lunes, 7 de septiembre de 2015

La ciudad como interfaz. Cómo los medios digitales están transformando la ciudad

El libro The city as interface. How media are changing the city es la versión en ingles de la tesis doctoral de Martijn de Waal defendida a principios de 2012 en el Departamento de Filosofía de la Universidad de Groningen. Publicado en 2014, el libro acerca al público interesado en entender la intersección entre los nuevos medios digitales y la vida urbana en las ciudades una visión actualizada sobre diferentes acercamientos históricos a la idea de vida pública y cómo esta está condicionada a través de los urban media.


A través de la revisión de diferentes autores sobre cómo han entendido el concepto de esfera pública en la ciudad (Hannah Arendt, Walter Benjamin, Jane Jacobs y Jürgen Habermas, entre otros), el texto dibuja diferentes escenarios para comprender cómo afectan las diferentes tecnologías digitales a la vida pública en la ciudad y de qué manera dan forma al espacio urbano. Sin embargo, mucho más que una pura exploración teórica, el libro ofrece un marco para entender las diferentes formas en las que la ciudadanía se sirve de esta nueva infraestructura digital sobre la ciudad para organizar su vida y, en especial, para afrontar la vida en común en la esfera pública. Así, a partir de tres modelos básicos que el autor categoriza a partir de la revisión teórica y el análisis de prácticas digitales –a saber, la ciudad liberal, la ciudad republicana y la ciudad comunitaria-, el texto nos introduce una descripción sobre los usos sociales de la tecnología digital.

De Waal sitúa su aportación en un contexto concreto, el de la emergencia de la smart city como figura retórica central en el debate sobre el papel de la tecnología urbana. Como tal, se suma a una serie de trabajos y publicaciones que en los últimos años han tratado de abordar críticamente este debate. En este caso, estamos ante una referencia que suma una perspectiva, la filosófica, necesaria para abordar una revisión profunda de las consecuencias de la vida híbrida en la ciudad. Mientras que los relatos sobre el impacto de la esfera digital han tendido a moverse tradicionalmente entre el tecno-optimismo –los medios digitales nos hacen personas más activas socialmente- y el pesimismo distópico–seres más conectados pero más solitarios-, la aportación de de Waal sitúa la reflexión en el orden de la vida en común y cómo los urban media pueden favorecer la capacidad individual de las personas para sentirse más conectadas con lo público en sentido amplio (todas aquellas cuestiones referidas al espacio comunitario que afecta a las personas y, en especial, sobre las que pueden actuar a través de estos nuevos medios).

La generalización de sistemas de open data, plataformas para el mapeado colectivo y la georeferenciacion, los medios hiperlocales o los modelos de consumo colaborativo actúan no sólo como mecanismos para ampliar nuestras capacidades individuales, sino también como activadores de una renovación de la esfera pública. Sin embargo, el autor consigue apuntar una precisión importante: lo planteado anteriormente es únicamente un potencial, pero no suficiente. Las plataformas de urban media no despliegan necesariamente ese renacer de la vida pública en la ciudad mientras no sean construidas necesariamente con este propósito. En este sentido, el libro es una constante apelación a evitar una visión utópica y mágica del sentido urbano de estas tecnologías, planteado a veces como un automatismo para hacer nuestras vidas más sencillas, adaptadas a nuestras necesidades y más conectadas. Los medios digitales en la vida en la ciudad funcionan, tal como plantea de Waal, tanto como marcadores de experiencia ("they can be used to record urban experiences and share them with others") como dispositivos territoriales ("an appliance or system that can influence the experience of an urban area”) y en ambos sentidos pueden condicionar la manera en la que percibimos la vida pública y nos sentimos interpelados a actuar sobre ella en un contexto donde la crisis de la esfera pública (a través de la privatización y la comercialización del espacio público) encuentra un contrapunto potencial.

Tras este recorrido a través de los capítulos iniciales, es en el titulado “Digital media and the public domain” donde los diferentes escenarios son confrontados con la rrealidad de la versión más canónica de la ciudad inteligente, representada por Songdo (Corea del Sur). Apoyándose en diferentes proyectos prácticos y rescatando el concepto de la ciudad como plataforma desarrollado por Dan Hill, de Waal explora cómo evadir el riesgo de la individualización a la que pueden llevar determinados usos de los medios digitales (“networked individualism”) para construir, en cambio, nuevas formas de actividad en la ciudad capaces de reconectar a la ciudadanía con la vida pública.

En este sentido, el autor apuesta claramente por añadir al diseño, el despliegue y la gestión de dispositivos, servicios, infraestructuras y plataformas digitales un sentido de pertenencia y apropiación ciudadana sobre los mismos para que la ciudadanía mantenga su agencia:
(…) this depends on one condition: citizens must retain agency. The design of a platform must be genuinely interactive: this gives participants the opportunity to establish or change protocols instead of being forced to comply with rules laid down by companies. Magical software automatically arranging everything for us sounds very attractive, and the services provided by commercial parties will undoubtedly make life more pleasant and agreeable. There is nothing wrong with that, but, ultimately, we are better off when platforms for such services are accessible and citizens themselves can appropriate the related data and protocols in their own way. (De Waal, 2013, p. 176)
El libro representa además, más allá de su actualidad como reflexión sobre la esfera digital en la ciudad, un recordatorio sobre cómo la concepción específica sobre la ciudad condiciona los imaginarios construidos en torno a ella, también en el campo digital. La ciudad puede ser entendida como un conjunto de infraestructuras, como una comunidad de extraños o como una comunidad política. En función de este punto de partida, el imaginario y su plasmación práctica (en forma de las tecnologías desplegadas sobre la ciudad y cómo son usadas) adquiere unas características determinadas. Mientras que en la visión más estándar de la smart city, la visión predominante es claramente la primera, el libro plantea una diversidad de opciones a través de las cuales la relación tecnología digital-desarrollo urbano puede tomar forma y afectar a nuestro sentido de la vida pública. Así, frente a los signos de la sociedad conectada que apuntan a la individualización y la fragmentación social, de Waal ofrece una re-lectura de la esfera pública que pude derivar en su reforzamiento a través de proyectos de urban media específicamente dirigidos a promover una ciudad más abierta y democrática.

Texto en PDF
Artículo publicado en el volumen 12 de la revista Arte y Políticas de Identidad 


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