jueves, 7 de agosto de 2008

Más allá de los Juegos Olímpicos...Distrito 798 Pekin

Ahora que estamos a apenas unas horas del inicio de las Olimpiadas, y que las noticias y telediarios se llenan de información sobre los logros del autoritarismo chino para convencer al mundo de su poder organizativo y económico con la excusa deportiva (más bien es ya una excusa económica, como bien contó Eduardo Galeano en "Los dueños de la pelota" en los maravillosos relatos incluidos en "El futbol a sol y sombra"), es buen momento para detenerse en los aspectos menos conocidos de Pekín.

Sin duda, uno de de ellos es el ambiente cultural urbano de la ciudad. El referente sin duda, es el conocido como Distrito 798, reducto de arte contemporáneo, independiente (en la medida de los posible en un país sin libertades políticas y sociales) y de vanguardia, que está experimentando la apertura de las fronteras y atrayendo a artistas de todo el mundo con ganas de imbuir sus procesos creativos del ambiente de una ciudad en permanente ebullición. El proceso de generación de un contexto tan particular lo cuenta perfectamente Jorge Larrañaga en Art-Signal, mencionando entre otras cosas:

El ambiente de creación:
El ascenso económico del gigante chino, se ha visto acompañado de una explosión “creativa” que ha inundado el mercado mundial de arte contemporáneo –si no creativa, sí una marea de arte dispuesta a plantar cara al arte occidental, al igual que sucede en otras áreas en donde el orgullo chino se prima con política y subvenciones. Para muchos, el centro de operaciones se sitúa en el distrito de Dashanzi, una zona de galerías de arte principalmente foráneas, conocida popularmente como distrito 798.

La apertura al diálogo cultural con el extranjero:

Las galerías extranjeras abrieron las puertas al negocio del arte a los artistas chinos –muchos de ellos reconvertidos en galeristas a raíz de las perspectivas económicas–; crearon un diálogo intercultural entre China y occidente; y principalmente ofrecieron un espacio en donde tenía cabida el arte contemporáneo, que desde su primera represión a principios de los ochenta no disfrutaba del favor gubernamental. Si bien hoy día existen museos como la China National Art Gallery o el Millenium Monument Art Museum, que ocasionalmente ofrecen exposiciones de arte contemporáneo, son galerías extranjeras las principales depositarias de las nuevas tendencias chinas. Una heterogénea mezcla de espacios de diferentes nacionalidades, en donde España es uno de los pocos países europeos sin “sucursal” en Pekín. Dos galerías fueron claves en esta apertura cristalizada hoy en día en el distrito 798: la pionera Red Gate Gallery, fundada en 1991 por el australiano Brian Wallace cercana a la estación de Beijing, y la estadounidense The Courtyard Gallery, abierta en 1996 en una sección de la Ciudad Prohibida.

Y, finalmente, levanta sus dudas sobre la posibilidad de que el fin de los Juegos Olímpicos y de la pujanza mediática de la ciudad deriven en una pérdida de atractividad y de emergencia creativa:

Pase lo que pase con el distrito 798, lo cierto es que siempre será recordado como el lugar en donde el arte chino salió de las sombras, y bajo la tutela censora del gobierno encontró su propia personalidad e importancia en el panorama internacional.

El Distrito 798 o Dashanzi Art District, iforma parte del distrito de Chaoyang y está construido en un antigua complejo de industria nuclear, que dota al barrio de una arquitectura excepcional y propicia para exhibiciones, montajes e instalaciones de arte contemporáneo. Para algunos, es el Soho chino por su dinamismo, aunque el actual proceso de destrucción urbana provocado por el galopante sprawl de la ciudad lo mantiene amenazado. De hecho, su transformación urbanística ha sido narrada en fotos por Rong Rong, un prestigioso fotógrafo vanguardista chino con gran interés por mostrar el modelo destructivo de desarrollo urbano en las ciudades chinas , a través de una muestra titulada "We are here". En este artículo se puede encontrar un detalle de la amenaza a la que está sometido el barrio por parte de las excavadoras para "domesticar" el proceso de natural sobre el que se ha sustentado:

Beijing's newest artistic hub will be razed to the ground unless a determined campaign stops the bulldozers.

   Dashanzi, hailed last year as Beijing's new art centre, faces being pulled down at the end of next year to make way for a high-tech electronics hub.

  According to the city planning schedule, the area is to be developed into another Silicon Valley.

   New office buildings will replace all the old workshops - including the now well-known 798 factory - in Dashanzi within four years, under current proposals.

  Construction workers have already begun the demolition process.

En definitiva, un ejemplo de muchas cosas: del proceso de crecimiento desorganizado que está sufriendo la ciudad, de los dividendos del militarismo, de arquitectura funcional, de vanguardia creativa,...y todo ello incluso en un contexto de autoritarismo y opacidad política. Hay vida más allá de los Juegos Olímpicos.

En este enlace se pueden encontrar fotos de flickr, que sirven para ilustrar la morfología del barrio y también algunas de obras permanentes y muestras temporales.

P.D. Con este post, me despido hasta septiembre. Me marcho tres semanas a recorrer Tailandia. Gracias a quienes habéis contribuido a conversar por aquí y por otros blogs.

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