fotos malísimas que saqué y que no hacen honor al centro. Falta el rumor de la conversación en los diferentes grupos de trabajo que nos encontramos, falta el movimiento de la gente yendo de un lado a otro a consultar a maquetas, ver terminales y apuntar cosas en las pizarras.


Queda decir que Silicon Sentier está presidido por Stéphane Distinguin, lider a su vez de la empresa Fabernovel, que recientemente ha abierto otro espacio de co-working en San Francisco
y que fue Antonin Torikian, uno de los dinamizadores del espacio, quien nos facilitó la visita.

También puedes seguir a La Cantine en Twitter.

jueves, 16 de julio de 2009

La larga cola de las ciudades. Villas del libro

Ya he mencionado alguna vez la hipótesis de trabajar con el concepto de la larga cola de las ciudades, que no sé si es muy original ni práctico, pero que sugiero como opción para explorar vías alternativas de posicionamiento estratégico urbano más allá de la estrategia de marketing urbano basada exclusivamente en eventos. Por ahí están desperdigadas algunas reflexiones, que no repetiré. Ya hacen por mi esa labor el buscador o las etiquetas de este blog.

El ejemplo que siempre he mencionado como ciudad que ha apostado, de forma más o menos consciente, por situarse en el mundo con una especialización muy concreta, muy de nicho, para un público no mayoritario y muy segmentado es Hay-on-Way (Gales) y su famoso Hay Festival. El sábado 11 de julio El Correo publicaba en Territorios un reportaje La ruta de los libros, que acerca algo más de información sobre el movimiento internacional de ciudades y pueblos que han buscado en los libros su especialización.

Por un lado, para alguien como yo que sufre una mezcla de fetichismo y síndrome de Diógenes con los libros (¿cosas de ser hijo de profesores de Literatura?, ¿o será que hasta los 18 años mi dormitorio era la biblioteca de mi casa?), maravilla ver que son ya unas cuantas las ciudades en todo el mundo que se han unido como Asociación Internacional de Villas del Libro, siguiendo el ejemplo de la ciudad galesa y orientar a este tema. Bradevoort (Holanda), Redu (Bélgica), Sysmä (Finlandia), Tvedestrand (Noruega), Montereggio (Italia), Montolieu (Francia),….y Urueña (Valladolid), la primera villa del libro en España. Cuelgo un video de presentación:



Por otro lado, este caso es un buen ejemplo de cómo buscar en los márgenes del mercado global. Un mercado global, de turistas y empresas globalizadas con sus ejecutivos globalizados, que busca las ciudades que acojan todos estos tránsitos, visitas y flujos de personas con su dinero, sus inversiones y sus cuentas de gasto. Esos márgenes nos indican que más allá de ese enorme mercado, existen oportunidades para las ciudades que no quieran o no puedan jugar en esa competición tan desequilibrada. Esas oportunidades pasan por buscar especializaciones muy concretas en las que a nivel global existe un número limitado (pero suficientemente amplio) de personas buscando esa especialidad, la larga cola esa de la que sólo tengo referencias pero que probamos a ver si vale como concepto. En el caso del libro, además, el ejemplo nos da otras lecciones; en primer lugar, estas villas, pueblos y ciudades consiguen impulsar ciertas actividades relacionadas con el sector del libro en toda su cadena de valor, hasta la venta final al público, que quizá pueda ser lo más visible; en segundo lugar, consiguen atraer visitantes a través de una programación cultural en torno a esta industria que supone también un beneficio para sus propios habitantes en términos de mayor oferta cultural; en último lugar, algo evidente, se trata de una estrategia con un claro valor social.

Tenemos que explorar muchas más opciones de estas y conseguir que las ciudades puedan contar su propia historia. De mientras, se me ocurre de forma rápida rescatar tres posibilidades más, de diferente alcance, nivel y repercusión, pero por si ayuda a seguir explorando:


En fin, que hacer analogías siempre es arriesgado, porque a base de estirar conceptos, acabas por hacerlos inútiles. Así que, quien conozca más el concepto, que nos ayude a explorar si tiene sentido utilizarlo en términos de estrategia urbana.

martes, 14 de julio de 2009

Congresos. Ciudades creativas, ¿a mí por qué me miras?

Coincidencia en el tiempo:

I Congreso Internacional Ciudades Creativas
21 al 24 de octubre de 2009
Madrid


5º Congreso Internacional de Creatividad e Innovación. Ciudades creativas en la sociedad de la imaginación
11 al 14 de noviembre de 2009
Cáceres


¿Se nota que es el tema del año, no? El famoso año de la creatividad y la innovación...va y toca justo en el año de la crisis y la ciudad, ¿gracias a Richard Florida?, es el nuevo Eldorado. ¿Demasiada responsabilidad para las ciudades? El poder local, tan poco poderoso, y todo el mundo empieza a mirarlo como si tuviera algo que decir. ¿Hay discurso más allá del discurso?

Y, sobre todo, realmente tiene sentido poner tanta esperanza en las ciudades? Las entidades locales son, principalmente, poderes institucionales pobres, con poco autonomía, con escasa capacidad de liderazgo político, sometidos a las condiciones financiadoras de entidades políticas superiores,....¿Podemos confiar en que la transformación de las ciudades va a ir sumando activos para esa sociedad del conocimiento?

Si las ciudades hablaran quizá les oiríamos decir: ¿a mí por qué me miras?

lunes, 13 de julio de 2009

Ciudad y comic

No soy aficionado a los comics; pero por si acaso hay alguien por ahí a quien le interesen, descubirá en este reportaje, Top 10 comic book cities (descubierto, por cierto, vía Planetizen) una selección de las ciudades que forman escenario imprescindible de algunas series famosas de comic. Gotham City, Metropolis, y también otras existentes como Chicago, New York o Londres.
Por cierto, que sí recuerdo que en alguna de las primeras cosas que escribí aquí utilizaba a los superhéroes como excusa. En fin, que los que controláis del tema igual podéis dar una mejor opinión sobre cómo se presentan esos escenarios urbanos fantásticos. Sobre todo, porque tengo la sensación de que algunos se han empeñado en construir las ciudades de sus comics favoritos.

sábado, 13 de junio de 2009

El poder creativo de las ciudades: el papel del rock

Dejo la sencilla presentación que he preparado rescatando las ideas que surgieron de un post de hace ya un tiempo, El rock y el poder creativo de las ciudades, que como algunos recordaréis, dió lugar a un Mapa colaborativo en el que entre unos y otros fuimos añadiendo ejemplos de canciones. Luego, con el tiempo quedó olvidado, pero fue mi primer experimento de crowdsourcing y no estuvo mal, auqnue seguro que podría multiplicarse la lista por cien. Al final, en el post Rock y creatividad urbana. Posibles explicaciones acabamos definiendo algunas ideas que podemos aprender de la historia de la música moderna en las últimas décadas, ideas que extraidas de este ejemplo concreto, quizá den algo de luz sobre cómo se conforman movimientos sociales alrededor de la creativiad artística que permiten situar "en el mapa" a las ciudades.



Por si sirve de algo...

lunes, 4 de mayo de 2009

¿Necesitamos ciudades creativas?

La creatividad es un tema complejo y resbaladizo, que navega en un debate quizá irreconciliable sobre si dónde está, sobre si tiene sentido promoverla, si son las cosas o las personas las creativas,…Recientemente he asistido como lurker a un debate apasionado sobre este tema, a raíz de la celebración de unas jornadas sobre creatividad. Aquí en este blog hemos tratado poco de la creatividad, prácticamente sólo de pasada cuando hemos hablado de Richard Florida y algunos rankings que buscan medir el impulso creativo de algunas ciudades y, con ello, tratar de entender por qué unas ciudades son más permeables a la expresión creativa de las personas que las habitan. También en su momento me atreví a sugerir muy superficialmente algunas razones para entender de dónde surge el impulso de las ciudades que han impulsado el rock y las músicas urbanas.

Poco más sé de todo esto, pero es una buena ocasión para para mencionar el libro, The creative city. A toolkit for urban innovators, de Charles Landry, un clásico entre los autores que investigan y practican (en este caso, a través de su consultora, Comedia) en la creatividad urbana y en las fuerzas que movilizan el dinamismo urbano. Los que tengan interés y oportunidad, que sepan que el autor va a estar próximamente en Málaga, en Ágora, Foro del Comercio Urbano, espacio de reflexión donde se revisarán diferentes experiencias urbanas.

Para quien sufra de vértigo con Rchard Florida, volcado en ciudades de gran tamaño, de clase mundial y megaregiones del mundo, Landry puede parecer más ilustrativo de lo que la mayor parte de las ciudades pueden hacer. ¿La larga cola de las ciudades pequeñas? Freiburg y el desarrollo local a partir del impulso de la sostenibilidad local y las industrias ambientales (lo confirmo por propia experiencia, aunque siempre diré que me pareció una ciudad “demasiado perfecta, perfectamente aburrida de lo perfecta que es”), Hay-on-Wye y el microcluster mundial de las librerias –maravilloso ejemplo de posicionamiento de nicho, según la terminología actual-, New Orleans y el blues,…¿Alguien se anima a dar más ejemplos?

En el libro subyace un enfoque concreto de aproximación a la creatividad, con diferentes lemas o deas centrales para favorecerla en la gestión urbana. La parte final es la que contiene elementos operativos y referencias: el cycle of urban creativity, como modelo general para el desarrollo de procesos de impulso de la fuerza creative innovadora en una ciudad, el creativity city development scale, como modelo de medición del grado de desarrollo de este impulso, o propuestas para la medición a tavés de indicadores. Sobre esto último, hay que destacar que Landry es autor de un trabajo ya a mediados de los 90: Indicators of viability and vitality (desarrollado junto a Bianchini) y que CEOs for Cities ha publicado también el trabajo New measures of success for cities, en una búsqueda similar a la que el World Capital Institute persigue para establecer un modelo de ciudades competitivas para la sociedad del conocimiento.

Sin duda, terrenos resbaladizos; este año toca creatividad por un tubo, hay que medirla como sea, hay que captarla, gestionarla, aprisionarla, comprarla, venderla,...Para algunos, las estrategias de creatividad urbana son una vía para la elitización (gentrification, en inglés) de los entornos urbanos, una forma sofisticada de promover la renovación urbana (un estudio de caso de Milwaukee), para otros es la única forma de impulsar la competitividad de las ciudades en el mundo actual. Mil veces definida (aquí una gran recopilación de Diego Soroa), la creatividad también tiene que ser urbana, las ciudades tiene que ser creativas. Es evidente que es una ola, la nueva ola de la posmodernidad urbana, de la banalización del espacio, la experiencia y la realidad urbana. Es una estrategia forzada y que hay que forzar -parece- porque o tu ciudad se pone el apellido de creativa o no será nada. Pero me temo que la creatividad es una actitud permanente, es algo propio de las personas, consustancial al ser humano, difícil de encorsetar en unas "industrias creativas" o en unos "sectores creativos". ¿Necesitamos realmente ciudades creativas?

Para variar, sólo apuntes desordenados....

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sábado, 7 de marzo de 2009

Más sobre la crisis y la transformación de las ciudades

Hace unos días dedicamos unas líneas al libro Las ciudades creativas. Al final de quel post enlazábamos con la última novedad de su disputa casi personal de Richard Florida con Joel Kotkin, de quien también hemos hablado últimamente. surgida en torno a su autor. Es evidente que Lorida, quizá por su carácter de gurú mediático de estos temas, se ha convertido también en un blanco de las críticas de sus homólogos. Críticas que, no niego, en algunos casos puedan tener fundamentos sólidos. En el caso de este nuevo post, se trata de la polémica surgida tras su artículo en The Atlantic, How the crash will reshape America, que ha sido referenciado en al menos los siguientes medios:
Básicamente, el artículo de R. Floridapropone una vía de análisis para explicar los cambios territoriales y poblacionales que a corto y medio plazo la crisis tendrá en la estructura urbana de los Estados Unidos, siguiendo una línea de investigación abierta con su libro Who´s your city, a partir de la cual Florida ha conseguido situar cierto debate sobre por qué unas ciudades son más pujantes que otras, identificando dichas ciudades y sugiriendo cambios en las correlaciones de fuerza entre unas regiones metropolitanas y otras, de forma que veremos próximamente cómo la crisis fortalece algunas ciudades y genera el declive de otras tradicionalmente pujantes.

Dicho todo esto, sus propios análisis han levantado cierta polémica -sobre la que ha tenido que intervenir el propio autor- al verse reflejados en The Atlantic de forma tan ambivalente que prácticamente la misma portada y el mismo titular valían para levantar el ego de Toronto y de New York, en el marco de una naciente disputa entre los Estados Unidos y Canadá sobre por qué la economía y la sociedad canadiense están afrontando mejor la actual coyuntura y por qué Obama debería aprender algo de Canadá.

Sirva todo esto para reconocer que la realidad es que la crisis va a suponer también una reestructuración de las morfologías de muchas ciudades al afectar a los estilos de vida (¿patrones de consumo?) y a unos sectores económicos más que a otros. Hace unas semanas aprovechaba un post precisamente para referenciar un informe de Centre for Cities que ha realizado un trabajo en esta línea para el caso del Reino Unido. Dicho informe ha buscado las ciudades más expuestas a la crisis en función de su dependencia respecto a los sectores más críticos en la coyuntura actual en el Reino Unido (distribución comercial, hostelería, sector financiero, bancario y de seguros y construcción) y establece algunos parámetros y comparaciones en función de tres índices (index of economic development, societal deprivation index y built environment index). La crisis ha traido ya la multiplicación de viviendas vacías porque no encuentran comprador o el comprador que tenían no puede pagarlas. La crisis ha traido la paralización de proyectos de extensión periurbana de las ciudades (hablaremos de este tema dentro de unos días).
La cuestión es acertar a saber ahora cómo afectará la crisis a nuestras propias ciudades, condicionadas en los últimso años fundamentalmente por un sector de la construcción que ha hecho lo que ha querido.

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martes, 3 de marzo de 2009

Las ciudades creativas. Elige bien (si puedes) dónde vivir

La publicación en castellano del último libro de Richard Florida, Who´s your city? (lanzado bajo el título de Las ciudades creativas, por Paidós) supone un nuevo paso para la generalización del ya conocido discurso del autor en torno a las clases creativas y su importancia en la configuración de las ciudades y la economía global. En este caso, la propuesta de Florida busca indagar en los procesos de acumulación de fuerzas y talentos creativos en puntos concretos de la geografía estadounidense, principalmente. Así, insiste sobre todo en la premisa de que el mundo no es plano –como afirma Thomas Friedmann en The world is flat- sino puntiagudo, y que por muy globalizada que esté la economía, no es lo mismo trabajar y vivir en un lugar o en otro del mundo aunque las tecnologías de la información nos permitan el sueño de la irrelevancia de la ubicación. Y, a partir de esta premisa, el libro trata de demostrarla mediante la utilización de diferentes datos, principalmente para el caso de Estados Unidos, aunque la primera parte del libro también contiene una visión más global sobre el posicionamiento de mega-regiones de todo el mundo (capítulo 3), que sirve como otra propuesta de ranking mundial geoeconómico.

La principal fuerza del libro reside en los mapas que utiliza en algunos capítulos para demostrar la concentración de dinámicas de innovación, de patentes o de científicos de clase mundial en determinadas ciudades o mega-regiones del mundo, aunque sin valorar el output de esos elementos sobre la economía. “El mundo se vuelve más puntiagudo a medida que se asciende por la escalera del desarrollo económico”. En este sentido, es cierto que es una forma sofisticada de reconocer que la riqueza sigue un mismo patrón histórico de alta concentración en pocas manos, en este caso una concentración geográfica de los nuevos factores de producción como son el talento, las ideas, la creatividad y las personas. 150 millones de personas contabiliza el autor como pertenecientes a la clase creativa, que tienden a residir y juntarse en torno a los lugares generadores de innovación (capítulo 2). 150 millones de personas destinatarias potenciales de este libro.
El capítulo de “El auge de la megarregión” se plantea en términos discutibles; por un lado, utilizando un concepto, el de mega-región, indeterminado e impreciso, pero que formaría “la unidad económica fundamental de nuestro tiempo”, de la que participarían 40 mega-regiones de todo el mundo y en las que se darían las condiciones necesarias para las clásicas economías de aglomeración urbana pero esta vez traspasando los límites más locales. En este sentido, esas economías de aglomeración son un clásico de los estudios urbanos y Jane Jacobs ya las describió en términos de factor positivo, pero Richard Florida, a pesar de nombrar la existencia también de deseconomías o costes externos del mundo urbano, no termina de explicar bien por qué esos aspectos positivos superarían las perjuicios que genera la concentración urbana.

Este capítulo también parece entrar en contradicción con aspectos posteriores del libro, donde cobra importancia la escala del barrio o de la calle muchas veces. En realidad, no es un problema de la propuesta del autor, sino un error típico, la falacia de la composición, que nos hace confundir el todo y sus partes. Porque es evidente que no se puede tratar a Londres (o a cualquier otra ciudad) como un todo homogéneo, ni denominarla ciudad creativa cuando sólo una parte muy localizada de la misma adquiere tal dimensión y la mayor parte de la ciudad no cumple esas funciones de la economía creativa.

El libro también presta una especial atención a las razones de movilidad de la clase creativa o intelectual (segunda parte). Es una parte central del libro, pensado casi como un libro de autoayuda que ofrece claves para planificar un traslado de residencia, pero queda muy lejos de nuestra experiencia más cercana. En este aspecto, es claro que la alta movilidad geográfica de Estados Unidos es una clara diferencia respecto a las prácticas vitales y profesionales de nuestro entorno, donde los cambios de residencia son más limitados y vistos, en general, como algo más traumático. En esta segunda parte el libro también atiende a un aspecto que resulta de interés en la situación actual de crisis en el sector inmobiliario, ya que define algunos elementos de reflexión sobre el impacto de la concentración de bohemios, artistas, intelectuales y científicos sobre el mercado inmobiliario y el precio de la vivienda.

La parte tres del libro, "La geografía de la felicidad", es un trabajo de integración de estudios de psicología, de economía urbana y de geografía política, con un interés práctico relativo, aunque interesante a nivel de clasificaciones urbanas. Así, a lo largo de tres capítulos, se revisan tres tipos de personalidades que podría tener una región (regiones extravertidas, regiones convencionales y regiones experimentales) en función de la predominancia de diferentes clases de personalidades (clasificadas en cinco grandes rasgos psicológicos: extraversión, neuroticismo, minuciosidad, apertura y afabilidad). Este apartado también propone conclusiones que pueden resultar sorprendentes y discutibles. ¿Acabamos viviendo donde queremos? ¿Nuestro carácter acaba influyendo en la “personalidad” de nuestro lugar de residencia o son las características propias de ese lugar –condiciones climáticas, proceso histórico de desarrollo industrial, etc- lo que acaba definiendo un carácter típico de ese lugar? Para el autor, los datos demuestran que determinadas personalidades acaban tendiendo a reunirse en lugares donde retroalimentan su personalidad.

El final del libro es el apartado que más se parece a un libro de autoayuda; el propio autor reconoce que le pueden acusar de ello, pero asume que la utilidad de la propuesta puede merecer la pena. En concreto, plantea una serie de clasificaciones sobre las mejores ciudades para vivir en función del momento vital (solteros, familias con hijos, padres con hijos emancipados y jubilados). A modo de check list, el Apéndice E recoge un cuestionario de auto-valoración a la hora de elegir entre varias opciones para el traslado de la residencia.

Repasados de forma general los contenidos del libro, sólo queda decir que se trata de un libro que merece la pena leer. Richard Florida es un autor polémico y puede resultar repetitiva su propuesta Su principal polemista es Joel Kotkin, del que recientemente hemos escrito apuntando su temor a que las ciudades creativas sean, en el fondo, ciudades efímeras, y a quien el propio Florida señalaba ayer de forma ácida en un post que sin duda refleja bien el nivel de aversión que se profesan), que no ha dado grandes avances en los últimos libros, pero es un autor radicalmente actual. Guste o no, su influencia sobre las actuales prácticas de diseño y planificación urbana y sobre algunos modelos de organización y gestión empresarial es evidente. La creatividad y el talento son hoy patrones de un mismo discurso, son la gran promesa, son la referencia manoseada y lugar común de nuestra época.

El libro esconde un llamamiento premonitorio a nivel individual; si tienes posibilidades o simplemente crees que formas parte de la clase creativa y además están en condiciones de poder moverte libremente por el mundo, este es tu momento y esta es tu guía para seleccionar el lugar que más te conviene. Pura libertad...para quienes pueden permitírsela. También reserva para los políticos, gestores y planificadores públicos un mensaje subyacente: concéntrate en segmentar tu mercado para atraer a las personas más creativas en función de su momento vital y podrás apoyarte en ellas para revitalizar la vida económica de tu ciudad. Y, por último, las personas empresarias y emprendedoras encontrarán en el libro la confirmación de que es necesario estar cerca de todo, cerca de tus iguales, cerca de tus competidores y de tus aliados, porque la cercanía física es tan importante como en el principio de los tiempos.

Otras reacciones en los últimos días:
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Foto del mundo tomada de stickersticker en Deviantart.

viernes, 6 de febrero de 2009

Creative Economy Report 2008: The challenge of assessing the creative economy towards informed policy-making

La UNCTAD (United Nations Conference on Trade and Development) publicó en abril la versión 2008 de su informe Creative Economy Report 2008. Como ya hemos comentado en el blog, estamos en el Año europeo de la Creatividad y la Innovación, así que el ejemplar de este año tiene aún más importancia. Se presenta de esta forma:

The so called "Creative economy" is an evolving concept based on the potential of "creative assets" to generate socio-economic growth and development, in a globalized world increasingly dominated by images, sounds, texts and symbols.

At the heart of the creative economy lie the creative industries. Loosely defined, the creative industries are at the crossroads of arts, culture, business and technology and use intellectual capital as their primary input. Today´s creative industries range from folk art, festivals, music, books, newspapers, paintings, sculptures and performing arts to more technology-intensive subsectors such as the film industry, TV and radio broadcasting, digital animation and video games, and more service-oriented fields such as architectural and advertising services.

Como otras veces, dejo apuntada la publicación de este informe, a la espera de encontrar un tiempo que jamás llegará para poder echarle un vistazo con cierto detenimiento. En cualquier caso, sus mensajes principales son:

La evidencia indica que el comercio de bienes y servicios creativos es importante para las economías de los países en vías de desarrollo, y la importancia de este comercio resalta la fuerza de la economía creativa en muchas partes del mundo. A pesar de los obstáculos que muchos países en vías de desarrollo enfrentan para acceder a los mercados mundiales de productos creativos, existe fundamento para creer que el potencial de expansión de dichas exportaciones puede ser fuente de crecimiento para las economías creativas de estos países.

Las estrategias para incentivar el desarrollo de las industrias creativas en los países del Sur por medio de políticas públicas deben reconocer la naturaleza multi-sectorial y multidisciplinaria de la economía creativa, con sus vastas interconexiones y ramificaciones económicas, sociales y culturales. Los elementos centrales de todo paquete de medidas y políticas públicas probablemente enfaticen los “nexos creativos” entre la inversión, la tecnología, las actividades emprendedoras y el comercio.

El diseño de políticas públicas basado en evidencia se encuentra obstaculizado actualmente por la falta de comprensión y de datos confiables sobre las múltiples dimensiones de la economía creativa. Es posible progresar en la valuación de la producción y del comercio de productos creativos en los países en vías de desarrollo utilizando fuentes estadísticas existentes. Un mayor progreso, sin embargo, requiere el desarrollo de nuevos modelos para la recolección de información (cualitativa y cuantitativa) sobre las industrias creativas y sobre su funcionamiento en la economía. También requiere mejoras en la calidad de los actuales procesos de recolección de datos.

La legislación actual sobre los derechos de propiedad intelectual no ha logrado evitar las asimetrías económicas. En consecuencia, es importante trabajar no sólo hacia la aplicación de los regímenes de derechos de propiedad intelectual, sino también para asegurar que los intereses de los artistas y creadores de los países en vías de desarrollo sean apropiadamente tomados en cuenta. La propiedad intelectual debería de proporcionar un estímulo a los creadores y emprendedores, en forma de un bien creativo comerciable como instrumental para mejorar el potencial del sector creativo para el desarrollo.

Dejo algunos enlaces para más información:

lunes, 2 de febrero de 2009

Crónica del evento "Innovation cities"

El viernes pasado se celebró en Mondragón (Gipuzkoa) la jornada Innovation cities, organizada por el Polo Garaia como un nuevo Update de Infonomía, en la que participaron personas como Alfons Cornellà, Ángel Arboniés o Alfonso Vegara. Ya anuncié que haría una crónica del acto y aquí van algunas impresiones:

  • No conocía de primera mano el "producto infonomía" de las "diez tendencias de lo que está pasando"; no me gustó el formato. Entiendo que es un paquete fácilmente vendible porque es bueno su contenido; hay un importante trabajo de documentación, de detección de tendencias e informaciones útiles entre tanta infoxicación (cumpliendo, posiblemente, el papel de comisarios digitales que diría Juan Freire). Ahí hay mucho valor, en el contenido, incluso en este tema de las ciudades en el que, Alfons y Antonella comenzaron reconociendo que no son unos expertos. Son tiempos en los que es difícil separar el grano de la paja, manejarse entre tantos informes, datos, experiencias,...Pero, más allá de eso, esperaba un formato mucho más interactivo. Aunque sea, un espacio para plantear preguntas. Supongo que es parte del paquete: "tienes dos horas para escucharme, así que calla y atiende", y es un formato también valioso y útil.
  • Sobre las tendencias urbanas que se presentaron (remito al blog de Enrique Sacanell para una descripción de cada una de ellas), tuve la impresión de que había cierta descompensación. Varias de estas tendencias apuntan a factores tecnológicos, que son obviamente trascendentales en el futuro presente de las ciudades. Pero tuve la impresión de que su exposición era, por un lado, algo confusa y, por otro lado, algo desfasada en cuanto a algunos ejemplos. Se presentaron varias experiencias de webs institucionales con contenidos fantásticos para la gestión fiscal, para realizar trámites, etc., pero faltaron otras tendencias relacionadas con la generación de comunidades de práctica, de creación y gestión compartida de servicios públicos de proximidad o, incluso, la distribución descentralizada de servicios de información pública a través de widgets y otros elementos.
  • Este enfoque excesivamente tecnológico esconde, por ejemplo, una realidad urbana innegable y que no apareció en el listado de diez tendencias. La desigualdad urbana como tendencia mundial a todos los niveles y con claras implicaciones sociales, políticas, económicas y ambientales. En todo caso, esta cuestión afloró en el último caso mencionado por los speakers, cuando aparecieron las favelas y los arrabales del tercer y cuarto mundo como lugares de innovación. Simplemente, me pareció un mensaje obsceno. Por supuesto que desde la opulencia de Mondragón, Barcelona o Bilbao podemos hacer un canto a la capacidad de supervivencia y de innovación creativa de las personas que tienen que buscarse la vida antes de perderla, y ponerlo como ejemplo de la capacidad humana de mejorar y de construir entornos dinámicos. Pero me da vergüenza ajena y sobre todo propia escuchar tal manipulación discursiva.
  • La presentación de Alfonso Vegara me pareció más interesante, principalmente porque hizo un importante esfuerzo de acercar propuestas concretas de la realidad territorial vasca, algo que era de interés para la mayor parte del aforo, entiendo. En pleno proceso de revisión de las Directrices de Ordenación Territorial vascas (DOT), Vegara planteó su presentación de las ciudades como ecosistemas de innovación de forma bastante clara y amena. Entre otras cosas, presentando ejercicios de análisis de redes y de intercambios de información muy interesantes, y ofreciendo algunos ejemplos prácticos ilustrativos (Dublin, Singapur, Barcelona, Sitges,...). Insistió, entre otras cosas, en construir las bases territoriales del dinamismo económico sobre las condiciones de excelencia propias de cada identidad urbana, un aspecto que también estuvo presente en la exposición inicial respecto a la necesidad de movilizar los activos propios de cada ciudad.
  • También destacó la importancia del espacio, del territorio como principal activo frente al desafío de la innovación, en un mundo en el que el resto de factores de producción son completamente móviles (dinero, materias primas, ideas y personas). Desde esta perspectiva, un territorio inteligente sería aquel en el que existe una alta densidad de patentes, mecanismo de capital riesgo y talento, en un entorno de máxima interacción en red.
  • Posteriormente, Vegara se centró en algunas orientaciones particulares del País Vasco: desde la emergencia de un posible corredor tecnológico en el Txorierri hasta la posibilidad de crear un digital and Design Hub en Bilbao, la potenciación del Arco de la Innovación en Vitoria-Gasteiz y, sobre todo, propugno la necesidad de crear y activar los ejes de innovación en los valles de Bizkaia y Gipuzkoa como nuevos nodos para pasar de la ciudad polinuclear de las anteriores DOT al territorio en red.
Esta es una visión algo improvisada de mis impresiones de la jornada. Seguimos dando vueltas a cómo entender la fuerza creativa de las ciudades, desde perspectivas diversas, y este evento sobrer todo, es una muestra del interés que despierta este tema (una asistencia más que destacable). Singapur, Abu Dabi, Masdar, Dubai,...nos dan una imagen futurista, optimista y avanzada del mundo urbana, y seguirán apareciendo en informes y tendencias mundiales. Pero deberíamos preguntarnos si, más allá de la admiración y la fascinación que nos producen esas fotos de lo humanamente posible, existe un otro humanamente deseable.

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jueves, 29 de enero de 2009

Innovation cities. Las ciudades como laboratorios abiertos de innovación

Mañana 30 de enero tendrá lugar en Mondragón (Gipuzkoa) la jornada Innovation cities, organizada por el Polo Garaia como un nuevo Update de Infonomía, contando como ponentes a personas relevantes tanto del mundo de la dinamización de la innovación (Alfons Cornellà o Ángel Arboniés) como del mundo de la gestión del territorio (caso de Alfonso Vegara).


El programa incluye:
  • 9:00 presentación a cargo de Andoni Gartzia, director del Polo de Innovación Garaia.
  • 9:15-11:15 Up-Date Cities, a cargo de Alfons Cornellá y Antonella Broglia.
  • 11:45-12:30 Territorios Inteligentes, a cargo de Alfonso Vegara, de la Fundación Metrópoli.
  • 12:30-13:15 Rivas Vacía Madrid. Una experiencia pionera en ciudades inteligentes. Conduce la sesión Carlos Ventura.
  • 13:15-14:00 Most admired knowledge cities (MAKCI). El ejercicio de seleccionar las ciudades más admiradas. Angel Arbonies, director ejecutivo de la comunidad iberoamericana de sistemas de conocimiento, realizará la presentación.
Andaré por allí, junto con otro compañero. Es una buena oportunidad para participar en uno de estos updates, sobre todo si tiene como objetivo valorar la aplicación de los procesos de innovación al marco urbano. Últimamente han surgido diferentes post en los que he ido planteando algunas pinceladas de cómo orientar la creatividad y la innovación en estos ámbitos:
Andoni Gartzia, director del Polo Garaia, así presenta la jornada en una entrevista en Noticias de Gipuzkoa (un extracto):

¿En qué consistirá la Jornada Innovation Cities de este viernes?
Algunos territorios y ciertas ciudades ejercen sobre la innovación un gran poder de atracción. Políticas territoriales adecuadas, despliegues tecnológicos innovadores y otra serie de factores contribuyen a que se hable de territorios inteligentes y de ciudades del conocimiento. La Jornada Innovation Cities sirve para conocer cuáles son las principales ciudades o territorios innovadores del mundo y, lo que es más importante, para saber cómo han llegado a serlo.
¿Por qué tiene importancia lo local en un mundo globalizado? ¿No es un contrasentido?
La globalización, paradójicamente, aumenta la importancia de lo local. Los estados-naciones tradicionales son demasiado grandes para atender a las complejidades de un sistema con demasiadas excepciones y, por otro lado, son demasiado pequeños para tener influencia económica. Por eso existen dos grandes tendencias a escala internacional: la creación de grandes bloques de comercio como la Unión Europea o Mercosur (que aglutina a México, EEUU y Canadá); y el surgimiento de pequeñas áreas geográficas de excelencia en calidad de vida, progreso y conocimiento. El fenómeno del desarrollo espectacular de pequeñas áreas y corredores, tales como el famoso Silicon Valley; la ruta 128, en Boston; Cambridge, en Gran Bretaña; Waden Wutemberg, en Alemania; o los distritos industriales italianos despiertan la curiosidad de investigadores y también del público en general, que se preguntan por los factores implícitos en un desarrollo social y económico destacado, una prosperidad rápida y espectacular.
Mañana puede ser una buen oportunidad de contrastar estos apuntes. Contaremos la próxima semana los detalles del evento.

domingo, 18 de enero de 2009

Tarareando Telegraph Road

Dire Straits fueron uno de los primeros grupos que descubrí en una primera adolescencia en la que me acercaba igualmente a la Velvet Underground, Led Zeppelin, Bob Dylan o Pixies. Una canción del gran Mark Knopfler me llamó siempre la atención por su brillante sencillez, su crescendo impresionante y la ominpresencia de una guitarra que entonces me propuse imitar con poco éxito. Pero además, esa canción encerraba una letra que comenzaba con un "A long time ago came a man on a track" que hace unos días me escuché a mí mismo tarareando en el metro.


Telegraph Road


A long time ago came a man on a track
Walking thirty miles with a pack on his back
And he put down his load where he thought it was the best
Made a home in the wilderness
He built a cabin and a winter store
And he ploughed up the ground by the cold lake shore
And the other travellers came riding down the track
And they never went further, no, they never went back
Then came the churches then came the schools
Then came the lawyers then came the rules
Then came the trains and the trucks with their loads
And the dirty old track was the telegraph road

Then came the mines - then came the ore
Then there was the hard times then there was a war
Telegraph sang a song about the world outside
Telegraph road got so deep and so wide
Like a rolling river. . .

And my radio says tonight its gonna freeze
People driving home from the factories
Theres six lanes of traffic
Three lanes moving slow. . .

I used to like to go to work but they shut it down
I got a right to go to work but theres no work here to be found
Yes and they say were gonna have to pay whats owed
Were gonna have to reap from some seed thats been sowed
And the birds up on the wires and the telegraph poles
They can always fly away from this rain and this cold
You can hear them singing out their telegraph code
All the way down the telegraph road

You know Id sooner forget but I remember those nights
When life was just a bet on a race between the lights
You had your head on my shoulder you had your hand in my hair
Now you act a little colder like you dont seem to care
But believe in me baby and Ill take you away
From out of this darkness and into the day
From these rivers of headlights these rivers of rain
From the anger that lives on the streets with these names
cos Ive run every red light on memory lane
Ive seen desperation explode into flames
And I dont want to see it again. . .
from all of these signs saying sorry but were closed
All the way down the telegraph road






Hace mucho tiempo llegó un hombre por un sendero
tras andar treinta millas con un saco a la espalda
dejó su carga donde mejor le pareció
levantó un hogar en medio de la nada
Construyó una cabaña y un almacén para el invierno
y cultivó la tierra de la orilla del frío lago,
y llegaron otros viajeros cabalgando por la senda,
nunca se fueron más lejos, no, ni nunca retrocedieron.
Se levantaron iglesias, se construyeron colegios
aparecieron los abogados y llegaron las leyes
llegaron los trenes y los camiones bien cargados
y el viejo y sucio sendero se convirtió en Telegraph Road.

Se abrieron minas y se extrajo el mineral
llegaron tiempos difíciles e incluso hubo una guerra.
El telégrafo radió una canción acerca del mundo exterior
Telegraph Road llegó a ser tan profunda y tan ancha
como un río que fluye...

Y la radio me cuenta que esta noche helará;
la gente regresa a casa tras trabajar.
Hay seis carriles de tráfico,
tres de ellos van muy lentos...

Me gustaba mi trabajo pero cerraron la fábrica
tengo derecho a trabajar pero aquí ya no hay trabajo.
sí, y me dicen que vamos a tener que pagar lo que debemos,
vamos a tener que recolectar la semilla que ha sido plantada.
Y los pájaros que descansan en los cables y en los postes telegráficos
siempre podrán escapar volando de esta lluvia y este frío
los puedes oír cantar su código telegráfico
a lo largo de Telegraph Road.

Sabes que pronto podría olvidar, pero aun recuerdo aquellas noches
cuando la vida no era más que una apuesta en una carrera entre las farolas
apoyabas tu cabeza en mi hombro y tu mano acariciaba mi pelo...
ahora eres algo más fría, como si ya nada te importase...
Pero confía en mi nena, que yo te sacaré de aquí,
te sacaré de esta oscuridad y te llevaré a la luz del día,
de estos ríos de faros de coche, de estos ríos de lluvia,
de la ira que habita en las calles con estos nombres...
porque me he saltado todos los semáforos de los caminos de la memoria.
He visto la desesperación estallar en llamas
y no lo quiero volver a ver.

Te llevaré lejos de estos letreros que dicen "Disculpe, hemos cerrado"
a lo largo de Telegraph Road.

Una letra que, en sí misma, ilustra muchas imágenes de la ciudad como lugar de oportunidad ("dejó su carga donde mejor le pareció levantó un hogar en medio de la nada ") y como lugar de derrota personal y colectiva ("aquí ya no hay trabajo. sí, y me dicen que vamos a tener que pagar lo que debemos") ; la ciudad como promesa de quien busca en solitario y construye en compañía (" llegaron otros viajeros cabalgando por la senda"), la ciudad como fracaso, como consecuencia y síntoma de la crisis económica ("llegaron tiempos difíciles e incluso hubo una guerra"), como escenario de los proyectos de vida de las personas que la habitan y también de las personas que las pasan de largo, la ciudad que nació un día de la nada y es el reflejo de la Historia y las historias que encierra,la ciudad que lo ha complicado todo ("aun recuerdo aquellas noches cuando la vida no era más que una apuesta en una carrera entre las farolas apoyabas tu cabeza en mi hombro y tu mano acariciaba mi pelo").



En fin, cosas de los domingos. Resulta que Telegraph Road es una referencia real, que me viene además muy bien ahora que ando en lecturas postmetropolitanas.

Termino con otro video, en este caso, una iniciativa llamada Playing for change, que ha lanzado un video rodado en diferentes lugares del mundo:



Playing For Change: Song Around the World Stand By Me from Concord Music Group on Vimeo.
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