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viernes, 14 de agosto de 2009

The Hub, de Londres al mundo

Seguimos resumiendo notas de viajes. El Eurostar hoy permite en poco más de dos horas conseguir la versión postmoderna de la Historia de dos ciudades, de Dickens: fugaz, inmediato y prácticamente a oscuras bajo los túneles del Canal, ahora estás en París y en un rato en Londres. The Hub era otro de los espacios de dinamización del emprendizaje social que queríamos conocer de primera mano, como plataforma internacional de centros de apoyo al emprendizaje que se presenta así:

We're a social enterprise with the ambition to inspire and support imaginative and enterprising initiatives for a better world. The Hub is a global community of people from every profession, background and culture working at 'new frontiers' to tackle the world's most pressing social, cultural and environmental challenges.
Y que define así el tipo de actividad que quieren promover en sus centros:

We've been working across four continents, and 12 cities to create places for people who change things. This is the ambition. We set out to create places that borrow from the best of a member's club, an innovation agency, a serviced office and a think-tank to create a very different kind of innovation environment. Places with all the tools and trimmings needed to grow and develop new ventures. Places to access experience, knowledge, finance and markets. And above all, places for experience and encounter, full of diverse people doing amazing things. We call these places Hubs. In many ways we're just getting started. And we'd like you to be part of it.

Como decía, esta especie de frqnquicia está presente en varios países y desde hace más de un año hay un equipo de personas lanzando un The Hub en Madrid, que se viene a sumar así a otroas inicitivas, más o menos similares, que se están promoviendo en nuestro entorno de forma coincidente en el tiempo.

Estuvimos tanto en la sede de King´s Cross como en la de Islington. Básicamente, su trabajo está enfocado a dos líneas de intervención; por un lado, la gestión de espacios abiertos que ofrecen a los usuarios para que puedan disponer de un lugar donde desarrollar sus proyectos de forma temporal y encontrarse también con otros emprendedores, con un fuerte carácter social en muchos casos. Por otro lado, la entidad gestiona también diferentes eventos de difusión y promoción del emprendizaje, la creatividad y la innovación, siempre dirigidos a dar mayor valor a ser usuarios del centro, aunque también a generar mayor movimiento en la sede con otras personas que no son usuarias permanentes de las instalaciones de trabajo.

Actualmente el Hub Madrid está ya en los trabajos de diseño de su sede, concretando la forma de participación de los usuarios a diferentes niveles, buscando financiadores interesados en invertir en proyectos sociales, etc.

El hecho de que esta idea, surgida inicialmente en Londres, se haya ido extendiendo es una prueba de que estas cosas funcionan, que hay una cierta necesidad de espacios intermedios. Tampoco es nada nuevo, que parece que ahora queremos inventarlo todo. Los grandes clubes de gentlemen de la alta burguesía industrial ya buscaban lo mismo: un sentido de exclusividad y pertenencia a una clase social emergente que busca tener sus espacios de encuentro entre iguales para ponerse de acuerdo en nuevos negocios, intercambiarse información privilegiada sobre los movimientos de unos y otros, disfrutar de los gustos propios de su clase (cigarros caros, licores, música de cámara,...). La necesidad hoy es la misma, y estos espacios de los que he ido hablando estos días cumplen la misma función: ofrecer un lugar de encuentro a una nueva clase social supuestamente emergente -la de las personas dinámicas, conectadas, inquietas, etc.- para que se sientan partícipes de un proyecto común que les une, hacer networking, buscar proyectos en común, estar informados de actos, jornadas, ayudas, webs y enlaces, ver documentales, participar en redes sociales digitales, tomar parte en talleres, asistir a congresos, etc.

Hago la comparación sin ninguna ironía y estirando un poco la analogía. La necesidad es la misma, el ser humano siempre ha sido un ser social, mucho antes de que inventáramos eso de las redes sociales, e iniciativas como The Hub aciertan en ofrecer un mecanismo abierto, ágil y atractivo para apoyar a personas y proyectos que requieren de una estructura física pero, sobre todo, relacional, para poder impulsar sus proyectos. Eso fuimos a ver: cómo funcionan estos espacios, dónde está su modelo de negocio, los límites de la masa crítica (Londres funciona, París funciona, Madrid funciona,....¿seguimos hacia ciudades o pueblos de tamaño medio?), el papel de los dinamizadores, el tipo de proyectos que acogen, las actividades complementarias que se realizan, etc.

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jueves, 13 de agosto de 2009

La Ruche, promoviendo el emprendizaje social

Sigo contando algunos detalles sueltos de uno de los viajes de trabajo de este año. Seguimos en París, en este caso con un espacio colaborativo (me sigue constando utilizar el barbarismo co-working) dirigido a acoger proyectos de carácter social. La Ruche (la colmena), no podría tener mejor nombre, ni mejor cargo su promotora, Chalotte Hochman. Exploratriz. ¿A que es genial? ¿a que siempre habías querido ser exploratriz y a lo mejor ni siquiera lo sabías?

Se trata de un proyecto que busca ofrecer un alquiler de puestos de trabajo dedicados para proyectos sociales residentes para una temporada relativamente larga, de al menos varios meses. Sin asimilarlo a esta función, se podría comparar este servicio al del alquiler de espacio en una incubadora para una empresa, aunque con una vocación diferente. Es cierto, por un lado, que los proyectos de carácter social (pensando en los alojados en La Ruche cuando estuvimos: lucha contra el cambio climático, atención a la diversidad en el trabajo, cooperación internacional, apoyo a los líderes comunitarios, etc.) tienen una vertiente económica importante y, por ello, son "empresas" si queremos utilizar los términos más clásicos. Por tanto, pueden tener necesidades parecidas a las de cualquier proyecto empresarial: acceso a estructuras físicas y tecnológicas a costes reducidos, disponibilidad de servicios comunes, apoyo y asesoramiento, acceso preferente a formación y otros servicios, etc. Posiblemente, esto lo tiene La Ruche. La economía social también es economía y creo que a veces a este tipo de proyectos se los margina de los servicios clásicos a emprendedores o ayudas al tejido empresarial simplemente porque tienen un objeto social específico y una voluntad no mercantil exclusivamente.

En cualquier caso, la cuestión, para mí, es que La Ruche es algo más que una mera incubadora o contenedor de proyectos. Ese algo más es el proyecto común en sí mismo. Los proyectos acogidos, de alguna forma, participan de una misma estructura organizativa-se "apropian" del propio espacio del que son usuarios- y se "benefician" también como proyectos individuales de actuar en ciertas actividades bajo una marca común, La Ruche, que actúa como una especie de sello de calidad o, mejor, de carta de presentación ante terceros -imaginemos, posibles financiadores de proyectos solidarios- del proyecto individual que cuenta con el apoyo de La Ruche en su conjunto.

El funcionamiento ordinario en la descripción que puedo hacer es bastante ordinario. Se alquila una mesa de trabajo a la empresa o la persona que es para su uso exclusivo y permanente para un número significativo de meses con la idea de que la persona se transforme en un miembro activo del comunidad desde su propio proyecto. Para ello, se ha dotado a la sede de un espacio funcional con puestos de trabajo en forma de islas, así como otros espacios de encuentro: además de espacios para el trabajo, se cuenta con unos espacios que funcionan como zonas de socialización y por las que se tiene que pasar para acceder al resto de las instalaciones creando así “lugares de vida”, y espacios en general que permiten un entorno de trabajo más abierto que el de una incubadora clásica con sus despachos, sus puertas y sus paredes.

El punto central, en cualquier caso no es el espacio, sino la persona que lo dinamiza. Si este fuera virtual le llamaríamos community manager y se trata de un puesto dirigido a atender en primera persona a los usuarios en las funciones no laborales del espacio, a ofrecer información a los visitantes que se acerquen al centro, a organizar la logística de las diferentes salas y espacios funcionales, a atender la llegada de alumnos y visitantes, a organizar la disponibilidad de espacios, a establecer los horarios para las actividades públicas y abiertas, a ayudar a los usuarios en la búsqueda de información o a ponerles a disposición entre ellos, etc.

En fin, que este tipo de espacios están floreciendo y revitalizando barrios en muchas ciudades del mundo actuando como centros de reunión, de expresión y de colaboración basada en proyectos. Y como, para variar, de estas cosas no sé mucho, apunto algunos enlaces para el que quiera saber más, e invito a quien lea esto a compartir otros enlaces o ideas sobre este tema.

miércoles, 4 de febrero de 2009

Crisis. ¿Avanzando hacia nuevas revueltas urbanas?

Será que acabo de terminar de leer Postmetrópolis y el relato de la descomposición urbana lo tengo fresco, será que los datos actualizados del paro empiezan a tener una dimensión preocupante, sobre todo los relativos al número de personas a las que próximamente se les van a agotar las prestaciones por desempleo. El caso es que las noticias sobre las huelgas en el Reino Unido son preocupantes, un síntoma de la crisis y, sobre todo, un prólogo cada vez más realista de la ola que está por venir.

Tanto El País como El Mundo inciden en la raíz xenófoba de estas huelgas, mientra el primer ministro trata de contener su impacto. El detonante de estas huelgas en plantas de refinería y energéticas es la contratación de trabajadores italianos y portugueses en una subcontrata firmada con una empresa italiana. Son huelgas con un alto componente espontáneo, nacidas fuera de la ortodoxia de los sindicatos más establecidos institucionalmente, y también de fácil cooptación por parte de sectores de la ultraderecha británica. La reclamación es clara: put british workers first, un lema de campaña de Gordon Brown. Algo que, en realidad, el gobierno británico anunió hace un par de semanas, advirtiendo a las empresas de que no anunciaran puestos de trabajo en el extranjero. Eso mismo anunciaba hoy mismo el ministro Corbacho.

Es una cuestión que tiene que ver con la liberalización del mercado de trabajo en el marco de la Unión Europea, o al menos con una interpretación muy laxa de la normativa, de forma que los estándares de las condiciones laborales en un país pueden ser evadidos a la baja mediante la aplicación de la normativa del país de origen de los trabajadores, algo que Comisiones Obreras denunció hace tiempo que está sucediendo en España.

Son sólo indicios de lo que viene: la política del miedo, la autodefensa frente al otro, la sobreprotección de lo mío, la desconfianza frente al otro, la desconfianza de nosotros mismos, el malestar colectivo, el sentimiento de revancha, de afrenta, el bucle melancólico del bienestar robado por lo otros.

Llega el proteccionismo económico, el nacionalismo político, el populismo antisistema, el anti-europeismo, una xenofobia disfrazada de realpolitik, una xenofobia que admite excepciones y ángulos muertos para la legalidad. Cuando las estadísticas toquen fondo, quedará el paisaje social y lo que hemos construido todos estos años: un modelo de desarrollo económico cortoplacista en sus beneficios, que ha generado masas de personas con escasa cualificación a las que el engorde artificial del sector inmobiliario les ha permitido trabajar y hoy les coloca en la cola del paro sin posibilidad de recolocación. Un modelo económico que ya no podemos cambiar de la noche a la mañana y con cuyas consecuencias tendremos que convivir en los próximos años.

Dimos tanto tiempo de comer al monstruo...y ahora ese mismo monstruo se convertirá, quién sabe, en rabia incontenida, en descontento social, en historias de descalabro personal y familiar, en manipulación de masas. Los grades movimientos revolucionarios han sido revueltas particularmente urbanas, al menos en el contexto occidental; desde las Revueltas por la Justicia en Los Ángeles en 1992 hasta las revueltas que dieron lugar a la caida del Muro de Berlin en 1989, pasando por toda la oleada de revueltas urbanas en 1968 y 1969 en México, Europa y Estados Unidos o las revueltas de los banlieues de Francia. Para nada quiero con todo esto hacer un relato derrotista ni apocalíptico de la situación, pero quizá sea hora de ir atando cabos.

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Nota. Foto 1, de REUTERS y publicada en El País.

lunes, 19 de enero de 2009

Obama. El primer presidente de los Estados Unidos de perfil urbano

A escasas horas de la toma de posesión de Barack Obama como nuevo presidente de los EE.UU es bueno recordar algunas de las explicaciones de su triunfo, sobre el que en su momento dedicamos algunos posts. Explicar el triunfo de Obama es tan sencillo como entender lo que han supuesto los ocho años de desastre de George W. Bush. Sólo con mirar su larga lista de infortunios, meteduras de pata y agresiones a todos los niveles basta para entender la aspiración de cambio que ha unido a gran parte de la población estadounidense.

Más allá de esto, Obama ha introducido otros factores en la teoría y en la práctica del marketing y las campañas electorales, al haber manejado de forma sorprendentemente eficaz las herramientas de la web 2.0 y haber accedido así a la emergente cultura digital que, de alguna forma, ha ejercido de ámbito de influencia y prescripción viral de su mensaje. Esta presencia digital de Obama ha tenido enorme impacto en la blogosfera española, y seguirá teniéndola ya que Obama mantendrá en principio sus actividades en las redes sociales.

En este post veremos cómo existen también otras explicaciones de su triunfo, concretamente la influencia del voto urbano. En efecto, Obama ganó las elecciones gracias a su influencia en los entornos urbanos, y a un programa electoral en el que precisamente los asuntos urbanos, con un marcado carácter social, ocupaban un papel importante.


Photo: Based on image by Matthias Winkelmann


Ya recogí en su momento algunos mapas suficientemente representativos sobre la realidad de la distribución geográfica del voto entre demócratas y republicanos, que recogimos en este post, donde veíamos el clarísimo liderazgo de Obama en las grandes ciudades (donde se concentra, obviamente, mayor cantidad de población), obteniendo nada menos que el 71% de los votos en las grandes ciudades, que representan el 11% del total de votantes. Este factor ya tuvo importancia durante la propia campaña electoral, rescatándose un viejo esquema que dice que los demócratas son de la ciudad y los republicanos de los suburbios.

Un esquema que la revista Esquire rescata estos días para enseñar cómo la victoria rotunda en los sectores urbanos ha sido determinante para la victoria demócrata, ya que en años en los que no ha conseguido obtener tanta distancia en el voto urbano los republicanos han salido tradicionalmente vencedores. Otros mapas nos ofrecen imágenes similares.

Sin duda, un presidente que ha plasmado su preocupación por la calidad de vida en las ciudades y por la calidad de las mismas ciudades en su programa electoral y en su propuesta de fortalecer su Administración con un equipo fuerte en Políticas Urbanas. Un presidente que ha pasado a ser el primer presidente metropolitano, si atendemos al lugar donde nació, creció y se forjó como persona y, también, de alguna manera, forjó su espíritu. Un presidente que soñó un día con ser arquitecto. Un presidente que ha sabido entender que había vida más allá del discurso del miedo y la seguridad.

A partir de aquí, posiblemente, una avalancha de decepciones frente a un estado de agitación del ánimo fácil de imaginar estos días en los Estados Unidos, al menos entre quienes han deseado este cambio.

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martes, 23 de diciembre de 2008

Premios Naider. Santiago Cirugeda

El pasado jueves celebramos el cuarto aniversario de Naider en el Museo de Bellas Artes de Bilbao. Este acto es una ocasión para encontrarnos con viejos conocidos, con compañías cotidianas y con próximos acompañantes. Y una ocasión también para reconocer a personas o instituciones de las que nos sentimos cerca, a las que admiramos o a las que queremos apoyar. Son los Premios Naider Acción y Compromiso, que este año hemos dado por segunda vez y que han tenido como premiados en cada una de las tres categorías a los siguientes:

En la discusión sobre posibles candidatos para la tercera categoría, entre los que propuse y apoyé estaba Santiago Cirugeda, finalmente premiado. En su página web podréis encontrar, quienes no le conozcáis, una buena visión de su trabajo, que descansa en modelos teóricos como la Instant City, la autoconstrucción , la creación de lo que llama Situaciones Urbanas como forma de tomar conciencia del compromiso y del papel de la ciudadanía en la ciudad y la búsqueda de soluciones imprevistas.

Santiago no pudo estar presente en el acto por problemas de agenda, así que estuvo la persona que le dice “lo que no puede hacer”, el abogado que busca los resquicios legales en las ordenanzas, decretos y leyes sobre cuyas líneas bordean en muchos casos las actuaciones de Cirugeda. Como tengo algo de jurista, me llama la atención el papel que ocupa este aspecto en su trabajo, ya que es evidente las contradicciones legales que sus intervenciones resaltan, al tiempo que estas mismas intervenciones se asientan en la tridimensionalidad de lo legal, lo alegal y lo ilegal.

Más allá de este esfuerzo por estar al corriente de estos mecanismos legales, la experiencia obtenida con el uso de los mismos ha demostrado que la mayoría están sometidos a la arbitrariedad de los técnicos que interpretan de manera particular las ordenanzas o legislaciones. Hay situaciones en las que la demanda pública de una masa crítica bien organizada es más eficaz que todo un largo y costoso procedimiento legal.. (…) Por otro lado, la lentitud de los procedimientos legales, así como la falta de garantía sobre el resultado de las denuncias o demandas, hacen que insista en el trabajo con diferentes colectivos, que se relacionan en red generando esa masa crítica que consigue encontrar y producir algunas parcelas de libertad. Básicamente se trataba de premiar una forma de mirar la profesión de arquitecto. Una forma peculiar y personal de hacer arquitectura desde parámetros como la experimentación, la unión de disciplinas, la colaboración creativa, la rebeldía, la vocación ciudadana y, sobre todo, un sentido muy afinado de cómo contribuir a la mejora social.
Os dejo el video de la entrevista que le grabaron en Ecosistema Urbano TV:




Con este premio creo que una empresa como Naider hemos intentado premiar una actitud. La actitud de repensar las cosas, de encontrar soluciones sencillas pero rompiendo esquemas también; la actitud de estudiar los límites de los legalmente posible y lo técnicamente viables, y convertirlo en realidad para crear respuestas para los problemas urbanos y las necesidades sociales.

Intuimos, además, que la labor profesional de Santiago, con lo que tiene de cierta transgresión y denuncia social, se sitúa como exponente de un movimiento más amplio de profesionales arquitectos y urbanistas con una sólida vocación cívica y de compromiso ciudadano.


Por cierto, hemos editado también un nuevo volumen de la revista Naider, que incluye la recopilación de los posts aparecidos durante el año en el Ateneo Naider, algunos artículos en profundidad (Incubadoras de empresas: motor de transferencia tecnológica y emprendizaje avanzado; Actualización de la política europea sobre cambio climático y renovables; Bilbao se espala, o la apuesta por al ciencia como motor de desarrollo territorial) y un poco sobre las bases del proyecto Naider, sus gentes y su modelo de desarrollo corporativo. Quien quiera un ejemplar puede pedírmelo o pedirlo directamente a través de la web.

martes, 25 de noviembre de 2008

Mapa colaborativo de conflictos NIMBY

Como hace un par de meses, un post se convierte en un experimento. En este caso, animado por Francesco Cingolani, utilizo meipi como plataforma. Así, podéis encontrar el mapa de conflictos NIMBY, en el que de forma abierta podremos completar fenómenos de conflictos sociales, vecinales y/o urbanos provocados por la instalación o localización de nuevas infraestructuras viarias, nuevos equipamientos sociales, nuevas instalaciones energéticas, etc.

Todo ello nace del post de ayer, en el que me preguntaba si existirá alguna base de datos que recoja estos casos. El mapa podría llegar a tener muchos puntos localizados, estoy seguro, pero ahora hace falta que circule, así que os animo a todos/as a darle toda la difusión que se os ocurra.

Aquí está la dirección de acceso al mapa (gracias a Guillermo y a Jorge por ayudarme con mi torpeza para insertarlo).

Conflictos locales. Sobre NIMBYs, BANANAs y otras hierbas

Es conocido por todos el efecto NIMBY, quizás algo menos el efecto BANANA y menos conocidos estos otros que se recogen en el blog de Planetizen From NIMBYs to DUDEs: the wacky world of plannerese (aquí sólo una selección):
  • BANANA: Build Absolutely Nothing Anywhere Near Anything
  • CAVEmen: Citizens Against Virtually Everything
  • DUDE: Developer Under Delusions of Entitlement
  • SLAPP: Strategic Lawsuit Against Public Participation

Spinoffs of NIMBY:
  • BANYs Builders Against NIMBYs [Not In My Backyard Activists]
  • GOOMBA Get out of my business area
  • KIIMBY Keep it in my backyard
  • NIABY Not in anyone’s backyard
  • NIMEY Not in my election year
  • NIMFOS Not in my field of sight
  • NIMFYE Not in my front yard either
  • NITL Not in this lifetime
  • NOPE Not on planet earth
  • NOT None of that
  • NOTE Not over there either
  • NUMBY Not under my backyard
  • PIITBY Put it in their backyard
  • QUIMBY Quit urbanizing in my backyard
  • WIIFM What’s in it for me?
  • YIMBY Yes in my backyard
En fin, obviamente lo plantean como un juego de palabras con combinanciones contradictorias entre sí pero curiosas. Por su parte, en Plataforma Urbana se ocuparon de este asunto hace ya unos meses en el post ¿Es usted un BANANA?:

B.A.N.A.N.A.: Acrónimo de Build Absolutely Nothing Anywhere Near Anything que en castellano quiere decir algo como No Construir Absolutamente Ninguna Cosa en Ninguna Parte Cerca de Nada, y es un término comúnmente usado para referirse a los individuos o grupos ciudadanos que se oponen de manera radical a las distintas formas de desarrollo urbano.

Es una evolución (del NIMBY al BANANA) de la que ya se ha escrito bastante. Pero sirva todo esto como introducción para volver a hablar de la necesidad de introducir procesos, métodos y criterios de participación ciudadana en las cuestiones públicas. Javier Linares abrió hace unos días un debate sobre hasta dónde es necesaria la participación o, mejor, en qué casos es necesaria. Y Alorza proponía en los comentarios un documento muy recomendable. Por su parte, Ethel Baraona anda en la traducción y edición de un fantástico libro, Did someone say participate?

Utilizo estas coincidencias al azar como excusas para volver a abordar el tema de la participación ciudadana. En ese blog hemos tratado varias veces el tema de la participación ciudadana (desde la perspectiva de género, desde la perspectiva de la infancia, desde unos criterios generales de organización, etc.) y ahora aparecen dos referencias de actos que abordan estos temas.

Por un lado, el Centro de Estudios Andaluces ha organizado una jornada titulada Políticas con impacto territorial: del "aquí no" al "así sí".

Miércoles 26 de noviembre

9:15 h. Inauguración

Alfonso Yerga Cobos. Director gerente del Centro de Estudios Andaluces

9:30-10:00 h. Una nueva política para una nueva sociedad

Jordi Grané. Profesor de la Escuela de Seguridad y Prevención Integral de la Universidad Autónoma de Barcelona.
Quim Brugué. Profesor del Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad Autónoma de Barcelona.

10:00-11:30 h. Nuevas formas de gobernar conflcitos locales

Jordi Grané.

12:00-13:30 h. Continua

Quim Brugué.

13:30-14:00 h. Conclusiones: del discurso a la práctica, la construcción del "así sí"


Por su parte, el foro La Ciudad Humanizada, en el que participaré próximamente (ya contaré más detalles cuando los conozca), dedica una de sus jornadas de la edición de este año al mismo tema bajo el título El efecto NIMBY, hoy y aquí:

Moderador: Fernando Sancho, profesor de Ecología de la Universidad de Sevilla
Participantes: Manuel Marchena//Emasesa-AIE
Antonio Lucio-Villegas// delegado en Andalucía de REE
Valeriano Ruiz // Catedrático de Termodinámica de la Universidad de Sevilla
Manuel Barroso //Presidente de APREAN

Uno de los casos más interesantes de tratamiento de la respuesta NIMBY ante la construcción de nuevas infraestructuras o equipamientos es el de la localización de nuevas cárceles en Cataluña, de la que se hablará en la jornada del Centro de Estudios Andaluces. Conocí hace unos años el modelo de decisión y me pareció una fórmula razonable, que buscaba precisamente superar la contradicción irresoluble de una disputa sí/no, para transformarla en razones objetivables y en mejoras del proyecto en sí. De un paper de Quim Brugué, Director de Participación Ciudadana de la Generalitat, titulado La gobernabilidad de las políticas territoriales. Formulación participativa y gestión concertada (lo siento, no sé ni de qué lo tengo por ahí archivado, así que no puedo poner un link) rescato algunas ideas sobre ese modelo:

En nuestro caso, la gestión del proyecto de construcción de instalaciones penitenciaris combinando la responsabilidad pública con la transparencia y el diálogo social ha sido un éxito, puesto que ha desbloqueado unas acciones que ya se debían haber realizado. (...) Durante la última década, a pesar de la presión de una población reclusa cada vez más numerosa, en Catalunya no habíamos sido capaces de construir nuevas instalaciones penitenciarias. La movilización de unos y la poca valentía de otros lo impedía. Este planteamiento ha cambiado recientemente, adoptando una estrategia que ha desembocado, hoy por hoy, en la construcción de 5 nuevas prisiones en Catalunya.

Así, resumidamente, podemos proyectar el proceso sobre las 4 fases:

- En primer momento (fases 1 y 2) se ha trabajado en la recogida de documentación, en la transparencia informativa y en el debate entorno a los grandes criterios que han de orientar la política pública de instalaciones penitenciarias. Este es un punto de partida crucial, ya que la oferta de información es crucial para conducir el debate, como lo es el discutir los criterios sin caer en casuísticas territoriales específicas. En este momento inicial no se habla de ubicaciones concretas y, por lo tanto, los actores no son “reactivos” sino que deben responder a un discurso y una posición generalista.

- En un segundo momento (fase 3) se toma la decisión concreta sobre donde ubicar las prisiones. Ahora ya aparecen los actores territoriales y las reacciones específicas delante de las infraestructuras. Según nuestro modelo, en esta fase no se trata de discutir si se va a hacer la prisión o no en un determinado punto (esta es una decisión de los responsables públicos) sino de, en primer lugar, mostrar la coherencia entre esta decisión y los criterios generales y, en segundo lugar, de desplegar la decisión con la máxima flexibilidad y sensibilidad frente las “reacciones” locales.

Es decir, de entrada hay que conjurar las reticencias respecto posibles razones ocultas en la decisión: no se ha tomado por razones partidistas ni reforzando sesgos territoriales injustos, sino en función de unos criterios conocidos y contrastables. Además, una vez tomada la decisión hay que ser sensible a las resistencias y los miedos locales, escuchándolos y adaptando la política a cada circunstancia.

Este ejemplo no es la democracia radical perfecta ni la solución a los perjuicios individuales de cada proyecto, pero es un intento razonable por avanzar hacia procesos de decisión pública más abiertos, que tengan en cuenta intereses más amplios que los presentes tradicionalmente en la "inteligencia institucional". Porque, entre otras cosas, la participación ciudadana es una forma de gestión del conocimiento comunitario para apoyar proceso de construcción comunitaria. En especial, se trata de un modelo de decisión que busca cambiar las reglas de la forma tradicional de toma de decisiones de localización por parte de los poderes públicos. Busca alcanzar unos acuerdos básicos en torno a la racionalidad en la decisión, y en el proceso de discusión entiendo que hay más posibilidades para que se dé por parte de todos los agentes una comprensión más abierta del problema y de las razones del otro.

A lo largo de nuestro territorio podríamos encontrar hoy mismo cientos de casos NIMBY (por cierto, ¿existirá alguna base de datos, incluso geo-referenciados, de casos de protestas sociales y vecinales?). Salas de atención e higiene para toxicómanos, incineradoras, comisarías, antenas de telefonía móvil, torres de alta tensión, plantas energéticas (regasificadoras, de coque,..), centros de atención a menores, etc. En un post anterior (Participación ciudadana en época de Política 2.0) rescataba algunos aspectos que la participación ciudadana puede aportar, y algunos de ellos viene muy bien para valorar los procesos NIMBY:
  1. La participación aporta elementos de información que sería imposible obtener de otra manera; puede ser una buena estrategia para la anticipación de conflictos y otorga mayor legitimidad a las decisiones públicas, pues crea un sentido de corresponsabilidad entre la ciudadanía y los agentes económicos y sociales; así mismo, contribuye a generar sinergias de diálogo y de acuerdo entre agentes y poderes públicos.
  2. La participación no aparece sólo como solución de problemas, sino como «construcción de problemas». Permite decidir cuál es el problema, construir problemas conjuntamente.
  3. Permite crear el hábito de participación entre la ciudadanía y el propio equipo municipal.
  4. Facilita la ampliación del ámbito de participación, llegando más allá de los líderes de opinión tradicionales.
  5. Posibilita la formalización de canales de comunicación entre los distintos sectores de la población.
  6. Contribuye a una resolución más eficaz de los problemas al lograrse mejores diagnósticos de las necesidades, mayor riqueza en la búsqueda de soluciones y movilización de recursos; además, es la llave para problemas cuyas respuestas están sólo en la comunidad.
  7. Fomenta la integración social, reforzando y estructurando las comunidades
  8. .....
En aquella ocasión estos criterios los cruzaba a la luz de lo que estamos llamando últimamente Política 2.0, y me parecían encajar. Ahora, viendolos a la luz del concepto NIMBY, me siguen pareciendo vigentes. Por un lado, porque en este tipo de casos el detonante es siempre la falta de información, la información errónea y su asunción acrítica, la información descontextualizada o la información no concluyente, cuando no la información ocultada deliberadamente. Los NIMBY son, desde este punto de vista, problemas de información. Por otro lado, un tratamiento de estas situaciones ordenado y constructivo puede dar lugar a una mayor cohesión scoial, no basada en el enfrentamiento contra,...pero esto es complicado en la realidad, ya lo sabemos. La participación, bajo modelos institucionales o bajo modelos puramente cívico-privados, permite construir el problema colectivamente. En las situaciones NIMBY, el problema se construye de forma paralela entre los que pormueven el proyecto y los que se oponen, y ese problema disociado impide una solución que satisfaga a ambas partes.

¿Conocéis casos cercanos? ¿Alguna lección? ¿Cómo tratar estas situaciones?

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lunes, 17 de noviembre de 2008

Seminario Después del neoliberalismo: ciudades y caos sistémico

Sirvan estas líneas para iniciar la semana. Como conclusión de la anterior, me he propuesto bajar algo el ritmo de posts. A cambio, os adelanto alguna de las ideas (sin forma) que estoy manejando para los próximos días, por si alquien quiere compartir alguna referencia:

  • Comentarios al libro Bilbao y su doble; ya lo he leido y haré como con el libro de Barcelona.
  • Espacios émicos, espacios fágicos y no-lugares: me meteré donde no me llaman, hablando sólo de oidas y quizá cruzándolo con aeropuestos, aparcamientos subterráneos y estaciones de autobús.
  • Libros para navidades sobre urbanismo, arquitectura y demás temas urbanos.
  • Tengo pendiente desde el seguimiento de los resultados electorales de Estados Unidos escribir algo sobre la distribución del voto urbano y el voto rural en España.
  • Tengo algunos apuntes sobre Niemeyer; ya sabéis que soy un arquitector frustrado, así que mi conocimiento es escaso y puramente de aficionado, pero quiero ir de Brasilia a Avilés pasando por la idea de ciudades ex novo, tomando como excusa a Niemeyer.
  • La ciudad como derecho o el derecho a la ciudad.

Ahora las "cosas que no haré". Cosas que tiene lo de no vivir en la ciudad tan odiada es que no podré asistir ni participar en el seminario que quiero anunciar en este post. De entrada, el título suena atractivo, en tiempos -dicen- de reinvención del capitalismo. Este seminario, Después del neoliberalismo: ciudades y caos sistémico, tendrá lugar en Barcelona, concretamente en el MACBA, los días 28 y 29 de noviembre, dirigido y moderado por Neil Smith, autor entre otros libros de Uneven development: nature, capital and production of space.

Utilizando la oportuna frase de Habermas sobre el modernismo, podríamos empezar considerando que hoy el neoliberalismo «ha muerto pero sigue vigente», y que ello tiene ciertas implicaciones en nuestra forma de entender el cambio y el proceso urbanos. La oposición antiglobalización que surgió a finales de la década de los noventa y principios del siglo XXI, la implosión de la innovación neoliberal que se inició con la crisis económica «asiática» de 1997 a 1999, el colapso económico en Argentina y finalmente la crisis en la zona central de Estados Unidos tras la recesión del 2007 y la consiguiente crisis financiera global son los signos del fracaso del neoliberalismo. En realidad, en los últimos años no han surgido nuevas ideas neoliberales; el proyecto se ha quedado estancado, ha perdido impulso, ha empezado a atrofiarse y, finalmente se ha estrellado. En el mejor de los casos, es tan solo un vestigio geográfico y programático de un proyecto anunciado hace más de 25 años. Sin embargo, el neoliberalismo ha dejado (y sigue dejando) a su paso una estela de destrucción, tanto en los barrios pobres de todo el mundo, como en el medio ambiente o entre los marginados por razón de clase, género o raza o por pertenecer a un pueblo indígena. ¿Qué repercusiones tiene para la ciudad la atrofia del neoliberalismo? Aunque la crisis de las ciudades neoliberales es evidente hoy, por ejemplo, en la crisis de las hipotecas subprime en los Estados Unidos, la consiguiente crisis financiera global y la nacionalización directa o indirecta de los bancos, la crisis causada por el neoliberalismo es más ostensible en la geografía social global de las ciudades, desde São Paulo hasta Shangai, desde el Raval de Barcelona hasta los barrios bajos de Lagos. Los proyectos de desplazamiento urbano masivo de China son quizá las actuaciones pioneras de este cambio, pero hay muchos y variados ejemplos. El predominio de esta lógica neoliberal en la planificación y el desarrollo urbanos es una garantía de más empobrecimiento para muchos. Sin embargo, para otros, la ciudad neoliberal es un filón de opulencia, que quizá donde mejor se expresa es en la globalización del proceso de gentrificación. La falta de una alternativa general a un neoliberalismo atrofiado, junto a la creciente oposición, apunta a un futuro caótico de neoliberalismo resistente entremezclado con intentos de opciones alternativas y oposición frontal. Este seminario examinará la apariencia, la forma y los procesos de la ciudad «después del neoliberalismo» y atravesará los contornos del caos y la reconstrucción que ayudan a rehacer el espacio urbano. Nos centraremos en varias ciudades concretas, utilizando sus experiencias de neoliberalismo urbano –en su prevalencia y su atrofia–, así como en lo que puede aportarnos el futuro de la ciudad.

jueves, 13 de noviembre de 2008

Inmigrantes y espacio público

Tres simples observaciones muy locales, tan locales que sólo alcanzan al lugar donde vivo (Getxo-Bizkaia):

  • Sábado por la tarde, Lamiako


  • Sabado por la tarde, Romo


  • Cualquier tarde del fin de semana, Las Arenas
En cualquiera de los tres casos, la nota predominante es la presencia mayoritaria de personas de origen inmigrante. Es algo que salta a la vista, especialmente en el caso de Lamiako, donde desde hace años es tradicional que todos los sábados y domingos se reunan cientos de personas, con la excusa de un deporte a cielo abierto, para jugar a futbol, relacionarse, comer, beber, pasear, etc. Igualmente ha sucedido, esto más recientemente el mismo fenómeno en el parque Artaza, en el barrio de Romo, también en Getxo. En este caso, con la excusa de una merienda campestre en un parque semi-urbano. Por último, la conocida como Plaza del Ajedrez, en Las Arenas, cada vez tiene más presencia de inmigrantes en sus bancos y en los espacios de juego infantil, a la vez que han aparecido desde hace un par de años varios locutorios.


Es algo que se nota, que es visible y surge en las conversaciones entre los vecinos. Y se puede oir de otod, como nos podemos imaginar. Escribo de todo esto porque recientemente se ha publicado un estudio sobre la realidad de la inmigración en Euskadi, con datos provenientes de Ikuspegi-Observatorio Vasco de la Inmigración, en su Barómetro 2008:


Una gran parte de la población vasca desaprueba que los inmigrantes se reúnan en plazas y espacios públicos, construyan templos para sus religiones y tengan centros de enseñanza propios. Así lo indica la segunda parte del Barómetro 2008 elaborado por el Observatorio Vasco de Inmigración, Ikuspegi, que ha sido dado a conocer hoy en Bilbao y en el que se ha encuestado a más de 2.400 personas.
(...)


En este sentido, Oleaga ha subrayado que "el gran agujero negro" de la visión de la inmigración por parte de los vascos está relacionado con el uso de los lugares públicos, ya que "ven con recelo" que los inmigrantes se agrupen y utilicen los parques o plazas públicas. "Se trata de un fenómeno transitorio e inevitable", ha remarcado el director de Ikuspegi, Xabier Aierdi, ya que los inmigrantes utilizan su tiempo de ocio para mantener los lazos con las personas de su mismo lugar de origen hasta que se asientan y se relacionan con los miembros de la sociedad a la que se han trasladado.

Haciendo una lectura simplista de estos datos, sorprende que en la tabla figure este tema de la ocupación del espacio público como principal amenaza o como aspecto menos tolerado por la población de acogida. Los datos sugieren que hay menos rechazo incluso a actividades con un mayor nivel de choque cultural, como la tenencia de centros de enseñanza propios, la construcción de centros religiosos o la utilización de códigos propios de convivencia o de lenguaje, que usualmente son tratados como mayores amenazas. ¿Seremos quizá más tolerantes con lo privado que con lo público? ¿"Lo vuestro es vuestro -con ciertos límites- pero lo de todos es de nosotros sólo"?
Precisamente esas son las sospechas que estaba teniendo últimamente al escuchar algunos comentarios sobre las situaciones que mencionaba más arriba. Parece que sobrevuela sobre el imaginario coelcvo una especie de pérdida del espacio, de apropiación indebida de espacios propios por parte de una población ajena a nosotros, que además los utiliza de forma diferente a nosotros. El eterno ellos-nosotros, me temo. De todas formas, he intentado hacer una búsqueda rápida de datos para toda España y no los he conseguido encontrar, para poder así discutir datos más amplios. Así que si alguien tiene alguna diea de cómo encontrar algún dato similar, perfecto.
Sobre el uso de los espacios públicos por los inmigrantes se ha escrito mucho desde la sociología urbana, como por ejemplo este estudio relativo a Barcelona, con análisis de los casos del Raval y de una plaza de Terrassa, y a nivel local se han comenzado ya a aplicar programas de intervención socio-comunitaria (véase el caso del Ayuntamiento de Madrid, por ejemplo). Son sólo ejemplos tomados al azar, porque es obvio que es un tema recurrente, pero también sintomático de la realidad urbana. Más teniendo en cuenta cómo se ha dado el fenómeno de la inmigración en nuestro país, completamente acelerado en los útimos años frente a un proceso más paulatino en países de nuestro entorno, como Francia, por ejemplo.

En general, no siendo un experto en estos temas, intento ordenar algunas ideas de profano:
  • Sospecho que la pasión reguladora-ordenadora de nuestra Europa ha hecho del espacio público un lugar organizable y organizado, de nadie porque es de todos, en el que casi nada es posible hacer para que mi libertad no aborde la de los demás, y en esa limitación colectiva no hagamos nada en el espacio público y seamos seres privados y privativos.

  • Tengo la intuición de que en los países de donde vienen los inmigrantes existe una mayor autorregulación del uso del espacio público, y posiblemente estén más acostumbrados a la apropiación coyuntural de estos espacios por grupos que van variando a lo largo del tiempo.

  • Por último, cuando tu espacio privado personal es incómodo (no dispone de buenas condiciones o no es suficientmente pequeño para la comodidad de las personas -muchas normalente- que viven allí), tiendes a ocupar otros espacios. Y como el tiempo de ocio gran parte de las veces exige gastos económicos mientras que la calle es gratis, tienes también a juntarte en la calle. Aglomeración compensatoria le llaman, por lo visto, a este fenómeno de expansión social en el tiempo de ocio de fin de semana, por ejemplo, tras una semana laboral trabajando de interna.
Todo esto lo explican bastante mejor que yo en este breve artículo:

Algunas de estas restricciones que pueden conducir a una aglomeración compensatoria por parte de los inmigrantes son: . Unas condiciones de vivienda caracterizadas por la precariedad y el hacinamiento que restringen la posibilidad de usarlo como lugar para desarrollar relaciones de sociabilidad. Cuanto mayor es la precariedad de la vivienda, mayor es la necesidad de espacio público. . Problemas de acceso a equipamientos de concurrencia pública, ya sea por 1) precio, como puede ser el caso de muchas instalaciones deportivas, 2) discriminación, como puede ser el caso de algunos bares, discotecas, centros comerciales, etc., y 3) falta de programas y contenidos atractivos para estos colectivos de algunos equipamientos culturales públicos (centros cívicos, bibliotecas, etc.). . Falta de equipamientos comunitarios apropiados, como puede ser el caso de los equipamientos religiosos. Esto es lo que ocurre cuando el centro de oración es pequeño y obliga a los fieles a orar en la calle en algunos días señalados, o cuando no hay espacios apropiados para determinados ritos (por ejemplo el sacrificio de animales en la fiesta del cordero).

Por ello, la presencia de grupos numerosos de inmigrantes, su apropiación espontánea o planificada incluso de espacios colectivos, es sentida cada vez por un mayor espectro de población quizás porque hemos sido enseñados en el sobre-civismo. También es cierto que huimos de la expresión pública del conflicto social entendido como la rivalidad por el espacio y los recursos, una de las bases fundantes de la vida comunitaria. Y quizá sea un civismo mal interpretado, o poco abierto a otras formas de ocupación del espacio. O quizás la ocupación del espacio público da visibilidad a una realidad que no queremos ver.

Como recomendación, la revista Architecture, City and Environment que edita la UPC recientemente ha dedicado un monográfico a la cuestión titulado “Inmigración y Ciudad: Nuevas realidades para ciudades en transformación" , con diferentes atículos de enorme interés para quien tenga cierto tiempo para profundizar en detalles. En especial, el artículo de Mikel Aramburu, "Usos y significados del espacio público".

martes, 4 de noviembre de 2008

Los demócratas son de la ciudad y los republicanos de los suburbios


Entendiendo por "suburbio" el concepto americano, que engloba los desarrollos de adosados tan característicos de las afueras de las ciudades, podemos hacernos la pregunta de si el electorado demócrata es eminentemente urbano y el republicano es rural/suburbial. Es algo que se preguntan en El Mundo en La ciudad contra el campo. En este blog hemos seguido muy de lejos la batalla electoral que culmina hoy, pero sí hemos atendido la presencia de la agenda urbana en los medios y la aproximación de los dos candidatos a los temas urbanos.

La comparación que propone El Mundo tiene algo de obvio; en los estados con mayor presencia demogáfica de habitantes en ciudades el voto demócrata suele ser tradicional, identificando además a esa clase social de "urbanitas" como aquella con valores más progresistas, más modernos y culturalmente más abiertos, frente a una clase social algo más difusa de "rurales" donde entrarían tanto las poblaciones menos urbanas de los estados centrales de la union como los emigrantes urbanos que han huido del centro urbano para instalarse en asentamientos suburbiales, con una mentalidad y unos valores más tradicionales, con una visión centrífuga respecto a la autoridad federal y cualquier intento de intervencionismo. Por tanto, parece fácil establecer esta comparación y, de alguna forma, plantearse también estas elecciones como una diputa entre la América urbana y la América rural.

Sin embargo, quizás la realidad sea más compleja; por un lado, esa América rural no es monolítica y algunos se plantean incluso que los suburbs conforman una clase social subrepresentada políticamente ya que ninguno de los dos partidos estaría atendiendo sus demandas particulares. Por otro lado, la diferecniación parece sugerir que hubiera también una disputa entre la América rica y la América pobre, pero los datos no parecen confirmar esta cuestión. Poque es evidente, como afirma Richard Florida, que ganar en los estados más ricos no quiere decir que te estés llevando los votos de las clases más ricas, ni al contrario. Por otro lado, en el ambiente general de las elecciones ha flotado en el ambiente la diferecniación entre la América real y los residentes en ciudades, como una propuesta más de aproximación a las mentalidades y aspiraciones de la población americana en función del medio social en el que se desenvuelven. A este respecto, el Washington Post publicó un artículo en el que precisamente marcaba el carácter claramente urbano de la personalidad de Obama como elemento generador de atracción de este voto para el partido demócrata, frente al perfil más de la "América real" con el que se identifica más la propuesta republicana.

Estos son algunos apuntes que he podido rescatar de los análisis que he revisado estos días. A partir de mañana, intentaremos ve si se confirman estas sospechas sobre la importancia del voto urbano en las elecciones americanas.

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viernes, 31 de octubre de 2008

State of the World´s Cities. Harmonious Cities: es la desigualdad, estúpido

El programa HABITAT de las Naciones Unidas acaba de publicar su informe anual sobre la salud de las ciudades en el mundo. La información está disponible en en este enlace para su consulta y algunas de las primeras conclusiones que los medios tradicionales y los especializados han sacado son:

La desigualdad urbana en la mayoría de las grandes ciudades de Estados Unidos rivaliza con África, aunque tienden a tener menores niveles de pobreza. ¿Menos porbres pero más pobres que en Europa? Hace unas semanas hablábamos, por ejemplo, de un fenómeno impactante como es el de los campos de refugiados urbanos víctimas de la crisis en EE.UU. Por su parte, las ciudades españolas encajan en el grupo de las ciudades más desiguales en el contexto más desarrollado.

Un dato que ofrece la tentación de abrir un debate ideológico: mientras Beijing es la ciudad más igualitaria del mundo, Hong Kong tiene los niveles más altos de desigualdad. ¿La desigualdad es el precio de la riqueza? Por supuesto, las ciudades africanas al sur del Sahara no pueden aspirar a ser desiguales porque son, básicamente, pobres de solemnidad y a perpetuidad.

El origen racial parece consolidarse como un factor determinante de pobreza en Norteamérica, de forma que indicadores como el de esperanza de vida siguen reflejando que en barrios desfavorecidos de Estados Unidos y Canadá, un afromericano tiene la misma esperanza de vida que un habitante de China o la India.

Las ciudades no son ajenas a los efectos del cambio climático; las ciudades costeras de los países en vías de desarrollo serán las más vulnerables porque dispondrán de menos recursos, capacidades e infraestructuras para la adaptación.

El acceso a la vivienda es un problema de dimensiones mundiales; si en los países más desarrollados se dan fenómenos que rompen con los esquemas de cualquier lógica económica paretiana, en los países en desarrollo sigue manteniéndose la lógica de la economía mundial, y las ciduades no son capaces de generar viviendas dignas. Y la crisis crediticia amenaza con ser un problema también a este nivel si los gobiernos -dice el informe- no hacen un esfuerzo económico para resolver el problema de infra-vivienda. Una de cada tres personas habitantes de ciudades en países en desarrollo vive en suburbios chabolistas.

Asistimos a la emergencia de nuevas metrópolis: Kinshasa, Lagos, Jakarta, Lahore, Chenai y Shengzen. ¿Adivinan dónde están en el mundo?

La desigualdad tiene muchas caras, y una de ellas es la desigualdad digital también. En una sociedad cada vez más tecnológica (más tecnológicamente rica), ¿no acabará reproduciéndose el esquema riqueza=desigualdad también en la desigualdad tecnológica? Inequalities take various forms, ranging from different levels of human capabilities and opportunities, participation in political life, consumption, and income, to disparities in living standards and access to resources, basic services and utilities. Although the traditional causes of inequality – such as spatial segregation, unequal access to education and control of resources and labour markets – have persisted, new causes of inequality have emerged. These include inequalities in access to communication technologies and skills, among others. “Digital exclusion”, for instance, has exacerbated inequalities within sub-Saharan Africa and resulted in the further marginalization of the region within a globalizing economy.

P.D. Las agencias, programas y oficinas de las Naciones Unidas producen informes y manejan información muy relevante y con un alto potencial de influencia política. Eso ya lo sabíamos. Y también sabemos que las razonables por las que informes como este no llegan a ser socialmente relevantes (¡con las cosas que dicen algunos de ellos!) son estructurales y tienen que ver con el nulo papel de la ONU en la diplomacia internacional y en la política global. Sin embargo, me temo que tampoco están aprovechando las ventajas de la web, las redes sociales y al cultura digital para difundir y propagar su mensaje. Ni rastro de un blog de los autores del informe, el informe no está disponible (primer en librerías) y sólo se puden leer algunos extractos, nula imaginación para presentar la información con formatos multimedia (vídeos, fotos,...). Estos se merecerían un buen empujón con estos temas, pero a ver quién es capaz de llegar hasta ellos para proponerles cosas nuevas.

miércoles, 22 de octubre de 2008

Planeamiento inclusivo


Los días 30 y 31 de Octubre se van a celebrar unas jornadas en Bilbao sobre los "Nuevos planteamientos para un urbanismo inclusivo", Género y Participación, organizadas por el Departamento de Vivienda y Asuntos Sociales del Gobierno Vasco. El programa completo se puede consultar aquí. Las jornadas abordan una forma de mirar la ciudad desde una perspectiva inclusiva, tomando como punto de partida el hecho de que la ciudad es una realidad construida culturalmente en la que la visión femenina ha estado supeditada a la construcción masculina, del mismo modo que las personas adultas lo han hecho sin tener en cuenta la perspectiva infantil. Se trata de un tema sobre el que existe ya mucha literatura (un post muy preciso de Jose Fariña, por ejemplo, puede ser una buena introducción) y muchas experiencias, aunque me temo que sigue pareciendo sectorial y secundario.

En el programa destacan algunas sesiones que, a priori pueden resultar sugerentes:

  • Zaida Muxí, con un tema aparentemente genérico.
  • La participación y el proyecto arquitectónico y urbanístico: de lo adjetivo a lo sustantivo, con Izaskun Chinchilla.
  • Presentación "Documento manual metodológico para la realización de mapas de análisis urbanístico desde la perspectiva de género y vida cotidiana de la ciudadanía. Mapas de la ciudad prohibida en municipios de la CAPV", realizado por HiriaKolektiboa y Gobierno Vasco y que entiendo presentará una propuesta de método para elaborar mapas de la ciudad prohibida, que con cierto éxito ya se han aplicado en el entorno más cercano (Que conozca: Basauri, Bilbao, Pamplona, San Sebastián,..).
Foto vía Funky Projects.

No conozco personalmente la mayoría de estos proyecto (tan sólo hace unos años estuve relativamente cercano al de Basauri), pero me surge la pregunta de qué tipo de herramientas y tecnologías se estarán usando hoy en día. En aquella ocasión, básicamente se realizaron talleres y paseos guiados por la ciudad para identificar puntos oscuros con percepción de inseguridad para las mujeres; sin duda, la mejor parte de este tipo de trabajos: personas cara a cara, trabajando sobre la realidad física, de forma intensiva. Pero hoy en día existen formas de multiplicar el número de participantes en el proceso utilizando mecanismos de geo-localización (para automatizar la identificación de espacios mediante fotos y colaboración entre las personas usuarias), herramientas de redes sociales (por ejemplo, ¿qué impacto tendría difundir estos procesos a través de Facebook, sabiendo que es usado con asiduidad por un público joven, con una visión muy real sobre los temas de inseguridad femenina), etc. En fin, este último punto lo dejo caer por si alguien conoce si las nuevas experiencias de mapas de la ciudad prohibida u otro tipo de experiencias de análisis urbanístico están incorporando esta vertiente. Si no es así, bien podríamos empezar a pensar en ello.

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lunes, 20 de octubre de 2008

Luces y sombras de la sociedad red

La semana pasada ha tenido lugar el encuentro Sociedad Red, que los que no hayaís podido asistir habréis podido seguirlo a través de diferentes medios:

También desde este blog fuimos señalando los aspectos más sugerentes de las intervenciones y podéis encontrar aquí los diferentes posts:
He salido con sensaciones contrapuestas. Por un lado, en la parte más optimista, veo materializarse propuestas razonablemente ágiles, disponibles y realistas para generar nuevas formas de relación, de construcción colaborativa y de generación de nuevas dinámicas sociales (en especial, fueron bien gráficas las presetnaciones de Steinberg y Zuckerman; pensando, por ejemplo, en la ciudad de los niños). Pero quienes hayáis ido siguiendo mis reacciones, he ido resaltando algunos aspectos que me preocupan y son casi recurrentes desde que un día me ví buceando por estos mares:

  • Constato una excesiva tecnologización del discurso sobre las redes; en efecto, considero que las nuevas tecnologías han potenciado esta forma de funcionar, pero no es nueva (¿no es consustancial al ser humanao su actuación en red, en contacto con otros como ser social?). Creo que sobre este asunto habría que trabajar un poco más y ver si hay un previo a esas tecnologías (los valores cívicos) y si esas tecnologías por sí solas ayudan o promueven un comportamiento más cívico.
  • Sobre el concepto de poli-fluentials, me surgen también dudas razonables sobre su orientación. Por un lado, tal como lo presentó Carol Darr, creo que estaba excesivamente basado en el modelo de comporrtamiento políticamente activo en EE.UU y, sobre todo, haciendo un juego de palabras, quizá deberíamos hacer mayor esfuerzo en valorar si los nuevos medios nos hacen más incluyentes y menso si nos hacen más influyentes. Durante todo el encuentro me sentí muy cómodo, pero no dejó de asaltarme la sensación de que estábamos hablando de nosotros mismos, pensándonos influyentes, creyéndonos conquistando un nuevo espacio social para llegar a los de arriba. Y quizá los de arriba están desconectados y seguirán estándolo, mientras nos entretenemos en quererles hacer cambiar sus ideas.
  • No deríamos tomarnos tan en serio algunas frases. Sé que quizá es sólo una anécdota, pero la frase "dejamos la economía de la escasez y estamos en la economía de la abundancia" es optimista, perversa y completamente irreal, la miremos por donde la miremos. Y decirlo en la antigua Casa de la Caridad -como bien señalaba Marcg en un comentario-, en el barrio del Raval, con mendigos en las puertas de entrada del mismo edificio, suena muy contradictorio. En general, no deberíamos tomarnos tan en serio como emergente clase social, porque los que nos movemos por aquí somos una excepción social.
  • Siguendo con este punto, durante el encuentro pensaba en cómo enfocar las cosas desde diferente punto de vista. Así, ¿por qué en lugar de pensar en clave de inmigrantes digitales no pensamos en clave de emigrantes analógicos?
En cualquier caso, ha sido un buen ejercicio de discusión, de revisión de algunas cuestiones emergentes y estos aspectos que señalo reflejan sólo que el debate está abierto. En especial, que se trata de un debate abierto en el que participan muchas disciplinas y quizá por ello es complicado manejar un lenguaje común: filosofía, biología, sociología, las artes ent oda su extensión, economía, física, matemáticas, químicas,....
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