lunes, 2 de agosto de 2010

Libro. Social sustainability in urban areas

Social Sustainability in Urban Areas: Communities, Connectivity and the Urban Fabric es un compendio de estudios sectoriales centrado en la discusión de algunos de los elementos que conforman esa imprecisa (y olvidada casi siempre) variable de la sostenibilidad, en este caso aplicado a escala urbana. Los casos de estudio y las principales referencias se refieren al Reino Unido, pero algunos de los capítulos tienen interés universal y la diversidad de disciplinas de los autores consigue que la mirada del libro sobre el aspecto social del desarrollo urbano sostenible sea bastante amplia.

La primera parte del libro recoge algunos capítulos relacionados con la creación de capital social en los barrios a través de políticas de renovación urbana y rehabilitación de barrios que tengan en cuenta la integración de colectivos de diferentes niveles de renta en el desarrollo de las políticas públicas de vivienda principalmente, incluyendo la revisión de algunas prácticas de gestión cooperativa de viviendas en algunos barrios británicos. Posteriormente, se incluyen en la segunda parte del libro tres capítulos dirigidos a revisar el impacto sobre la vida comunitaria de algunos patrones emergentes de comportamiento y funcionamiento urbano.
Por último, la lectura de la tercera parte es la que más interés ha tenido porque incluye algunos temas de más calado o, por lo menos, que más hemos discutido en este blog. En especial, mencionaría los dos capítulos sobre la relación entre las condiciones sociales de vida urbana y las dinámicas de la economía local:
The Urban Renaissance and the Night-Time Economy - Who Belongs in the City at Night?
Adam Eldridge
Este es un tema que tiene su punto; hasta ahora no había llegado nunca a leer esa expresión -que suena tan bien en inglés- de "night-time economy" y el capítulo, pensando una vez más sobre todo para el caso británico, analiza la vinculación entre el uso de la calle durante la noche y la generalización de comportamientos "antisociales" parece preocupar. Los discursos y prácticas sobre la reactivación de la vida urbana para crear calles y barrios más atractivos se han apoyado también generar entornos atractivos para la vida en la calle y el aprovechamiento del ocio nocturno. Pero obviamente, el conflicto ha surgido entre la práctica institucional (o institucionalizadora, mejor) y la percepción social. O, directamente, sin intermediación de políticas activas por parte de las instituciones, sabemos que la ciudad acoge usos colectivos del espacio público para el ocio nocturno que resultan conflictivos. Es una tensión evidente, que en la mayor parte de los casos, se resuelve a favor de la reglamentación excesiva del espacio público, la prohibición de conductas consideradas antisociales o irrespetuosas con los vecinos, etc. Aquí esto lo resolvemos por las buenas: leyes anti-botellón y ordenanzas de espacio público,.....

The Relationship between Major Events, the Urban Fabric and Social Sustainability
Andrew Smith
En estos meses también hemos comentado alguna vez sobre la creciente influencia de los grandes eventos y su extensión como una nueva forma de marketing urbano. El artículo ayuda a diseccionar bien las implicaciones de este tipo de eventos:
  • Su impacto sobre la comunidad local en la que se alojan: menciona como caso en positivo la celebración de los Juegos de la Commonwealth 2002, para los que se diseñó un programa de legado para Manchester, mediante el cual se intentó integrar el aspecto de celebración, de fomento deportivo y de intercambio cultural más allá de las propias fechas de celebración del evento. En el caso contrario, dominan aspectos ya conocidos: realojamientos masivos, políticas de exclusión de colectivos "molestos", especulación inmobiliaria, etc.
  • Eventos como ejemplos de comunidades sostenibles: esta es otra de las relaciones más claras y hace referencia a la tradicional reivindicación de que los espacios urbanos que acogen este tipo de eventos serán un nuevo modelo de barrio sostenible. De la misma forma que la Feria Mundial de New York en 1939 buscaba convertirse en una exploración de la ciudad del futro, desde entonces muchos otros eventos, sobre todo en los últimos tiempos ahora que existe la excusa de la sostenibilidad, han querido basar sus bondades en la construcción de nuevos desarrollos urbanos de alta calidad. Así, los Juegos Olímpicos de Helsinki fueron los primeros en dejar como herencia un bloque de vivienda municipal donde estuvo la villa olímpica y así hasta que en los Juegos Olímpicos de Sidney se construyó la villa olímpica para ser un prototipo de ecociudad.
  • Eventos como impulsores de nuevos desarrollos "con carácter": aquí entra en juego la variable de "marca urbana", porque los grandes eventos dejan en el aire una imagen de atractivo en las zonas donde se desarrollan estas celebraciones. El ejemplo en esta parte es el de la Villa Olímpica de Barcelona, y también el barrio de Hammarby Sjöstad, conocido ejemplo de eco-barrio, y que también tuvo su primer impulso con la candidatura -fallida- de Estocolmo para celebrar los Juegos Olímpicos de 2004.
  • Eventos como generadores de servicios para la ciudadanía: Millenium Village, en la península Greenwich en Londres, terreno donde se celebró el fracasado Millenium Festival, es utilizado como caso de ejemplo de cómo un evento de estas características puede dejar como legado una mejora del sistema de transporte público.

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