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miércoles, 22 de julio de 2015

Ficciociudades #12. Experimentación urbana sin humanos

La serie de ficciociudades sale de su letargo para incluir un nuevo simulacro de ciudad. Esta vez se trata una "ciudad" construida para experimentar los coches automáticos sin conductor, algo suficientemente atractivo para conseguir titulares espectaculares pero completamente equívocos:
Mcity Test Facility 
Desde principios de año teníamos noticias de que la Universidad de Michigan estaba preparando una zona para experimentar los avances de la conducción automática y facilitar así el trabajo de varios grupos de investigación del campus del Mobility Transformation Centre y empresas como Ford o Toyota que están interesados en esta línea de la movilidad urbana. Con una inversión de 10 millones de dólares, el área en cuestión trata de reproducir materialmente una ciudad y está diseñada para asemejarse a un centro urbano genérico de Estados Unidos, pero es sólo un escenario aséptico y controlado:

Built on the university’s campus in Ann Arbor, the “city” was designed to re-create the situations self-driving cars would bump into (or not) on the road. There are building facades, fire hydrants, trash cans, mailboxes, and even mechanized pedestrians and cyclists. The area will serve as a testing ground where the vehicles can experiment with real life situations over and over again.

Con esta descripción, empiezo a ponerme nervioso en realidad. Esta zona tiene el privilegio de ser llamada ciudad porque, fíjense, tiene  bocas de riego, buzones postales y papeleras y, en el colmo de la sensibilidad, unos dispositivos mecánicos que se asemejarán a peatones y ciclistas. Todo ello para disponer de un lugar de experimentación controlada sobre diferentes aspectos de la movilidad autónoma O me pierdo algo, o este nuevo greatest hit se parece demasiado a otros laboratorios urbanos sin personas. El de Nuevo Mexico es mi favorito, ha ocupado suficiente espacio en el blog y sigo mencionándolo en las conferencias, pero hay otros en la recámara.
Michigan Economic Development Corporation 
En este caso, la instalación acaba de ser inaugurada y este breve reportaje de la BBC (que siempre son mejores que la reproducción acrítica de notas de prensa) ayuda a entender la lógica y el tipo de problemas técnicos que pretende abordar una instalación de testeo de este tipo, desde la comunicación entre vehículos hasta la comunicación con las infraestructuras viarias, pasando por los permisos de paso y la ordenación de los flujos de tráfico

University of Michigan 
Es la banalización de la ciudad y la espectacularización de la tecnología. A pesar de todo el esfuerzo por reconstruir el aspecto esperable de una ciudad, todo resulta sumamente artificial. Faltan, sobre todo, los humanos, intercambiables por algoritmos que eviten su imprevisibilidad, faltan los sucesos inesperados, las condiciones cambiantes, el caos. Faltan las otras formas de moverse en la ciudad. Seguramente me pierdo muchos detalles y me  dirán que todas estas circunstancias se pueden simular. Pero se simula lo que no se conoce y lo que se espera. Me pregunto esto los días que nos enteramos que se puede hackear y tomar a distancia el control de un coche. Me pregunto el sentido de esforzarse en simulacros artificiales de aparatos y sistemas que tarde o temprano tendrán que enfrentarse a una realidad con humanos. Porque aunque podamos pensar el coche sin conductor, la parte más importante del mismo seguirá siendo el control humano y tendrá que enfrentarse a dilemas morales que tendremos que decidir como humanos. Al conducir, los seres humanos estamos continuamente tomando decisiones, muchas de ellas instintivas basadas en la experiencia, el entrenamiento, las normas de circulación y seguridad vial y las normas morales. En un escenario en el que todas estas decisiones pasen a estar controladas por algoritmos, ¿qué parámetros de comportamiento moral estarán insertados en estos coches autónomos y automáticos? Pensemos en una situación en la que un animal se cruza en la carretera: ¿frenará el coche o decidirá que no pondrá en riesgo al conductor o al propio vehículo ante la posibilidad de patinar o salirse de la calzada? ¿Y si en lugar de un animal es un niño? ¿Y si en lugar de un niño cualquier es nuestra propia hija? ¿Y si es un camión de sustancias peligrosas, un autobús público,...? Quizá tendríamos que cuestionarnos más este tipo de cosas en lugar de tanta perfección técnica.


Bonus track. Magnífico texto: Auto Correct Has the self-driving car at last arrived?

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