martes, 6 de abril de 2010

Transformaciones urbanas. Se buscan ciudades que inventen el futuro


La reciente celebración del 5º Foro Urbano Mundial en Brasil y la correspondiente publicación del nuevo informe del programa Habitat de la ONU sobre el estado actual de las ciudades en el mundo apuntan en una misma dirección: en un mundo crecientemente urbano, las ciudades representan el gran desafío mundial, ya que requieren una nueva forma de pensarlas y diseñarlas. Con esta rotundidad escribía hace unos días Justin McGuirk en el Guardian, a propósito de lo mencionado en un artículo titulado The urban age: how cities became our greatest design challenge yet y que terminaba con un párrafo quizá demasiado extremista:
The question is this: how do we create cities that are not just containers for tightly-packed populations, but pleasant and equitable places to live? Someone once described the identical high-rises that ring so many capitals as the easyJet of urban living, because they offer everyone affordable access to the city; but they're not what you could call idealistic. The segregation and social polarisation of cities is getting so extreme that a violent future may be inevitable. The UN report has said as much. Now that city-making has become a priority, politicians need to have faith in designers. Because if there's one lesson to be learned from the last quarter of a century, it's that we need to shift our focus away from liberty and the free market, and move towards equality.
La famosa frase de Jaime Lerner "la ciudad es la solución, no el problema" resulta  motivadora pero siempre me ha parecido poco realista. Más evidente es que este proceso de urbanización acelerada genera problemas de gran calado en todo el mundo. Cada vez más sentamientos urbanos, principalmente en países emergentes, toman escalas que comúnmente hemos llamado urbanas, al tiempo que contemplamos desde hace tiempo ya una escala mega-región. Ambos procesos, junto a otros más locales como la suburbanización o la infravivienda, crean condiciones de vida muy desiguales en un escenario como es la ciudad que debería ofrecer la ciudadanía plena como promesa posible, al menos.
Para conseguir esto los servicios públicos urbanos son los encargados de proveer un marco (mayor o menor según las posibilidades económicas, el impulso institucional o la ideología dominante) que hagan posible la capacidad de acceso de los ciudadanos a una calidad de vida deseable y en libertad. Diferentes perspectivas tecnológicas van aproximándose en los últimos años al mundo de la gestión urbana para ofrecer alternativas y aplicaciones que faciliten el acceso de la ciudadanía a los servicios y posibilidades que una ciudad ofrece. Veamos algunos ejemplos en el caso de los servicios de dotación de infraestructuras:
  • ¿Nos moveremos en vehículos eléctricos? ¿Triunfarán las tecnologías basadas en el hidrógeno?
  • ¿Se acabaron los autobuses como sistemas de transporte colectivo?
  • ¿Se harán realidad de forma masiva las promesas de personalización de los servicios públicos que prestan las ciudades para la atención a las personas?
  • ¿Cómo imaginar nuevos conceptos de movilidad sin atarse a las cuatro ruedas ni a las dos ruedas?
  • ¿Tienen sentido los sistemas de acceso a medios de transporte (alquiler, usos compartidos, pago por servicio) en lugar de los sistemas basados en la propiedad?
  • Todo esto, ¿de qué forma cambiará la forma en la que entendemos las redes viarias, las peatonales, las ciclistas, las aéreas, las subterráneas,...en las ciudades?
  • ¿Se integrarán los modelos de gestión de la demanda de agua de forma definitiva en la arquitectura y el urbanismo?
  • ¿Veremos la extensión de sistemas distribuidos en producción y distribución eléctrica en las ciudades? ¿O seguiremos funcionando bajo modelos centralizados?
  • ¿Nos acostumbraremos a ver electrolineras en nuestras calles para recargar los vehículos eléctricos?
  • ¿Hasta dónde dará de sí la "promesa" de la ciudad híbrida? ¿Nos consumirá la realidad aumentada? ¿Acabará siendo más spam urbano?
Si es de esperar que se generalicen algunos de estos cambios, hacen falta ciudades que tengan la capacidad de liderar hoy estos cambios porque son las autoridades públicas las que demandan, en último término, estos nuevos servicios urbanos y estas nuevas aplicaciones tecnológicas. Post-oil cities, transition towns, smart cities, ciudades ubicuas, ciudades híbridas, car-free cities, slow cities ....son conceptos a los que algunas de estas ciudades se suman para poder lanzar esa "señal al mercado" de que hacen falta nuevas formas de proveer soluciones a las necesidades sociales en todo el mundo, en contextos urbanos muy diferentes y que requieren de modelos tecnológicos diferentes para el despliegue de estos servicios. Son, por ahora, "marcas" que señalan un rumbo de transformación, pero necesitan ciudades para la experimentación, ciudades comprometidas con este cambio y que sean las primeras en inventar el futuro.

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